Este domingo 20 de octubre se estarán desarrollando las elecciones presidenciales en Moldavia. El sistema electoral prevé que si ningún candidato obtiene el 50% de votos en la primera vuelta, se deberá realizar una segunda vuelta. De acuerdo a las encuestas, es probable que ningún candidato/a logre la mayoría de votos el 20, por lo que, en ese caso, se desarrollaría la segunda vuelta el 3 de noviembre.
Ese mismo día también se celebrará el referéndum en donde la población moldava deberá decidir sobre la posibilidad de realizar cambios en la constitución del país para lograr la adhesión de Moldavia a la Unión Europea (UE).
La pregunta que va a estar en las papeletas es:
«¿Apoya usted cambiar la Constitución para que la República de Moldavia se una a la Unión Europea?» Al lado, se encontrarán las opciones “Sí” y “No”.
Es decir, el domingo se estará llevando a cabo una doble elección en el país euroriental, por un lado deberán elegir al nuevo o nueva presidente/a, y por otro, deberán decidir una reforma constitucional para cumplir con los requisitos de adhesión a la UE, por lo tanto elegir si quieren ingresar o no la institución de Bruselas.
La presidenta de la Comisión Electoral Central, Angélica Caraman, confirmó que “no hay segunda vuelta en el referéndum constitucional republicano”. El resultado se define el domingo 20 de octubre.
La adhesión a la UE ha sido un tema central y controversial para la población y política moldava como para los territorios autónomos, incluso para su país vecino, Rumanía que posee la ambición de anexionarse el territorio moldavo. A tal punto esta ambición, que Rumania le ha ofrecido a Moldavia la anexión de Chisinau a Bucarest como el camino más rápido y seguro para la incorporación de Moldavia a la UE.
El interés de la UE de incluir a Moldavia como miembro se intensificó luego del inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, no obstante los requisitos de las instituciones europeas son sumamente exigentes. Moldavia obtuvo el estatus de candidato el 23 de junio de 2022, junto con Ucrania. El apoyo o la oposición de la ciudadanía moldava a la adhesión a la UE ha ido variando de acuerdo a la situación política y económica que atraviesa el país.
De acuerdo a la encuesta realizada por iData Inteligente, el 54,5% está de acuerdo con la adhesión de Moldavia a la UE, mientras que el 32,4% se opone, y un 13,1% no contestó.
La empresa sociológica CBS Research realizó una encuesta a pedido de WatchDog en donde se indicó que el 55,1% de los ciudadanos se muestra a favor de la adhesión, mientras que un 34,5% se opone. Hay que aclarar que estas encuestas se realizan sobre un porcentaje poblacional que no es representativo, no obstante, no hay que subestimar el poder de las encuestadoras y los medios de comunicación que las replican.
Desde el ingreso de Maia Sandu como presidenta del país, en 2020, la política moldava ha cambiado de rumbo. Cortó vínculo con Moscú y afianzó la alianza con el bloque otanista mientras busca ingresar a la Unión Europea.
La UE ha estado presionando a Moldavia en su búsqueda para unirse a la institución europea. En este sentido, uno de los guiños europeos hacia Moldavia incluyó la declaración de Transnistria como un «territorio de Moldavia ocupado por Rusia» por parte del Consejo de Europa.
Recordemos que Moldavia y Transnistria se encuentran atravesando fuertes tensiones desde hace más de 30 años. Transnistria se autoproclamó independiente de Moldavia en la década de 1990, durante el fin de la Unión Soviética. Actualmente mantiene buenas relaciones con Rusia que incluye la acogida de la misión rusa para el mantenimiento de la paz en el Dniéster, con más de 1000 cascos azules, además de poseer el estatus de garante y mediador en el proceso de negociación. Transnistria posee un poco más de 460 mil habitantes, de los cuales aproximadamente 220 mil son ciudadanos rusos.
Transnistria posee la planta termoeléctrica Kuchurgan que utiliza gas natural ruso y con la cual suministra gran parte de la electricidad a Moldavia, es decir, la planta es una de las principales fuente energéticas de Moldavia. Esta dependencia energética de Chisinau con Transnistria posiciona a Moldavia en un lugar vulnerable en el contexto del actual gobierno que busca cumplir con los parámetros de la UE.
