Su principal rival, el Bloque Electoral de Comunistas y Socialistas, consiguió el 27,23% de los votos y el partido Sor, el 5,75%.
De momento, Acción y Solidaridad, a la que pertenece la presidenta del país, Maia Sandu, se quedará con 62 o 63 escaños de los 101 que tiene el Parlamento, los socialistas con 22, los comunistas con 10 y Sor con seis o siete.
Mientras, 51 escaños son suficientes para que un partido forme gobierno.
A la vez, Acción y Solidaridad no logró los 67 escaños que se requieren para enmendar la Constitución, en particular, renunciar a su estatus neutral para ingresar en la UE o la OTAN.
La CEC informó igualmente que la participación en las elecciones, celebradas el 11 de julio, se elevó al 48,41%.
El líder de Acción y Solidaridad, Igor Grosu, anunció que tiene la intención de formar gobierno cuanto antes y proclamó que los resultados de su partido representan una victoria sobre la corrupción.
Grosu aseguró que su partido realizará una auditoría de todas las instituciones públicas, incluido el gobierno, «para entender a dónde acaba de parar el dinero».
Igualmente, llamó a castigar a los que cometieron infracciones durante los comicios.
Sin embargo, el secretario general del consejo la Asamblea Interparlamentaria de la CEI, Dmitri Kobitski, afirmó que los observadores de la CEI no constataron infracciones.
Por su parte, el expresidente del país y uno de los líderes del Bloque Electoral de Comunistas y Socialista, Igor Dodon, reconoció su derrota y felicitó a sus rivales.
Dodon señaló que su Bloque formado en pasado mayo se convertirá en «oposición profesional».
Artículo publicado en Sputnik.
Foto de portada: © REUTERS / Vladislav Culiomza.