Europa

“El impacto de las sanciones de la UE al aluminio sería desastroso para la industria europea”

PIA Global comparte la información sobre cómo el nuevo paquete de sanciones que planea la Unión Europea profundizaría aún más la situación de los sectores productivos europeos, en este caso, la industria del aluminio.

El medio Bloomberg aseguró que “la Unión Europea está considerando restringir las importaciones de aluminio ruso y eliminar gradualmente el gas natural licuado procedente de ese país como parte de un nuevo paquete de sanciones contra Moscú por su invasión a gran escala de Ucrania, según personas familiarizadas con el asunto”.

“El proyecto de medidas, que formaría parte del 16º paquete de sanciones del bloque, incluye restricciones a docenas de buques más que forman parte de la flota en la sombra de Moscú de petroleros que transportan petróleo ruso y más controles a la exportación de bienes utilizados con fines militares. La medida también podría suponer la exclusión de más bancos del sistema de pagos internacionales SWIFT, según las personas, que hablaron bajo condición de anonimato”, explicó Bloomberg.

Esta medida, como las tomadas en los 15 paquetes anteriores, sólo profundizaría las múltiples crisis en Europa, y no sobre Rusia como Bruselas pretende. La realidad europea es la muestra fiable sobre cómo las sanciones impuestas contra Rusia sólo han perjudicado la vida industrial, económica, comercial, política y diaria de la región europea, y no de Rusia.

De acuerdo a la Federación de Consumidores de Aluminio de Europa (FACE), en diciembre de 2024, el sector downstream del aluminio de la UE, representa el 70% de la facturación anual de la industria y el 92% de su fuerza laboral.

Este sector “se enfrenta a desafíos importantes:

  • Recuperación lenta / sin crecimiento;
  • Altos precios de la energía;
  • Alto precio de las materias primas;
  • El cierre del 65% de las fundiciones de la UE en los últimos 20 años;
  • La necesidad constante de aluminio primario, a pesar del fuerte reciclaje;
  • Disminución del consumo de semielaborados de aluminio;
  • Costos adicionales derivados de objetivos vinculantes en materia de clima y descarbonización, como el CBAM;
  • La imprevisibilidad de la nueva administración estadounidense y el riesgo de nuevos aranceles”.

Ya en junio de 2024, la FACE tomaba las palabras de Naike Gruppioni, miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento italiano, para asegurar que “el impacto de las sanciones de la UE al aluminio sería desastroso para la industria europea“.

En el artículo de Gruppioni, la diputada asegura que “sería un grave error que la UE siguiera el ejemplo de Estados Unidos y el Reino Unido”, haciendo alusión a las restricciones impuestas por Estados Unidos y el Reino Unido el año pasado, que prohíben al aluminio ruso utilizar la Bolsa de Metales de Londres (LME) y la Bolsa Mercantil de Chicago (CME).

“Sancionar el aluminio procedente de Rusia sería política y económicamente contraproducente, ya que el mercado de la UE no sigue los mismos patrones de suministro que los del Reino Unido y los Estados Unidos. Un tercio del aluminio primario de la UE procede actualmente de Rusia, pero una vez que llega a la UE, pasa por una cadena de suministro europea de alto valor añadido que sustenta puestos de trabajo e inversiones en toda Europa. Importantes operaciones europeas posteriores, como fundiciones y refinerías, están repartidas por todo el continente, a menudo en regiones manufactureras que no pueden permitirse perder esos puestos de trabajo altamente cualificados. Los productos de aluminio procesados ​​alimentan la base industrial europea, especialmente en Francia e Italia, donde la demanda es alta. Es mejor que las cadenas de suministro europeas satisfagan esta demanda en lugar de importar productos acabados de China, por ejemplo”.

La FACE también remarcó de Gruppioni que  “cualquier sanción al aluminio socavaría –y en algunos casos, acabaría por completo– con esta cadena de suministro europea de alto valor añadido. Las restricciones a una fuente de suministro tan importante provocarían aumentos de precios e inflación en todas las etapas, desde las materias primas hasta los productos terminados, incluidas las infraestructuras de energía limpia y los bienes de consumo. El regreso de la inflación causada por decisiones políticas es lo último que necesitan la industria y los consumidores europeos. Cuando esa cadena de suministro europea se cierre tras la imposición de sanciones, ¿qué pasará con la demanda de aluminio de la UE? La respuesta es que la UE se volverá aún más dependiente del mayor productor de aluminio del mundo: China”.

Los Estados miembros de la UE no deberían sancionar el aluminio porque “los beneficios serían puramente performativos y las desventajas serían reales y tendrían enormes repercusiones no sólo en la competitividad, sino también en la seguridad y la dependencia estratégica. Pondríamos en peligro la supervivencia misma del tejido industrial europeo, tanto en los países procesadores como Suecia e Irlanda, como en los países industriales usuarios finales como Francia e Italia”.

Ewa Manthey, estratega de materias primas, explica que “Rusia es el mayor productor de aluminio del mundo fuera de China y representa aproximadamente el 5% de la producción mundial de aluminio”.

“Rusia representa ahora alrededor del 6% de las importaciones europeas de aluminio primario, cifra que se reduce a la mitad respecto de los niveles de 2022.

El vacío dejado por los suministros rusos ha sido llenado en su mayor parte por importaciones de Medio Oriente, India y el Sudeste Asiático, y es probable que esta tendencia continúe.

Se han enviado más metales rusos a China, el mayor consumidor de aluminio del mundo. China importó 263.000 toneladas de aluminio primario de Rusia en los tres primeros trimestres de 2024, lo que representa el 33% de las importaciones totales de Rusia el año pasado. Esperamos que esta tendencia continúe en 2025″.

Por su parte, de acuerdo SwissInfo, Rusia anunció que tomará medidas para minimizar el efecto de las nuevas sanciones occidentales contra su sector petrolero.

«Aquí estamos hablando de tomar aquellas medidas que minimicen las consecuencias (de las sanciones) y que sirvan mejor a los intereses de nuestro país, en primer lugar, y de nuestras empresas», dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.

En cuanto al debate del decimosexto paquete de sanciones europeas a Rusia que podría afectar a sus exportaciones de aluminio, el Kremlin advirtió de que esa medida amenaza con «desestabilizar» el mercado mundial.

«Vimos esa noticia. (…) El mercado en este segmento es bastante frágil y tales decisiones podrían conducir hipotéticamente a la desestabilización del mercado mundial», dijo Peskov.

Estados Unidos y Reino Unido habían anunciado sanciones adicionales contra el sector del petróleo y el gas licuado de Rusia, calificadas por altos funcionarios estadounidenses como las «más significativas» impuestas al sector energético ruso desde el inicio de la guerra en Ucrania.

En concreto, Estados Unidos, en coordinación con el Reino Unido, sancionó a dos de los mayores productores y exportadores de petróleo de Rusia: Gazprom Neft, la tercera mayor petrolera del país, y Surgutneftegaz, otra destacada compañía del sector energético, informa SwissInfo. Además, Estados Unidos sancionó a más de dos docenas de filiales de Gazprom Neft y Surgutneftegaz, así como a 183 barcos rusos que transportan petróleo y que, según funcionarios estadounidenses, forman parte de una flota «en la sombra» para vender crudo ruso eludiendo las sanciones occidentales.

Foto de portada: FOTO DE ARCHIVO: Lingotes de aluminio almacenados en el taller de fundición de la fundición de aluminio Rusal en la ciudad siberiana de Krasnoyarsk · Reuters

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