Área Árabe Islámica Desplazados y refugiados Pandemia

España se olvida del envío de vacunas a los refugiados saharauis a pesar de considerarlos prioritarios

Por Francisco Carrión*-
La estrategia de «vacunación solidaria» diseñada en enero por PSOE y Unidas Podemos, que ha regado América Latina con millones de dosis, señaló como prioritaria la asistencia a los saharauis. Diez meses después de solicitarlo, el Polisario denuncia que existe una razón política para el bloqueo de la ayuda.

Solo el 0,56 por ciento de los refugiados saharauis ha recibido la vacuna contra la Covid-19. A los campamentos de Tinduf han llegado unas 38.200 dosis. Ninguna procedente de España. El Gobierno de coalición se ha negado hasta ahora a proporcionar vacunas a una población prioritaria en la estrategia diseñada por el Ejecutivo a principios de este año. En el plan, que ha regado ya con 6,5 millones de dosis once países de América Latina, los saharauis son citados expresamente. Pero, a la hora de distribuirlas, son los grandes ausentes. Los olvidados.

Así lo denuncian a El Independiente altos cargos de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática, que atribuyen esta llamativa desmemoria del PSOE y Unidas Podemos a una decisión política vinculada con el intento de mimar ahora las maltrechas relaciones con Marruecos. Socialistas y morados han dado la callada por respuesta a la petición de donación cursada por las autoridades saharauis hace diez meses.

En una carta a la que ha tenido acceso este diario, la representación del Frente Polisario en España solicitó oficialmente el envío de los sueros. La misiva, dirigida a la Agencia Española de Cooperación Internacional, está fechada el 14 de diciembre de 2020, semanas antes incluso de que se recibieran las primeras vacunas y se iniciara la inmunización en territorio español. “Le traslado esta solicitud con mucha antelación ya que entendemos la complejidad y la sensibilidad de este asunto”, esboza el escrito.

Carta remitida a Exteriores por la representación del Polisario en España solicitando las vacunas E.I.

“En base a las recientes declaraciones de la ministra de Exteriores y el ministro de Salud en la que confirman la disposición del Gobierno de España a compartir con los países más pobres de su entorno el ‘exceso’ de dosis de vacunas Covid-19 una vez se complete el programa de vacunación establecido para la población española, me dirijo a usted para trasladarle con antelación que tenga a bien considerar al pueblo saharaui como receptor de ese exceso de vacunas”, esgrime el documento.

España, cero vacunas a los campamentos

La ausencia de respuesta a las peticiones saharauis vulnera los principios establecidos en el plan de acceso universal diseñado a principios de este año por los ministerios de Exteriores y Sanidad y que ya se está implementando, una vez que la vacunación de la población nacional supera el 79 por ciento y se registran excedentes de vacunas.

El documento gubernamental considera a la población refugiada y desplazada como prioridad de la «vacunación solidaria»

El texto, bajo el epígrafe de «Estrategia de respuesta conjunta de la cooperación española a la crisis de la Covid-19», considera como beneficiario prioritario de la “vacunación solidaria” a “la población refugiada, desplazada y solicitantes de asilo, especialmente en contextos humanitarios, en países en desarrollo”. Un supuesto en el que encajarían perfectamente los refugiados saharauis.

El programa, pactado entre ministerios, va más allá porque menciona directamente a la población saharaui al sugerir “la posibilidad de plantear y realizar acciones bilaterales en contextos humanitarios de especial interés o en los que la experiencia de la Cooperación Española pueda aportar valor añadido a las operaciones, como el de los refugiados saharauis”. Un escenario descartado por la realidad de los hechos.

Extracto del documento del Gobierno que detalla el plan de la llamada «vacunación solidaria», fechado en enero de 2021

Lo que resultaba primordial hace diez meses permanece hoy en un cajón. España, en cambio, ha proporcionado más de 6,5 millones de dosis de vacunas a naciones de América Latina, que estarían cubiertas en otras categorías del plan como “países menos adelantados” y “países socios de la Cooperación Española donde no esté garantizado el acceso del 20% prioritario de la población”.

Exteriores asegura que la decisión «aún no está tomada»

Fuentes del ministerio de Asuntos Exteriores señalan a este diario que la decisión respecto al envío a los campamentos «aún no está tomada”. “Los primeros a los que se la comuniquemos será, como es normal, a los propios interesados”, aseguran sin dar explicaciones de esta destacable demora. A pesar de las reiteradas peticiones efectuadas por este diario, ha resultado imposible recabar la valoración para este reportaje de Enrique Santiago, secretario de Estado para la Agenda 2030, en manos de Unidas Podemos y citado en la estrategia.

Razones políticas para la ausencia de ayuda

Desde los campamentos de refugiados saharauis, dependientes de la ayuda internacional, vinculan esta ausencia de respuesta a razones políticas. “No hemos obtenido respuesta a la solicitud que hicimos al Estado español”, confirma la ministra de Sanidad de la RASD, Jira Bulahi. “No hay ninguna razón que lo justifique salvo que no se tenga voluntad o no se pueda, pero igual que en otras cosas. No le ponemos cara al por qué”, agrega.

