Europa

El Grupo de Visegrado, el lobby conservador de la UE

Por Guillermo Revilla Arjona* –
Los socios europeos de Europa Central y Oriental (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia), que conforman el Grupo de Visegrado, desafían a la UE al aplicar reformas contrarias a sus principios liberales.

Los gobiernos de los estados miembros de la UE de Europa Central y del Este, hasta ahora ignorados por sus homólogos occidentales, se muestran cada vez más asertivos y cohesionados en contra de la integración y los ideales liberales de la Unión Europea, reivindicando la soberanía nacional, los valores cristianos y reclamando una mayor inversión de la Unión en la región.

El pasado mes de junio de 2021, Hungría aprobó una polémica ley que prohíbe hablar de la homosexualidad en colegios y medios pese al rechazo por parte de la Comisión Europea y las numerosas críticas por parte de la mayoría de países europeos, como por ejemplo Países Bajos, cuyo primer ministro, Mark Rutte, ha sentenciado que “Hungría ya no tiene cabida en la UE”.

Esta situación nos recuerda a la vivida entre 2019 y 2020, cuando hasta 80 ayuntamientos de Polonia se declararon “zona libre de ideología LGBT” siguiendo la retórica ultraconservadora del partido que gobierna el país, Ley y Justicia (PiS), generando la condena del Parlamento Europeo, con 463 votos a favor de la reprobación frente a 107 en contra.

Los gobiernos de los Estados Miembro centroeuropeos también protagonizaron una gran confrontación política en la UE tras la crisis migratoria de 2015. República Checa, Eslovaquia, Polonia, Austria y Hungría formaron un “eje anti-inmigración”, rechazando e incluso incumpliendo las cuotas para el reparto de refugiados establecido por Bruselas, lo que explica que este sistema fuera finalmente abandonado por la UE, apelando en su lugar a la “solidaridad” de sus estados miembros.

Refugiados se concentran ante la valla fronteriza construida por Hungría durante la crisis migratoria de 2015 (Reuters)

También vemos que Polonia como Hungría han efectuado reformas en sus respectivos sistemas que han erosionado la independencia judicial y puesto los medios de comunicación bajo control gubernamental, algo por lo que han sido calificados como democracias iliberales

El Grupo de Visegrado

Apodados “los chicos malos” de Europa, esta alianza de países del centro y este de Europa compuesta por la República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría, toma su nombre de la alianza comercial surgida del pacto de Visegrado de 1335 entre los monarcas de Hungría, Polonia y Bohemia. El origen del grupo moderno se remonta a una cumbre de 1991 entre los jefes de Estado de Polonia, Hungría y la antigua Checoslovaquia. En la actualidad ejercen como un lobby en favor de políticas migratorias comunitarias más restrictivas y en defensa de la soberanía nacional de cada miembro con respecto al integracionismo de la UE. 

Pese a no estar institucionalizado, los miembros del grupo V4 realizan reuniones periódicas y cuentan con un fondo común, el International Visegrad Fund, para promover iniciativas de cooperación, así como su propio grupo de combate compuesto por 3700 efectivos. El equivalente de cooperación sub-regional más similar sería el grupo Benelux, constituido por Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo. De igual forma, de forma paralela al V4, los presidentes de Polonia y Croacia han propuesto la creación de un foro de cooperación entre los 12 países centroeuropeos ubicados entre el Báltico, el Adriático y el mar Negro, que recuerda al proyecto de federación de países del este de Europa planteado durante la época de entreguerras, conocido como Międzymorze Intermarium, con claro predominio de Polonia.

Países que reúne la Iniciativa Tres Mares (GIS)

Este grupo representa una parte importante de Europa que, sobre todo a raíz de la división ocasionada por la Guerra Fría, ha quedado marginada dentro del club europeo, siendo menospreciada y acogida con condescendencia por sus contrapartes occidentales. Recordemos que en sus inicios, la Comunidad Europea estaba formada exclusivamente por países occidentales, siendo constituida a su imagen y semejanza. 

Sin embargo, el desarrollo económico de las últimas décadas y su integración en la UE, con el consiguiente choque cultural e ideológico, han generado en esta parte de Europa la necesidad de defender una identidad diferenciada del resto de la Unión. El V4 es el reflejo de esta renovada asertividad y esta diferenciación de los países del Este, que no quieren ser asimilados por la Europa Occidental, pero que, paradójicamente, son más europeístas que la mayoría de sus vecinos del Oeste, debido en gran medida a los beneficios de pertenecer a la comunidad europea.

El futuro del V4

Como vemos a continuación, pese a que sus 64 millones de habitantes representan un 12,5% de la población de la UE, su PIB solamente representa un 5,4% del total comunitario. Su representación parlamentaria también es relativamente baja, pues sus 106 europarlamentarios suponen poco más de un 16% de la Eurocámara, sin embargo, en la UE la toma de decisiones en muchos casos se realiza por unanimidad, por lo que un miembro puede ejercer un bloqueo.

