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El nuevo rostro del orientalismo: “Comportarse civilizadamente”

Por Orçun Göktürk*- El embajador de Estados Unidos en Turquía y enviado especial a Siria y Líbano provocó un debate con sus declaraciones en una conferencia de prensa en Beirut.

En los últimos días, Tom Barrack, embajador de Estados Unidos en Ankara y también enviado especial para Siria, intentó dar una lección de civilización durante sus declaraciones a periodistas en el Líbano. En una conferencia de prensa en Beirut, el representante de un país imperialista empapado en sangre perdió la compostura ante preguntas apremiantes y declaró: «En cuanto esto se vuelva caótico y salvaje, nos vamos. Compórtense con civilidad, sean amables, sean tolerantes».

Las palabras de Barrack fueron, con razón, duramente criticadas por periodistas y asociaciones profesionales del Líbano. El Sindicato de Periodistas calificó la declaración de “inapropiada” y exigió una disculpa, mientras que los sindicatos de prensa llamaron al boicot. Ante la intensificación de las reacciones negativas, Barrack se vio obligado a retractarse, alegando que no tenía intención de insultar.

Pero ¿por qué estas palabras provocaron una reacción tan fuerte? Porque la frase «comportarse civilizadamente» puede parecer, a primera vista, un llamado a la cortesía, pero en esencia refleja una perspectiva orientalista profundamente arraigada. Esta retórica es una manifestación típica de la imposición por parte de Occidente de sus propios criterios de «civilización» como valores universales, posicionando a los pueblos, periodistas y sociedades de Oriente Medio como un «otro» que necesita ser civilizado.

Como señaló Edward Said, el orientalismo no es solo una forma de producción de conocimiento, sino también un discurso de poder. Las palabras de Barrack reproducen la jerarquía que define lo «occidental» como civilizado y lo «oriental» como potencialmente caótico y animal. Este lenguaje forma parte de una reivindicación más amplia de superioridad cultural que legitima la presencia política estadounidense en Oriente Medio.

Violaciones de los derechos humanos en Estados Unidos

La situación del país desde el que Barrack intentó impartir su lección de civilización es, de hecho, desoladora. El Informe sobre Violaciones de Derechos Humanos en Estados Unidos, publicado anualmente por China , pone al descubierto la hipocresía de dicha retórica occidental. El último informe, publicado el 29 de mayo de 2024 por la Oficina de Información del Consejo de Estado de China, examina en detalle el historial de derechos humanos de Estados Unidos. Analicemos algunas conclusiones clave:

Violencia armada y tiroteos masivos: El derecho a la vida de los civiles se ve cada vez más amenazado. A lo largo de 2023, decenas de miles de personas perdieron la vida debido a la violencia armada (un promedio de 117 personas mueren a diario en enfrentamientos armados).

Brutalidad policial y falta de responsabilidad judicial: muchos grupos minoritarios, especialmente las poblaciones negras y latinas, enfrentan violencia policial, mientras que el sistema judicial a menudo deja tales violaciones impunes.

Encarcelamiento masivo: aunque Estados Unidos representa el 5% de la población mundial, alberga el 25% de la población carcelaria del mundo, lo que lo convierte en el país con el mayor número de presos.

Desigualdad económica y social: El fenómeno de los “trabajadores pobres” está en aumento. El acceso a la atención médica y la vivienda está cada vez más a merced del mercado. (Además, casi 700.000 personas no tienen hogar, aproximadamente el 16% de la población infantil, equivalente a 2,4 millones de niños, vive en la pobreza, y 26 millones carecen de seguro médico. Millones de personas están atrapadas en la crisis de las drogas, y hay más de 35.000 casos de niños desaparecidos cada año).

Polarización política: La manipulación electoral, la privación del derecho al voto y la violencia política están en aumento. El «modelo de democracia» estadounidense se está pudriendo desde dentro.

Racismo y discriminación: los afroamericanos, los asiático-americanos, los inmigrantes y los pueblos indígenas enfrentan una discriminación sistémica.

Violaciones internacionales: Las sanciones unilaterales, las iniciativas de ocupación y las intervenciones militares en la política exterior de Estados Unidos violan el derecho a la vida de millones de personas en todo el mundo (el número total de muertos en la “guerra contra el terrorismo” librada en el extranjero después del 11 de septiembre es de entre 4,5 y 4,7 millones).

Doble moral y orientalismo global

La declaración de Barack Obama sobre “comportarse civilizadamente” en el Líbano y las violaciones reveladas en el informe de China son, de hecho, dos caras de la misma moneda. Por un lado, un discurso degradante disfrazado de lección de civilización; por otro, políticas y prácticas que destruyen la vida de cientos de miles de personas en el país y en el extranjero.

El enfoque orientalista actual de Occidente no es solo arrogancia cultural, sino también un instrumento político. Sin embargo, documentos como el informe de China ofrecen maneras de exponer esta hipocresía en el ámbito internacional.

En conclusión, quienes pretenden dar lecciones de civilización deben examinar primero su propio historial en materia de derechos humanos. Frente al lenguaje diplomático que reproduce perspectivas orientalistas y las políticas hegemónicas que arrastran al mundo a conflictos sangrientos, la creciente ola antiimperialista y la solidaridad de las naciones oprimidas se oponen a quienes pretenden sermonearles sobre civilización hoy.

*Orçun Göktürk graduado en Economía en la Universidad Gazi de Ankara. Cuenta con una Maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad de Negocios y Economía Internacionales (UIBE) de Pekín, donde escribió una tesis titulada “¿Cómo influye la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China …?”.

Artículo publicado originalmente en United World.

Foto de portada: Gobierno Libanés

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