Europa

EL ‘LOBBY’ DE LAS FARMACÉUTICAS PRESIONA A LA UE PARA QUE RECHACE LA SUPRESIÓN DE LAS PATENTES DE LAS VACUNAS DE LA COVID

Por Beatriz Asuar Gallego* – Aumentan las voces que piden que se liberen las patentes durante la pandemia para que las vacunas lleguen a los países más pobres.

Un trabajador de salud prepara dosis de la vacuna de Astrazeneca contra la covid-19, en la cuadra de Portela, una de las comparsas de carnaval más tradicionales de Río de Janeiro (Brasil).
Un trabajador de salud prepara dosis de la vacuna de Astrazeneca contra la covid-19, en la cuadra de Portela, una de las comparsas de carnaval más tradicionales de Río de Janeiro (Brasil).

 

Cuando India y Sudáfrica propusieron hace seis meses la supresión de las patentes de las vacunas contra la covid-19 casi no se hablaba de ello en la esfera pública. Pero ahora la situación ha cambiado mucho y ambos países, junto a decenas de organizaciones internacionales, han conseguido recabar más apoyos en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y entre la sociedad civil. Estados Unidos (EEUU), tras el cambio de presidente de Donald Trump a Joe Biden, se ha abierto a este debate. También el Gobierno de España ha dado un giro de discurso hasta el punto de que Pedro Sánchez ha afirmado que se está trabajando en una propuesta para la Unión Europea (UE) y OMC. Sin embargo, las farmacéuticas están presionando para que esto no sea posible y la mayoría de los países ricos continúan protegiendo los intereses de las grandes compañías.

El panorama se divide así: países de rentas bajas y medias que apoyan la supresión de la patente y que cuentan con apoyo de organizaciones internacionales y personalidades relevantes frente a los países ricos y las grandes farmacéuticas. Una división clara e histórica que ha impedido en muchas ocasiones ya que los más pobres accedan a medicamentos y vacunas. El debate, y el proceso, es muy complejo pero urgente porque los países ricos han vacunado a una de cada cuatro personas, mientras los países con menos recursos solo han llegado a administrar dosis a una de cada 500 personas, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Corporate Europe Observatory (CEO) publicó la semana pasada un informe en el que describen los argumentos que utiliza el lobby de las grandes farmacéuticas para presionar a la Comisión Europea (CE) sobre este asunto. Según el documento, realizado tras una revisión de las actas de varias reuniones, hay un mensaje central que se ha utilizado para convencer de que no hay que liberar las patentes: ‘Todo está en buenas manos, la industria se asegurará de que las vacunas lleguen a todos en todo el mundo, no hay necesidad de medidas extraordinarias. Confía en nosotros’. En una reunión del mes de diciembre el lobby llegó a pedir a la CE que se rechazara claramente la propuesta en la OMC al calificar de «extrema» la medida.

Según los documentos que ha publicado el CEO tras la investigación, el gran grupo de presión farmacéutica que ha influido en la Comisión Europea en estos asuntos es la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA), un lobby que tiene una «amplia influencia en la toma de decisiones de la UE». «Si bien no fue una sorpresa encontrar a la EFPIA luchando contra cualquier flexibilización de los derechos de propiedad intelectual (esta ha sido su prioridad durante la pandemia), los argumentos resultaron ser tan descarados y egoístas que hoy en día es difícil tomarlos como algo que no sea ridículo y manipulador», exponen desde CEO. Miembros de Pfizer, Johnson & Jhonson y AstraZeneca forman parte de la Junta Directiva de EFPIA, como se puede comprobar en la página web del gran grupo.

Varias fuentes europarlamentarias consultadas explican que la relación de la EFPIA y la Comisión Europea es muy «estrecha», sobre todo durante la pandemia, tal y como reflejan también los documentos internos que ha obtenido el CEO que muestran que ha habido «discusiones regulares sobre temas políticos». «La EFPIA se reunía con frecuencias con funcionarios de la UE para discutir cómo asegurar normas más estrictas sobre derechos de propiedad intelectual en acuerdos comerciales bilaterales», concretan sobre las reuniones que se mantuvieron al principio de la pandemia.

Aunque las reuniones en las que se trató la propuesta de la supresión de las patentes de la OMC fue en septiembre. En los documentos se aprecia que la reunión clave sobre este tema tuvo lugar el 9 de diciembre cuando se reunió la EFPIA con la Dirección General de Comercio (DG TRADE). Según el acta, dos lobbistas de la EFPIA «presentaron el panorama de colaboraciones que realizan los desarrolladores de vacunas y quienes trabajan en los tratamientos COVID-19 para aumentar la capacidad de fabricación y el suministro general de vacunas y tratamientos». Así, insistieron en que la liberalización era una «medida extrema para un problema no identificado» y en que «la industria tiene la capacidad para hacer frente a la pandemia».