Por ejemplo, tras sus controvertidas reformas judiciales, la Unión Europea procedió a vincular los fondos de recuperación (de la crisis de la Covid-19) al cumplimiento del Estado de Derecho, a lo que Varsovia y Budapest respondieron bloqueando dichos fondos en el presupuesto europeo 2021-2027, al considerar que esa condicionalidad atenta contra su soberanía nacional. Dicho veto fue retirado tras algunas concesiones de Bruselas.

Sobre una eventual expulsión de un Estado miembro de la UE por incumplir sus valores fundamentales, como es el caso de Hungría, los tratados europeos especifican que ningún país puede ser expulsado, solamente se le puede retirar el derecho a voto en virtud del Artículo 7 del TUE. Una vez más, se requeriría la unanimidad del resto de estados miembros para ejercer tal reprobación a un estado miembro, por lo que, en este caso, otro integrante del V4, como Polonia, podría bloquear tal decisión.

Un tema recurrente en la política de Europa Central y Oriental es la posible expansión del Grupo de Visegrado, formando el Visegrad Plus. Esta hipotética ampliación incluiría países con los que ya se está desarrollando una estrecha cooperación, como Austria, Bulgaria, Croacia, Rumania, Eslovenia y Lituania. Aunque este escenario es poco probable, el apoyo de los gobiernos de dichos países puede reforzar la posición del V4 en la UE. Asimismo, el avance del populismo de extrema derecha en la Europa Occidental puede aportar inesperados aliados al V4, como en el caso de Austria. Además, algunos partidos políticos con gran representación parlamentaria, como la italiana Liga Norte de Matteo Salvini, o el partido español VOX liderado por Santiago Abascal, también han mostrado su afinidad hacia las posturas del Grupo de Visegrado.

Comparativa de los países del V4 respecto al conjunto de la UE (EOM)

Sin embargo, el Grupo de Visegrado no es tan homogéneo como pueda parecer, pues sus miembros difieren en varios ámbitos, siendo la relación con Rusia su principal fuente de división interna. El deterioro de las relaciones diplomáticas entre Bruselas y Moscú, especialmente a raíz del conflicto en Ucrania, ha acentuado esta divergencia entre los miembros del V4. 

Por un lado, Polonia, debido a enemistades históricas y a su percepción de los riesgos para su seguridad, defiende duras sanciones contra Rusia. Por el otro, Hungría y Eslovaquia han apostado por un acercamiento con el Kremlin, convirtiéndose en los dos primeros países de la UE en utilizar la Sputnik V, la vacuna rusa contra la Covid-19, la cual no cuenta con la aprobación de Bruselas. La República Checa mantiene una postura más equidistante, aunque en los últimos años sus relaciones con Rusia se han deteriorado en gran medida debido a casos de espionaje y sabotaje atribuidos a Moscú.

Conclusiones

A partir de aquí, se nos presentan diversos posibles escenariosPor un lado, es posible que la Unión Europea logre exportar sus valores a los países de Visegrado, que sus sociedades se abran progresivamente a los “valores europeos”, hasta que finalmente no haya conflicto entre la Europa Central y la Occidental. Pese a la consolidación de movimientos feministas, LGBT y antirracistas en los países centroeuropeos, las tendencias electorales favorables a partidos ultraconservadores y contrarios al integracionismo, no nos indican que este escenario se vaya a producir, al menos a corto plazo.

¿Tienen estos países, encabezados por el Grupo de Visegrado, la capacidad para seguir obrando al margen de la UE, o incluso cambiar su rumbo? Probablemente no, especialmente si la ultraderecha en Europa Occidental permanece fuera del poder. Tampoco es nada probable un cisma en la Unión Europea que conduzca a la escisión de una Unión Europea oriental. Sin embargo, en los próximos años los estados del V4 seguirán suponiendo una de las principales fuentes de división interna en la comunidad europea. Solo el tiempo nos dirá si la UE logra solventar su crisis interna.

Bibliografía

BBC, “Qué es el Grupo de Visegrado, “los chicos malos” que desafían a Francia y Alemania en la Unión Europea”, 2 de febrero de 2018. Recuperado de: <https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-42879957>

Europapress, “Rutte dice que Hungría no tiene cabida en la UE si mantiene la ley y Budapest lo tacha de chantaje político”, 24 de junio de 2021. Recuperado de: <https://www.europapress.es/internacional/noticia-rutte-dice-hungria-no-tiene-cabida-ue-si-mantiene-ley-budapest-tacha-chantaje-politico-20210624193222.html>

Valášek, Tomáš “Why Can’t the EU’s West and East Work as One?”, 8 de noviembre de 2021. Recuperado de: <https://carnegieeurope.eu/2019/11/08/why-can-t-eu-s-west-and-east-work-as-one-pub-80300>

*Guillermo Revilla Arjona, aAnalista colaborador del área de Rusia y espacio post-soviético en GEOPOL 21. Investigador en relaciones internacionales, graduado en Ciencia Política por la Universidad Autónoma de Barcelona y con un máster en Asuntos Internacionales por la Universidad Ramón Llull.

Artículo publicado en GEOPOL21.

Foto de portada: Alfahir.

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