Las declaraciones de Donald Trump en diciembre de 2020 dieron alas a Marruecos, que se vio respaldado por la primera potencia mundial, y salpicaron a España, cuya postura ha sido tradicionalmente la de celebrar un referéndum por la cuestión del Sahara Occidental, siempre en línea con lo que emanaba de la ONU.
Los hechos ocurridos en Ceuta, en el mes de mayo con una profunda crisis migratoria en la que más de 8 mil africanos cruzaron la frontera, mientras las autoridades fronterizas marroquíes miraban para otro lado hicieron que el gobierno de España buscará el apoyo de Estados Unidos para poner fin a la crisis diplomática que se generó con Marruecos. Es por ello que la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, tuvo una comunicación telefónica con Antony Blinken, al que pidió ayuda después de los problemas que ocasionó la Administración Trump durante su mandato al reconocer la soberanía de Rabat sobre el Sáhara Occidental.
En torno a esta problemática la semana puede comenzar con un primer encuentro entre el presidente del gobierno español Pedro Sánchez y Joe Biden al margen de la cumbre de la «OTAN», en este encuentro se abordará, entre otras cosas, la cuestión del Sáhara Occidental. Sánchez buscará, durante esta reunión, persuadir al presidente de Estados Unidos para que revoque la decisión de Trump de otorgar a Marruecos la supuesta soberanía sobre el Sáhara Occidental.
En medio de una crisis diplomática sin precedentes entre España y Marruecos, sin interlocución entre los ministerios de Exteriores y con el diálogo circunscrito a cuestiones técnicas, el Gobierno de Pedro Sánchez ve con alivio que las maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Marruecos, que comenzaron en territorio marroquí, no pisan el Sáhara Occidental. En el Ejecutivo lo interpretan como la señal de que Joe Biden enfría el reconocimiento a la soberanía marroquí sobre el territorio anunciada por Donald Trump en sus últimos días de mandato en la Casa Blanca. Las operaciones «African Lion 2021» no cruzarán la frontera marroquí, así lo dispuso el alto mando del Pentágono lo que se interpreta como una señal positiva de la administración norteamericana.
Si bien Biden permanece en una cierta indefinición, de la que deberá salir en pocos meses, cuando el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas examine en octubre la situación en el Sáhara Occidental para la renovación del mandato de la MINURSO, las señales, que aún por mínimas que sean, parecen positivas para la RASD.
La realidad sobre el apoyo de Washington a Rabat en el tema del Sáhara Occidental, es totalmente diferente de lo que parece, de hecho las relaciones entre Marruecos y EE.UU tienen muchas más fisuras de las que puede parecer.
En este contexto, la comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes de los EE.UU, controlada por los demócratas, mantiene hasta el momento bloqueadas dos iniciativas clave contenidas en el acuerdo por el que Marruecos vio súbitamente realizada su vieja aspiración del reconocimiento de su soberanía sobre el Sáhara Occidental: la apertura de un consulado estadounidense en Dajla ocupada y la venta de drones armados MQ-9B al gobierno de Rabat. En este sentido es que el Comité de Asuntos Exteriores en el Congreso americano duda de la necesidad de ese consulado, teniendo en cuenta la escasa actividad en la zona, y sospecha que su solo cometido sería el de existir y confirmar la soberanía marroquí sobre el territorio que ocupa desde la salida de España en 1975.
En este sentido, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, anunció que la administración Biden no continúa con las políticas de la administración anterior en el Sáhara Occidental. Price prácticamente ha confirmado que la actual administración estadounidense congelará la decisión de Trump en el Sáhara Occidental, sin dar más detalles. «Cuando se trata del Sáhara Occidental, estamos consultando en privado con las partes implicadas sobre la mejor manera de detener las hostilidades y lograr un acuerdo duradero. No tengo nada más que anunciar en este momento», dijo en rueda de presa.
