Estados Unidos rechazó el martes las acusaciones de que Israel está cometiendo un genocidio contra los palestinos en su guerra contra Hamás.
«No tenemos ninguna prueba de que se esté creando un genocidio», declaró el Secretario de Defensa, Lloyd Austin, en una comparecencia ante la Comisión de las Fuerzas Armadas del Senado.
Austin dijo a la comisión que los recientes esfuerzos del presidente Biden para presionar al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a fin de que tome medidas para proteger a los trabajadores humanitarios ha provocado «cambios de comportamiento» por parte de Israel, incluida la entrega de más ayuda humanitaria en Gaza. Associated Press informa de que los manifestantes interrumpieron repetidamente la comparecencia de Austin, exigiendo que la administración «detenga el genocidio».
El testimonio de Austin se produce mientras más demócratas se pronuncian contra los devastadores efectos de la guerra en los palestinos y exigen que Estados Unidos detenga la transferencia de armas a Israel después de que siete empleados de la World Central Kitchen murieran por ataques aéreos israelíes la semana pasada. Las FDI afirmaron que el convoy de la WCK había sido atacado por error. Pero el fundador de la WCK, José Andrés, ha rechazado desde entonces esa explicación, afirmando que sus compañeros fueron «atacados deliberadamente» y «el objetivo».
El viernes, 40 congresistas demócratas, entre ellos la ex presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi (demócrata de California), enviaron a Biden y al secretario de Estado Antony Blinken una carta en la que instaban a la Administración a retener nuevas transferencias de armas a Israel «hasta que se complete una investigación completa sobre el ataque aéreo.» La decisión de Pelosi de firmar la carta parecía marcar un cambio en su postura sobre Israel; la ex presidenta de la Cámara de Representantes había recomendado anteriormente que el FBI investigara a los manifestantes propalestinos. La carta citaba un informe del Washington Post de finales del mes pasado que revelaba que la administración Biden había autorizado recientemente el envío a Israel de bombas y aviones de combate por valor de miles de millones de dólares. Esas armas incluían miles de bombas que se han vinculado previamente con víctimas masivas en la guerra. Hasta el lunes, otros 16 legisladores se habían unido a la carta.
La insistencia de la administración Biden en que no se está llevando a cabo un genocidio en Gaza se produce después de que el lunes empezaran a circular unas declaraciones de la senadora demócrata Elizabeth Warren en las que ésta afirmaba que creía que el Tribunal Internacional de Justicia pronto calificaría de genocidio las acciones de Israel en Gaza. «Si quieren hacerlo como aplicación de la ley, creo que determinarán que es genocidio, y tienen amplias pruebas para hacerlo», dijo Warren a una multitud cuando se le presionó para que abordara la cuestión del genocidio.
Un comunicado de la oficina de Warren compartido posteriormente con el medio de noticias local GBH News aclaraba que Warren estaba comentando los procedimientos legales en curso en la CIJ, «no compartiendo sus puntos de vista sobre si se está produciendo un genocidio en Gaza». Un portavoz de Warren no respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios de Mother Jones.
*Julianne McShane es periodista de Mother Jones, donde fue publicado originalmente este artículo.
FOTO DE PORTADA: Graeme Sloan/AP.