Parte de las exigencias de Bruselas a Moldavia incluyen cortar con el suministro energético ruso a través de Transnistria, lo que equivale a un gran porcentaje del consumo moldavo, y un motor económico para Transnistria. Algunos analistas creen que esta sería una forma de presionar a Transnistria para que abandone su “posición separatista” y expulse las tropas rusas. Por este motivo, la UE envió decenas de millones de euros para construir infraestructura y consolidar la conexión moldava a las redes energéticas europeas, construyendo líneas de alta tensión para conectarse con Rumanía, y de esta manera dejar de ‘financiar el separatismo en nuestro país’, dijo el ministro de Energía de Moldavia, Victor Parlicov.
Los transnistrios que posean pasaporte moldavo pueden ir a votar en estas elecciones, no obstante los controles fronterizos pueden ser una dificultad. Y, aunque Transnistria no se encuentre participando activamente en estas elecciones, si juegan un rol fundamental para el proyecto de país que propone cada candidato como así también para la adhesión a la UE.
Candidatos
Once candidatos se presentaron en estas elecciones para disputar la presidencia. En este artículo nos centraremos en los candidatos que según la prensa poseen más posibilidades de llegar a una segunda vuelta.
Maia Sandu, candidata del Partido de Acción y Solidaridad y actual presidenta de Moldavia, quiere ser reelecta para un segundo mandato, según la constitución actual, el último que podría tener de manera contínua.
Entre otros cargos, Sandu se desempeñó en la Oficina del Banco Mundial en Chisinau desde 1998 hasta 2005. En 2010 obtuvo una maestría en políticas públicas en la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard en los EEUU, y ese mismo año trabajó como asesora del Director Ejecutivo del Banco Mundial en Washington.
La primera vez que se presentó como candidata a presidenta fue en 2016, mismo año de creación del Partido de Acción y Solidaridad, no obstante no llegó al poder luego de que Igor Dodon obtuviera la mayoría de votos en la segunda vuelta.
En 2020, Sandu volvió a enfrentarse a Dodon, a quien venció en la segunda vuelta con el 57%, y así logró llegar a su primer mandato presidencial.
Sandu se caracteriza por ser quien abandera el proyecto de adhesión de Moldavia a la UE, con un perfil atlantista, proeuropea, fiel aliada al bloque otanista que aún sin formar parte de las instituciones europeas ha apoyado y aplicado las medidas contra Rusia.
La actual presidenta ha expresado su apoyo a Ucrania y condenado «la invasión rusa», aprovechando la ocasión para exigir la retirada de las tropas de paz rusas en Transnistria. Aunque ha sido cautelosa sobre la situación con Transnistria, también se ha mostrado confrontativa ya que parte de las exigencias de Bruselas para la adhesión de Moldavia consiste en reducir la «influencia rusa».
Este 10 de octubre recibió la visita de la reelecta presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen con el objetivo de fortalecer la campaña de la adhesión a la UE lanzando un Plan de Crecimiento.
“Una cálida bienvenida a Chisinau, querida Presidente @vonderleyen. Su visita reafirma el firme apoyo de nuestros amigos de la UE al futuro europeo de Moldavia. El Plan de Crecimiento que usted anunció ayudará a modernizar nuestro país y nos acercará a nuestro objetivo de adhesión a la UE en 2030”.
Otro apoyo de Bruselas a la candidata Sandu se dió el 11 de octubre cuando el Parlamento Europeo (PE) aprobó una resolución, con 508 votos a favor, 53 en contra y 104 abstenciones, en donde se afirma que de acuerdo a los servicios de seguridad de Moldavia, Rusia ha gastado alrededor de 100 millones de euros antes de las próximas elecciones para incitar a los moldavos a votar en contra de vínculos más estrechos con la UE. En la resolución también se deja explícita la petición del PE a los Estados miembros a que impongan más sanciones a Rusia por acciones desestabilizadoras en Moldavia.