Bulahi, que fue previamente la máxima representante del Polisario en España, admite en conversación con este diario que “lo que pueda venir de España como Estado no nos sorprende” en una coyuntura marcada por la crisis diplomática entre Madrid y Rabat que desató la hospitalización en España del líder del Polisario, Brahim Ghali, y que costó el cargo de ministra de Asuntos Exteriores a Arancha González Laya. Su sucesor, José Manuel Albares, ha prometido restablecer los lazos y ha evitado cualquier gesto hacia los saharauis que pueda incomodar al siempre insatisfecho régimen alauí.

“No nos sorprende gobierne el color que gobierne. Es lo que hemos percibido durante todos estos años”, lamenta la dirigente de la RASD. “Afortunadamente durante los últimos meses se ha visualizado, dada la situación. Esto ocurre, sin embargo, desde hace 45 años y la del Sahara no es una cuestión en la que habría que buscar el beneplácito del país vecino. Marruecos fue el que nos invadió y el causante de muchos males, pero si no hubiese sido por la complicidad de España se hubiera restablecido ese orden internacional quebrantado”, arguye.

De nada ha servido para desbloquear la ayuda española la precaria situación sanitaria en la que se encuentra la ciudadanía saharaui. Según datos proporcionados a este diario, la población vacunada supera con poco el 0,50 por ciento del total, estimado en 176.000 personas. La cifra de los que al menos han recibido una dosis se eleva al 2,5 por ciento.

Desde primavera, a los campamentos han llegado 38.200 dosis de los sueros de AstraZeneca y Sinovac. La falta de disponibilidad y su recepción a cuentagotas han obligado a realizar hasta tres breves campañas de vacunación. La última arrancó el domingo a través de la red de dispensarios existente en los distintos campamentos. La escasez de dosis de AstraZeneca -de los que España tiene excedentes que están siendo enviados a Latinoamérica- ha obligado a suspender hasta esta semana la pauta completa de 3.200 personas.

«Desgraciadamente en el tema de la salud, la educación o la ayuda humanitaria, España siempre ha cedido mucho a costa del pueblo saharaui»
JIRA BULAHI, MINISTRA DE SANIDAD DE LA RASD

“No creo que sea una excepción lo de las vacunas. Lo de no posicionarse con lo que dicen las resoluciones sucesivas que visibilizan y dejan claro cuál es el derecho de los saharauis ha marcado la política de España”, denuncia Bulahi. “Desgraciadamente en el campo de la salud, la educación o en el de la ayuda humanitaria, España ha cedido muchísimo a costa del derecho del pueblo saharaui. Y se sigue haciendo”, alerta la ministra.

Para acelerar la inmunización de su población, la RASD se halla en negociaciones con Cuba, un país que se cuenta entre sus socios históricos y que mantiene misiones médicas en los campamentos. “En un momento determinado que no había vacunas nos hemos dirigido a diferentes países, incluido Cuba. Las dos vacunas de Soberana han tenido un alto porcentaje de eficacia, aunque en estos momentos no está siendo comercializada. La respuesta cubana ha sido positiva”, admite Bulahi.

El total de los sueros que han sido inoculados proceden de Argelia, el país que cedió el territorio sobre el que se asientan los campamentos. “Hemos trabajado conjuntamente con el Estado argelino y sus funcionarios nos han garantizado una vacunación prioritaria para los grupos de tercera edad y con patologías crónicas”, indica la ministra. La próxima vacuna que comenzará a distribuirse en los campamentos será la rusa Sputnik, también mediante mediación del citado país árabe.

Desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, las autoridades saharauis han contabilizado 69 fallecimientos y 1.672 contagios por coronavirus. Unas cifras bajas relacionadas con el cierre de las fronteras decretado por Argelia y una estrategia basada en la prevención. “En estos momentos quedan 7 pacientes en proceso de recuperación y 3 positivos que no han necesitado hospitalización y que se encuentran en aislamiento”, precisa.

Rechazo social a la vacunación

Uno de los principales desafíos, no obstante, es la sensibilización de una población reacia aún a la vacunación. “Nos preocupa que la gente no quiera vacunarse y estamos trabajando en el modo de mitigar esa realidad”, apunta a este diario Christian Dufourcq, coordinador de la Unidad de Crisis Humanitarias Olvidadas de Médicos del Mundo. La organización, con más de dos décadas de trabajo sobre el terreno en los campamentos, considera que otro de los retos es la escasez estructural de personal cualificado en el precario sistema sanitario saharaui.

Desde el punto de vista epidemiológico, la vacunación masiva en este mar de jaimas sería relativamente rápida a juzgar por la cifra de refugiados y añadiría seguridad a los desplazamientos con destino a España. Ya se ha restablecido un vuelo regular con Barcelona y el final de las restricciones en nuestro país incrementará las conexiones, suspendidas durante más de año y medio.

“Existe una interacción con la comunidad saharaui que viaja a España y el intercambio es permanente. Hay un puente indestructible con la sociedad española. Los festivos españoles son compartidos aquí en los campamentos porque son los momentos del año en los que llegan los vuelos charters. Los niños saharauis tienen dos familias, una aquí y otra allí”, señala Bulahi en referencia a los lazos creados por el programa de acogida “Vacaciones en paz”. «La vacunación sería clave», concluye.

*Francisco Carrión es periodista multimedia, editor y corresponsal en .Oriente Próximo. Coberturas en Libia, Egipto, Irak, Siria, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Turquía, Omán y Qatar

Artículo publicado en El Independiente y fue editado por el equipo e PIA Global