Elecciones 2023 Europa

El partido gobernante del presidente Vucic gana en las elecciones parlamentarias en Serbia, para enfado de liberales y globalistas

PIA Global comparte el anállisis de la victoria con más del 46% de votos del “Partido Progresista Serbio”, que aventaja en más de 23 puntos a su rival, la coalición “Serbia Contra la Violencia”.

Por supuesto, como el vencedor en las elecciones no era el favorito de los globalistas occidentales, todos sus medios apuntan a que simplemente ha ganado el partido de un presidente corrupto y autoritario. Ya saben: Si no ganan los suyos, entonces ganaron los malos.

Solo hay que ver cuán felices están en la UE por el nombramiento del globalista Donald Tusk como primer ministro de Polonia. No hay “países malos” siempre que los suyos sean los que gobiernan. Una vez tocan poder, de repente todo son buenas palabras hacia el delegado en el mando.

Volviendo al tratamiento mediático que han recibido estas elecciones, caben destacar dos párrafos de un artículo de Reuters:

“Serbia, candidata a ingresar en la Unión Europea, debe primero normalizar las relaciones con Kosovo […]. Las conversaciones entre Belgrado y Pristina, mediadas por la UE, están estancadas y las tensiones siguen siendo elevadas.

Serbia también debe erradicar la corrupción y la delincuencia organizada, liberalizar la economía y alinear su política exterior con la de la UE, incluida la introducción de sanciones contra su tradicional aliado Rusia por su invasión de Ucrania”.

¿Esto es periodismo o una agencia de órdenes globalistas hacia Serbia? Básicamente señalan lo que debe hacer el país balcánico, aunque vaya en contra de su misma integridad territorial.

También le achacan corrupción y delincuencia organizada (un típico tópico de los Balcanes), pero cuando se trata de un “país amigo” entonces les da por ocultarla si es necesario para una campaña mediática. Como por ejemplo hicieron con Ucrania durante todo 2022, que de repente se convirtió en un país democrático ejemplar. Ya para 2023, con la bajada del tirón mediático, comenzaron a hablar de que no es tan ejemplar como dijeron.

El gran remate de ese “artículo periodístico” es la afirmación de que Serbia debe liberalizar su economía, alinearse con la política exterior de la UE e incluso sancionar a su aliado, Rusia. Es el epítome de las injerencias mediáticas y políticas en un país soberano.

Bajo la excusa de hablar de sus elecciones recientes, proceden a culminar, con total descaro y ninguneo, a señalar todo lo que Serbia debe hacer. ¿Pero aquí quién decide el rumbo político? ¿Para qué votar a un gobierno si el contubernio globalista procede a repartir órdenes desde sus estamentos político y mediático?

También cabe destacar, que al igual que en el caso polaco, desde el gobierno de Vucic quisieron congraciarse con occidente, pero nunca ha sido ni será posible. Los globalistas no quieren una Serbia fuerte, como tampoco una Polonia fuerte, sino países débiles y desunidos, que sirvan por completo a los intereses de la élite liberal y sean gobernados por sus más fieles intermediarios.

En caso contrario, siempre continuarán haciendo presión, difamando y destruyendo a los países objetivo desde dentro y desde fuera. Nunca se detendrán. Como tampoco nunca nos detendremos nosotros, y seguiremos siendo el azote del globalismo.

Artículo publicado originalmente en Noticias Bravas.

Foto de portada: extraída de Noticias Bravas.

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