En este sentido, Sandu twitteó:
“Acojo con satisfacción la resolución del Parlamento Europeo sobre Moldavia, que reconoce nuestro progreso y reafirma el camino de Moldavia hacia la adhesión a la UE. Agradezco a los miembros de la @Europarl_ES por esta fuerte demostración de confianza mientras continuamos nuestros esfuerzos para lograr este objetivo”.
Por otro lado, se encuentra el ex fiscal general de Moldavia, Alexandr Stoianoglo, candidato independiente que cuenta con el respaldo del Partido Socialista del expresidente Igor Dodon, quien cumplió funciones entre 2016 a 2020, es decir, antes que Maia Sandu.
Stoianoglo, nacido en la Unidad Territorial Autónoma de Gagaúzia, ha sido acusado de ser un agente proruso manejado por el Kremlin.
Stoianoglo posee una postura con enfoque más pragmático o equilibrado sobre la política exterior caracterizado por sostener la importancia del diálogo con Rusia asegurando que es necesario para los intereses económicos, comerciales y de cooperación de Moldavia, pero también construir buenas relaciones con la Unión Europa, y con otros actores internacionales claves como EEUU, Alemania y China. Resalta la importancia de construir prácticas políticas tanto con la UE como con la Comunidad de Estados Independientes (CEI), sin tener que alinearse tajantemente con un bloque geopolítico.
No se opone a la adhesión de la UE, PERO asegura que “no apoya la integración europea a cualquier precio”.
En una de sus últimas declaraciones, Stoianoglo afirmó que “hoy en día en toda Moldavia la vida del hombre común es extremadamente difícil, pero para los habitantes de Transnistria es aún más complicada”.
«El gobierno actual llamó a todos los habitantes de Transnistria «separatistas» y adoptó una ley en ese sentido. Luego, al establecer la integración europea como estrategia, prácticamente excluyeron de esta perspectiva a los habitantes de la región de Transnistria», declaró el candidato.
Respecto a Transnistria, Stoianoglo propuso un plan de 3 principios. «El primer principio. El diálogo. Todas las decisiones relativas a la región de Transnistria y sus habitantes deben tomarse exclusivamente a través del diálogo. Deben excluirse los discursos de odio y cualquier forma de discriminación contra los ciudadanos moldavos de Transnistria.
El segundo principio. El estatuto. El gobierno actual prácticamente ha abandonado sus obligaciones constitucionales e internacionales: resolver la cuestión de Transnistria sobre la base de un estatus garantizado constitucionalmente para la región. Es necesario volver a este logro esencial del proceso de negociación de todos los años anteriores.
El tercer principio. Paz y neutralidad. No existe ni puede haber una solución militar al problema de Transnistria. No importa quién intente usar la fuerza«.
Este domingo no será la primera vez que Sandu y Stoianoglo se enfrenten. En 2022, Stoianoglo fue destituido de su cargo como fiscal general por la propia Sandu. En octubre de 2021, Stoianoglo fue arrestado bajo los cargos de «abuso de poder, corrupción pasiva y falsificación de declaraciones», entre otros cargos. El Consejo Superior de Fiscales decidió suspenderlo basándose en una evaluación de desempeño que calificaba su trabajo como insatisfactorio.
En 2022, Sandu firmó un decreto oficial para removerlo del cargo, que justificó, ni más ni menos, como parte de los esfuerzos para reformar el sistema judicial y cumplir con las recomendaciones de la Unión Europea en materia de justicia. Por su parte, Stoianoglo, sostuvo su inocencia y ha asegurado que no existían bases legales en su contra sino que se trataba de motivos puramente políticos. A principios de este año, el ex fiscal general fue absuelto por el tribunal de primera instancia en el caso en el que se le acusaba de abuso de poder.
De acuerdo al periodista especializado en las relaciones de Rusia con los países postsoviéticos, Vladimir Solovyov, “tres días después de que Stoianoglo anunciara su candidatura, se supo que un tribunal moldavo iba a celebrar vistas en una causa penal contra él por presunto abuso de poder cuando era fiscal general. Hasta entonces, el caso no había evolucionado en dieciocho meses”.
