Crisis Climática Europa

El Parlamento Europeo etiqueta como “verdes” las inversiones en gas y energía nuclear

Por El Salto –
La Eurocámara vota a favor de la propuesta de la Comisión Europea de equiparar el gas y la nuclear a las renovables en su taxonomía de inversiones sostenibles.

Mala noticia para el ecologismo. El Parlamento Europeo ha votado este miércoles que las inversiones tanto en un combustible fósil como es el gas como en energía nuclear sean consideradas “verdes”. Lo ha hecho al rechazar un veto a la inclusión de estas dos fuentes energéticas en la taxonomía de la UE que clasifica oficialmente cuáles son las inversiones ambientalmente sostenibles.

La decisión supone que plantas e infraestructuras gasísticas y nucleares podrán recibir inversiones y subvenciones que hasta ahora solo podían recibir las energías renovables, lo que impulsará el desarrollo de ambas tecnologías, algo que supone un paso atrás para las organizaciones ecologistas y del movimiento por el clima. Greenpeace ya ha anunciado que emprenderá acciones legales contra la Comisión Europea y su propuesta. “Es una política sucia y un resultado escandaloso etiquetar el gas y la energía nuclear como verdes y hacer que siga fluyendo más dinero a la caja de guerra de Putin, pero ahora lucharemos contra esto en los tribunales”, ha señalado Ariadna Rodrigo, responsable de la campaña de finanzas sostenibles de la ONG en la UE.

Entre las infraestructuras que ahora pasarán a ser consideradas sostenibles y en consonancia con la estrategia europea de descarbonización se encuentran las centrales nucleares actualmente en construcción y las que se levanten hasta 2045, así como los proyectos y centrales de gas hasta 2030. Si el Consejo Europeo no se opone, la decisión tomada hoy entrará en vigor el 1 de enero de 2023.

Triunfo del lobby fósil

Las primeras reacciones a la decisión —que se ha ganado con 328 votos frente a 278, con 33 abstenciones— no se han hecho esperar. El coportavoz de Verdes Equo y exeurodiputado por Los Verdes en el Parlamento europeo, Florent Marcellesi, ha calificado la votación como “un gran paso hacia atrás para el Green Deal y la lucha climática” y acusaba a “los lobbies de las energías sucias” de salirse con la suya “gracias a los conservadores, liberales y extrema derecha”.

Por su parte, el coordinador federal de Alianza Verde, Juantxo López de Uralde, considera que la votación es “un resultado desastroso” ya que “manda un mensaje erróneo frente a la necesidad de acelerar y profundizar en la verdadera transición verde basada en las energías limpias”. “Esta decisión perjudica a España, ya que detrae recursos de las renovables para dedicarlos a energías convencionales”, añadía, remarcando que la resolución no solo retrasa la transición energética al apostar por un combustible fósil como el gas, sino que ignora los problemas asociados a la energía nuclear como la generación de residuos radiactivos.

La posición de las cinco grandes ONG ambientales españolas —Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO Birdlife y WWF— ha sido clara desde que se conoció la propuesta de la Comisión ha principios de año. Por ello, solicitaron a los europarlamentarios españoles que en la votación en el Parlamento Europeo se posicionaran en contra del gas y la nuclear, algo que no ha ocurrido en las filas más conservadoras.

Asimismo, ONG como Environmental Coalition on Standards (ECOS) lamentan que la votación de hoy permitirá un mayor lavado de cara verde de industrias muy alejada de ser sostenibles. “Esta decisión resultará en un lavado verde masivo patrocinado por el estado”, ha denunciado por su parte Mathilde Crêpy, gerente de Programas en ECOS. Es una idea de la que también se han hecho eco políticos como Uralde: “Por mucho greenwashing que se haga, el gas y la nuclear no van a ser verdes por decreto”, ha denunciado el coordinador de Alianza Verde.

Las alusiones al greenwashing son especialmente llamativas, ya que, precisamente, según la propuesta de la Comisión Europea, uno de los objetivos del Reglamento sobre taxonomía es “evitar el lavado de imagen ecológico de las empresas”.

La ironía tampoco ha faltado en las reacciones. Eloy Sanz, investigador centrado en las renovables y la captura de carbono y revisor experto del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, ha señalado tras conocerse la decisión: “Finalmente, el Parlamento europeo ha decidido que los combustibles fósiles (gas) y la energía nuclear sean incluidos en la taxonomía de inversiones verdes europea. Mañana posiblemente consideren a las patatas fritas como ensalada”.

El Reglamento de Taxonomía de la UE 2020/852 es un instrumento del Pacto Verde europeo que establece un sistema de clasificación de las actividades económicas como “ambientalmente sostenibles”. Su objetivo teórico es canalizar los flujos de capital privado y las subvenciones hacia actividades que vayan encaminadas a lograr la neutralidad climática de la UE en 2050 en el marco de la estrategia Fit for 55, por la que los 27 pretenden reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 55% para 2030.

Artículo publicado en El Salto.

Foto de portada: Acción de Greenpeace en la planta regasificadora de Mugardos, Galicia. Foto: Greenpeace /MarioGómez

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