La fecha es clave en este debate porque tuvo lugar una semana antes de la reunión del Consejo General de la OMC. El 17 de diciembre se tendría que haber refrendado o rechazado la propuesta de India y Sudáfrica en este espacio pero, al no haber consenso en el Consejo de los ADPIC, se retrasó. La UE se opuso radicalmente entonces a la supresión de las patentes por considerar que era innecesaria la medida, según revelaron fuentes de la institución. Muchos de los puntos del argumentario de la UE y de otros países ricos coincidía con los de las grandes farmacéuticas frente a los países pobres que advertían desde antes de que empezara la vacunación del gran problema que llegaría por la limitada capacidad de producción.

Fuentes diplomáticas reconocen el aumento de reuniones entre las grandes farmacéuticas y altos dirigentes de la Comisión Europea aunque aseguran que son encuentros «habituales» en el contexto de una pandemia. «Se habla de todo, no solo de temas políticos, aunque evidentemente la producción de las vacunas es uno de los temas más recurrentes», añaden.

Las nuevas variantes han dado un nuevo argumento a los que apoyan la supresión de las patentes. Sobre todo por la situación en India que se ha convertido en el epicentro global de la pandemia y sufre una grave crisis de suministros en varios hospitales. La OMS cree que esta mutación del virus podría ser más contagiosa y resistente a algunas vacunas y tratamientos. En España se está investigando ya un caso en el País València aunque todavía no se ha confirmado, pero es el claro ejemplo que muestra la necesidad urgente de vacunar a nivel mundial por el riesgo a que salgan nuevas variantes resistentes y más virulentas. Por otro lado, la situación en India plantea otro problema respecto a la producción de las vacunas porque buena parte de las dosis que van destinadas a países de bajos ingresos se tienen que producir en el Serum Institute of India y, de momento, se han suspendido las exportaciones de la vacuna que se produce allí para estos destinos, AstraZeneca.

 

NUEVAS VOCES QUE APOYAN LA SUPRESIÓN DE LAS PATENTES

Este viernes se celebra otra reunión del Consejo de los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC) de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Se tratará tanto la propuesta de India y Sudáfrica para suprimir las patentes como la de la presidenta de la OMC, la llamada ‘tercera vía’ que consiste en promover acuerdos bilaterales entre las farmacéuticas y otras compañías con capacidad de fabricación mediante licencias voluntarias. Aunque la propuesta de Ngozi Okonjo-Iweala está muy lejos de la liberalización y de tener un efecto real porque la OMS creó un mecanismo voluntario para compartir la tecnología (C-TAP) y ninguna compañía se sumó a la iniciativa.

Por tanto, este intento de la presidenta de la OMC para desbloquear el asunto tampoco parece que vaya a funcionar. De hecho, la semana pasada se celebró una reunión informal de miembros de la OMC con las farmacéuticas y no hubo ningún punto de acuerdo más allá de un reconocimiento también por parte de las grandes compañías sobre que el acceso global a las vacunas está siendo un problema. Según las posiciones formales de los países, el mapa de votos sigue siendo de 103 países a favor (59 de ellos son patrocinadores) y 36 en contra, según muestra el siguiente mapa elaborado por Médicos Sin Fronteras con datos de Third World Network, Knowledge Ecology International y de la OMC.

Mapa de apoyo y rechazo a la supresión de patentes en la OMC.
Mapa de apoyo y rechazo a la supresión de patentes en la OMC. 
 Médico Sin Fronteras

Sin embargo, a la vez que presionan las farmacéuticas, presiona también la sociedad civil. Esta semana 40 organizaciones europeas, entre las que se encuentran Salud Por Derecho, Amnistía Internacional, Médicos Sin Fronteras u Oxfam, han vuelto a pedir a los Estados Miembros de la UE que «dejen de ignorar el clamor internacional que está creciendo imparablemente en las últimas semanas y apoyen esta petición». En las últimas semanas la propuesta de India y Sudáfrica también ha recibido el apoyo de 388 miembros del Parlamento Europeo y de parlamentos nacionales de toda la UE; de 175 premios Nobel y ex jefes de Estado y de gobierno -como Joseph Stiglitz (Premio Nobel), François Holland (expresidente de Francia), Mary Robinson (expresidenta de Irlanda) o Jose Luis Rodríguez Zapatero (expresidente español); y del director general de la OMS.

Según publicó la CNN, la presión social empieza a hacer mella porque EEUU estudia la posibilidad de levantar las patentes. Y, dentro de la UE, también ha habido cambios. El Gobierno de España ha dado un giro en su posición: en noviembre rechazaba claramente la supresión de las patentes pero este mes de abril el presidente Pedro Sánchez ha dicho en varias ocasiones que se debe «abrir el debate». Fuentes de la Oficina de Información Diplomática explican a Público que se valoran «diversas acciones» y que ven «positivamente» todas ellas: «La flexibilización de patentes no se traduce automáticamente en transferencia de tecnología por lo que la capacidad de producción a escala creemos que podría seguir. Por esto, estudiamos distintas vías para que las patentes no obstaculicen que las vacunes lleguen a países en desarrollo. Es una reflexión interna, que aún se mantiene».

 

 

*Beatriz Asuar Gallego, periodista y politóloga.

Artículo publicado en Público.