El periodista también afirmó que “en 2023, Stoianoglo ganó un caso contra Moldavia en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que dictaminó que se había violado su derecho a un juicio justo. A día de hoy, el «caso Stoianoglo» sigue siendo una de las mayores vergüenzas del gobierno moldavo”.
El slogan de campaña de Stoianoglo es, no casualmente, “!Justicia para todos!”
¿Por qué son importantes estas elecciones en Moldavia?
Luego del repaso breve de los perfiles de los dos principales candidatos a disputarse la presidencia, no caben dudas de que estas elecciones son sumamente importantes para Moldavia ya que significa la elección entre dos proyectos de país y su futuro.
En estas elecciones se disputan dos proyectos muy distintos, uno atlantista europeísta que ambiciona el ingreso a la UE y su alineación con la OTAN; mientras que el otro asegura que Moldavia no debe alinearse con un bloque geopolítico en particular sino profundizar aquellos vínculos beneficiosos con los intereses de Moldavia.
La elección del proyecto de país impacta directamente dentro de Moldavia, pero también para la región, y, en especial, en los planes de la UE y la OTAN en su avance hacia el este europeo, intentando crear el cordón que bloquee el avance ruso y chino en Europa a través de la militarización de la región.
Está claro, que ambos proyectos de país, es decir, cualquiera de los candidatos que sea elegido puede tensionar la situación en la región.
¿Cuál es la importancia geopolítica de Moldavia?
Moldavia y Transnistria se destacan debido a su importancia geoestratégica actual, por su cercanía al Mar Negro, por compartir frontera con Rumania y Ucrania, en especial por su cercanía a la región de Odessa.
El Mar Negro separa Europa oriental de Asia occidental, conecta el Mar Egeo y el Mar Mediterráneo a través del Mar de Mármara mediante los estrechos turcos: Bósforo y Dardanelos. También está conectado al Mar de Azov a través del estrecho de Kerch.
Turquía, Bulgaria, Rumanía, Ucrania, Rusia y Georgia tienen costas en el Mar Negro.
El estrecho turco del Bósforo es la única salida de tráfico marítimo al exterior de cuatro países: Bulgaria, Rumania, Ucrania y Georgia, mientras que Rusia y Turquía tienen puertos comerciales y salida al exterior por otros mares.
El Mar Negro posee una importante fuente de recursos energéticos como petróleo y gas natural. También es el corredor de tránsito de los recursos energéticos del Mar Caspio hacia Europa.
En esta ruta de comercio y tránsito convergen diversas culturas, religiones y pueblos que han protagonizado confrontaciones en la región a lo largo de toda la historia. El Mar Negro supone una proximidad estratética, para varios actores internacionales, a la región Área Área Islámica, Los Balcanes, Asia e incluso el Magreb y África.
Predominar esta zona geopolítica supone tener un gran control sobre el espacio euroasiático.
Estados Unidos y la OTAN se han encargado de tener presencia allí. Poseen bases estadounidenses en Rumania y Bulgaria, realizan ejercicios militares anuales, brindan apoyo y entrenamiento a países aliados.
La OTAN ha declarado al Mar Negro como zona estratégica y se ha dedicado a ampliar su presencia militar en la zona. Y aunque Moldavia no posea salida directa al Mar Negro, su cercanía y fronteras compartidas con Rumania y Ucrania también los pone en el centro de interés otanista.
Ya sea para fortalecer el cordón de contención como para explotar las tensiones entre Moldavia y Transnistria.
En abril, Moldavia acogió el ejercicio militar JCET-2024 que tuvo como objetivo el entrenamiento conjunto e intercambio de experiencias entre las fuerzas especiales moldavas, rumanas y estadounidenses. Esto podría considerarse como un punto de violación al principio de neutralidad que posee Moldavia.
Incluso, Francia, con Macron a la cabeza, quien ya había anunciado su intención y decisión de enviar tropas a Ucrania, ya tiene tropas y tanques en Rumanía e incluso firmó, el 7 de marzo, un acuerdo de cooperación en seguridad y defensa con Moldavia en marzo.