Marruecos comienza a pagar su ira descontrolada
Tras intentar imponer el reconocimiento otorgado por Trump a la comunidad internacional. El régimen marroquí se ha quedado solo »atrincherado» defendiendo el “tuit-declaración” de Trump, ya que ni siquiera el país que se lo otorgó apoya la decisión tomada en los últimos días de la era Trump y que solo ha servido para aislar a Marruecos.
En el último mes han sido varios los golpes, duros por cierto, que ha recibido el régimen marroquí, desde la falsa acusación de Brahim Ghali hasta la condena por usar la inmigración como arma política para presionar a España. A ello le han precedido el aislamiento en la Unión Africana que aprobó históricas resoluciones apoyando a la RASD, la firmeza de España y Alemania en no aceptar la declaración ilegal de soberanía sobre los territorios saharauis. A todo esto ahora se le suma la posición contundente del Parlamento Europeo además de la posición que va tomando la Casa Blanca, alejándose cada vez más de la aventura de Trump. También Rusia le ha dado la espalda a la corona marroquí al expresar que la única solución posible es aquella que dicta la ONU, es decir: la libre determinación del pueblo saharaui.
El Parlamento Europeo aprobó por unanimidad (397 votos a favor) una resolución que condena a Marruecos por el uso de menores en la reciente crisis migratoria de Ceuta, denunciando “el uso de los controles fronterizos, la migración y los menores no acompañados” como “presión política” contra un estado miembro, en este caso España. Mostrando su respaldo al país ibérico y reafirmando que su posición sobre el Sáhara Occidental no va a cambiar, en respuesta a las declaraciones del canciller Bourita de »España debe aclarar su posición sobre el Sáhara Occidental» y anteriormente, »la UE debe salir de su zona de confort»
Así mismo el Ministerio de Exteriores de Rusia confió en que España y Marruecos, con «buena voluntad», puedan resolver por medios diplomáticos la crisis política abierta entre ambos en las últimas semanas, pero además advirtió que cualquier cambio en el reconocimiento sobre el Sáhara Occidental debe llegar de la mano de la ONU, dándole un sentido institucional a la problemática. La portavoz de la diplomacia de Moscú, Maria Zajarova, criticó ante los medios la decisión de la anterior administración estadounidense de reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, entendiendo que «perjudica el marco legal internacional». Las autoridades rusas han insistido en la defensa de un referéndum patrocinado por las Naciones Unidas. De este modo se garantizaría la aplicación de las resoluciones de la organización internacional.
Este mismo mes está previsto que el TJUE tome una decisión respecto a la demanda interpuesta por el Frente Polisario a los acuerdos agrícolas y pesqueros de la UE con Marruecos por incluir los territorios ocupados saharauis, el TJUE deberá tomar una decisión, la cual no podrá contradecir a su propio tribunal ya que anteriormente había señalado que el Sáhara Occidental es un territorio distinto y separado de Marruecos. Recientemente, se supo que el TJUE había cancelado las importaciones de productos originarios de los territorios palestinos ocupados apoyándose en una decisión del 2019. Es el mismo caso que el del Sáhara Occidental, incluso el mismo tribunal dijo en posteriores declaraciones que «Estos principios se aplicarían, por ejemplo, al Sáhara Occidental, que está ocupado por Marruecos. Simplemente buscábamos que la UE respetara el derecho internacional.»
Hay que destacar que el 91,5% del total de los ingresos de pesca del Reino de Marruecos provienen de los caladeros del Sáhara Occidental, caladeros que la misma UE y TJUE consideran saharauis, de ahí la preocupación marroquí y su vandalismo diplomático de estas últimas semanas. El Parlamento Europeo allana el camino para que el TJUE excluya la extensión de los territorios del Sáhara Occidental del acuerdo comercial con Marruecos. La debacle diplomática marroquí evidencia problemas mucho más graves en Rabat que el gobierno se esfuerza en ocultar. Ni siquiera Francia, su aliado más acérrimo pudo intervenir a su favor, de hecho, el partido de Macron (LREM) votó a favor de condenar a Maruecos por usar menores en el asalto de Ceuta.
