Los principales medios de comunicación han estado obsesionados con la falsa narrativa de que Rusia está supuestamente moviendo los hilos de Bielorrusia para librar la llamada «guerra híbrida» contra Occidente a través de la crisis de los inmigrantes de Europa del Este, pero la verdad es que es Polonia la que está explotando esta situación. Para ser absolutamente claros, el propio pueblo polaco es inocente y nadie debería sentirse schadenfreude, es decir, alegre ante el sufrimiento colectivo que esta crisis amenaza con infligirle si esos invasores inmigrantes ilegales consiguen asaltar su frontera y arrasar violentamente el país en su camino hacia Alemania. Una vez aclarado este punto crucial, es importante exponer la instrumentalización política de esta crisis por parte del gobierno polaco.
El líder de Europa Central y del Este (ECE) cree que el incipiente acercamiento Este-Oeste entre Rusia y los EE.UU./UE desde la Cumbre Biden-Putin del pasado verano, que fue precedida simbólicamente por la renuncia de Washington a la mayoría de las sanciones del Nord Stream II, se está produciendo a expensas de sus intereses, tal y como los entiende el liderazgo de ese país. Por esta razón, tienen un motivo para explotar la crisis de los migrantes de Europa del Este con el fin de provocar una crisis mayor entre Oriente y Occidente con el propósito de sabotear el mismo acercamiento que consideran una amenaza para sus intereses. Esto explica por qué Polonia introdujo ridículamente la falsa narrativa de que el presidente Putin está personalmente detrás de esta invasión de inmigrantes ilegales.
El objetivo es presentar a Polonia como el «escudo» de Occidente contra la llamada «guerra híbrida rusa». También sirve para establecer el pretexto para el escenario de la rápida expansión de la presencia militar de la OTAN a lo largo de las fronteras del aliado de defensa mutua de Rusia, la OTSC. La dimensión de poder blando de este resultado pretende aliviar la presión occidental sobre Polonia por sus supuestas violaciones de las políticas judiciales de la UE, mientras que la militar pretende provocar la mencionada crisis que Varsovia espera que sabotee el acercamiento Este-Oeste. Hay otro ángulo más estrecho en todo esto, y es el de la política interna. El primer ministro Morawiecki comparó recientemente la crisis de los inmigrantes de Europa del Este con la guerra polaco-soviética, lo que merece un análisis más profundo.
En la psique polaca, se trató de una batalla existencial que no sólo aseguró la reñida independencia de Polonia, sino que también salvó a Europa del comunismo. Ese conflicto también se presenta popularmente en términos religiosos, como lo demuestra la descripción que hacen los polacos de la batalla de Varsovia como el «Milagro del Vístula», que se ajusta a la creencia de la sociedad de que su país es el llamado «Cristo de las Naciones». Lo que quieren decir es que Polonia ha sufrido y se ha sacrificado para salvar a otros, siendo esa guerra uno de los ejemplos más recientes de los tiempos modernos, según ellos. Al establecer una comparación entre eso y la crisis de los inmigrantes de Europa del Este, Morawiecki espera reunir a la sociedad políticamente dividida de su país en torno al partido gobernante «Ley y Justicia» (PiS) con pretextos patrióticos.
Además, la psique general de los polacos se ve más afectada por las amenazas percibidas que plantea esta crisis migratoria que la de la mayoría de los demás europeos. Esto se debe a que el país es una de las sociedades étnicamente más homogéneas del mundo y tiene una historia de invasores extranjeros que intentan extinguir la cultura de su pueblo, que los polacos conservaron durante su infame ocupación de 123 años por los tres imperios vecinos que lo dividieron. Las imágenes de los llamados «bárbaros en la puerta» asustan a la mayoría de los polacos, sobre todo cuando ven vídeos de estos invasores inmigrantes ilegales atacando violentamente a sus guardias fronterizos y destruyendo las infraestructuras correspondientes. Todo esto se combina para hacerlos muy susceptibles a la comparación de Morawiecki de la crisis actual con la existencial del siglo pasado.
Los ejemplos citados en este análisis demuestran que el gobierno polaco está explotando la crisis migratoria de Europa del Este por razones estratégicas externas y de política interna. Eso sin mencionar el papel que desempeñó Varsovia al unirse a las guerras de Occidente dirigidas por Estados Unidos que destruyeron países musulmanes como Afganistán e Irak, que es donde se encuentra el verdadero origen de las cada vez más frecuentes crisis de los inmigrantes a la UE. Polonia vio una oportunidad única para hacer girar los acontecimientos de tal manera que sus propios intereses pudieran satisfacerse a expensas de otros, que es irónicamente lo que afirma de forma falsa que Rusia está tratando de hacer. Por lo tanto, es comprensible que los observadores critiquen al país, pero no deben alegrarse al pensar en lo mucho que sufriría el inocente pueblo polaco si su gobierno no detuviera esta invasión.
*Andrew Korybko, analista político estadounidense.
Artículo publicado en geopolitica.ru
Traducido al español para Geopolitica.ru Fuente original: http://oneworld.press/
Título original: EL PUEBLO POLACO ES INOCENTE, PERO SU GOBIERNO SE APROVECHA DE LA CRISIS MIGRATORIA