Este acuerdo sucedió una semana después de que el Congreso de los diputados de la República Moldava Pridnestroviana (Transnistria) aprobara una resolución en donde solicitaba a Rusia «implementar medidas para proteger Transnistria en el contexto de la creciente presión por parte de Moldavia». Según el documento, Moldavia lanzó una guerra económica contra Transnistria, creando deliberadamente las condiciones previas para un déficit presupuestario multimillonario», en donde se incluye el bloqueo de suministros de medicamentos y equipos médicos con la “aspiración de destruir el sistema sanitario de Transnistria”.
Según Stephen Bryen, ex director de personal del Subcomité de Oriente Próximo del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos y ex subsecretario adjunto de Defensa para Política”, que hoy escribe en Asia Times, “Estados Unidos patrocina lo que denomina Diálogo Estratégico Moldavia-Estados Unidos en Chisinau”. Esto incluye cerca de 320 millones de dólares de EEUU en nueva asistencia económica, de seguridad y humanitaria para ayudar a Moldavia en especial en cuestiones como asistencia energética.
Según, Drago Bosnic , analista geopolítico y militar independiente, “la OTAN está tratando de extender sus tentáculos a Moldavia, muy probablemente con la esperanza de arrebatarle Transnistria en algún momento. Esto abriría la puerta a una participación más directa en Ucrania, en particular en la estratégicamente importante región de Odessa. Sin embargo, si Moldavia alguna vez se convierte en miembro de la OTAN (ya sea mediante la unificación con Rumania o mediante la adhesión directa), esto pondría a la alianza beligerante directamente en curso de colisión con Rusia”.
Repetimos, Rusia tiene más de 1000 cascos azules y aproximadamente 200000 ciudadanos en Transnistria, por lo que es evidente que Rusia no se quedaría en silencio y quieto en caso de un posible ataque a Transnistria, aunque tampoco se encuentra en condiciones logísticas para llegar tan fácil a Transnistria, aún carece de una llegada directa por tierra hacia esa región. Ese “puente terrestre” que conectaría a las fuerzas armadas rusas con Transnistria es la región de Odessa.
“Sin el control sobre Odesa, la OTAN no puede tener proyección de fuerza en la región del Mar Negro ni esperar resucitar a Ucrania como un puesto avanzado antirruso. Tampoco puede la OTAN avanzar hacia el Transcáucaso y el Caspio (frontera con Irán) y Asia Central sin dominar la región del Mar Negro”, explica Bhadrakumar.
El experto también explica que “por las mismas razones, Rusia tampoco puede permitirse ceder la región del Mar Negro a la OTAN. Odesa es un eslabón vital en cualquier puente terrestre a lo largo de la costa del Mar Negro que conecte el interior de Rusia con su guarnición en Transnistria, Moldavia (que EE.UU. tiene en el punto de mira como posible miembro de la OTAN.) De hecho, la seguridad de Crimea estará en peligro si fuerzas hostiles se establecen en Odesa. (El ataque al puente de Kerch en octubre de 2022 se organizó desde Odesa)”.
Otro punto de importancia de la región de Odessa, además de ser un lugar ideal para atacar barcos en el Mar Negro (e incluso a Crimea), radica en que forma parte escencial en el corredor norte-sur haciendo posible la conexión entre Mar Bálitco (actual lago privado de la OTAN) y el Mar Negro (territorio en disputa).
Estas elecciones se juegan no sólo el futuro del país moldavo sino también el acontecer geopolítico de la región. Una región que involucra un pais desgastado por la guerra (Ucrania); un actor de la OTAN con muchisimas ganas de participar en la misión otanista (Rumania); un país con tensiones históricas internas tanto con Rumania como con Transnistria y Gagaúzia (Moldavia); a Transnistria con una fuerta resistencia soberana y con fuertes vinculos con el principal enemigo de la OTAN (Rusia); ubicado en una zona estratégica (Mar Negro) y en una región sumamente importante en el enfrentamiento actual para todos los actores involucrados (Odessa).
*Micaela Constantini, periodista y parte del Equipo de PIA Global.
Foto de portada: PIA Global.
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