La esperada condena de la UE al reino de Maruecos fue la portada en todos los medios españoles y europeos. Una decisión difícil de digerir por el régimen de Mohamed VI y su Majazen tras su nefasta política de chantaje en la que usa a menores e inmigrantes africanos para asaltar las fronteras europeas en Ceuta y Melilla. El parlamento de Europa en consenso castigó y advierte al régimen que debe respetar los derechos humanos. El Parlamento le reclama a Rabat respeto ante la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y le recuerda la inviolabilidad de las fronteras de los Estados miembro de la Unión Europea. La euro cámara afirma que “Ceuta es una frontera exterior de la Unión cuya protección y seguridad concierne a la Unión en su totalidad«
Un origen lejano en el tiempo pero cercano en los hechos
Las maniobras militares son otro elemento más de presión de Marruecos ante España, aparte de la migratoria, y que ya comenzó desde el mismo momento que Marruecos se independizó de Francia. Incluso antes, como bien explica Emilio Marín en su Atlas «Ifni, Sáhara, Guinea, Últimas colonias». Así, en 1953, cuando Marruecos aún estaba bajo protectorado francés, el sultán Yusuf, abuelo del actual rey de Marruecos, fue obligado a exiliarse. Sin embargo, sus partidarios encontraron apoyo en la zona española del Sáhara. Pero una vez de vuelta a Marruecos, donde se proclamó primero emperador y después rey con el nombre de Mohamed V, permitió los ataques a la parte española a través de su Ejército de Liberación.
Así que cuando Marruecos consiguió la independencia intentó hacerse con el enclave español de Sidi ifni en 1957. Pese a que los españoles ganaron la guerra, muriendo 300 de ellos, a los pocos meses Franco entregó a Marruecos, sin conseguir nada a cambio, Cabo Juby, más al sur; y finalmente Sidi Ifni en 1969. En 1975 y desde hace años atrás que el Sáhara español sufre los ataques de los independentistas del Frente Polisario por un lado y los de Marruecos por otro. A esto se suma la presión de la ONU para descolonizar el territorio. Así pues, España prepara para mayo de 1975 el referéndum de autodeterminación. Marruecos maniobra para que no se realice. Hasta que, aprovechando que España estaba con el dictador moribundo y camino a la inestabilidad política, utiliza a su población civil, escoltada por militares y respaldada por los EE.UU. para ocupar el Sáhara.
El apoyo de EE.UU. a Marruecos era para contrarrestar la cercanía de Argelia al bloque soviético. A ello se suma las corruptelas del régimen franquista. La razón, el ministro era el que administraba los negocios en España del rey Hassan II. El caso es que España sale a toda velocidad del Sáhara Occidental dejando tras de sí un problema que aún hoy se sigue arrastrando.
Con una población, un pueblo, los saharauis, que fueron abandonados a su suerte sin permitirles decidir su futuro. Marruecos aparte de quedarse con los bancos pesqueros también se hizo con las minas de fosfatos, un mineral fundamental para los fertilizantes. De hecho, se apropiaron de los yacimientos que descubrió y sus infraestructuras. España fue el constructor de la cinta transportadora más larga del mundo, que va desde las minas de Bucraa hasta el puerto del Aaiun.
La presión de Marruecos no descansa y España no ha dejado de ceder ante las presiones marroquíes. De hecho, es el gran valedor del reino alauita ante La Unión Europea, o al menos lo era hasta esta decisión unánime de condena al régimen marroquí por parte de la UE.
Quizás la hora del cambio haya llegado para el pueblo saharaui de la mano de su incansable lucha por la libertad y la autodeterminación y por su puesto por el accionar de jugadores clave en la política internacional. El papel de la UE, los EEUU, y por supuesto las resoluciones de la ONU serán claves en el futuro del Sahara Occidental.
Nota:
*Docente, profesor de Comunicación social y periodismo, Licenciado en Comunicación social, UNLP, Miembro del Equipo de PIA Global