De hecho, la Declaración de los Líderes de Nueva Delhi es un faro de consenso en una época en la que la cooperación internacional parece cada vez más tensa.
En la reunión del G20 en Nueva Delhi, India defendió el Sur Global de varias maneras, como abogando por la inclusión de la Unión Africana como miembro permanente y pidiendo reformas en los bancos multilaterales de desarrollo.
Pero lo más destacado fue el anuncio del Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC). Esta innovadora iniciativa no sólo significa la profundización de los lazos de India con Oriente Medio, sino que también tiene el potencial de transformar el panorama económico, comercial y geopolítico mundial.
Cuando el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó el IMEC de «inversión que cambia las reglas del juego», subrayó el impacto potencial que este corredor tendrá para las regiones directamente implicadas y para la comunidad internacional en general.
Los enlaces ferroviarios y de transporte propuestos en el IMEC tienen por objeto proporcionar una «red de tránsito transfronterizo de barco a ferrocarril fiable y rentable», que probablemente tendrá beneficios en cascada para las cadenas de suministro y la dinámica comercial mundiales. La Presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, destacó el potencial del corredor para reducir el tiempo de viaje en un 40%, describiéndolo como el enlace más rápido entre India, Oriente Medio y Europa. Una vez completado, el corredor reducirá significativamente los costes de transporte.
El pivote de India hacia algunos países árabes, y especialmente hacia los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), ha sido una prioridad política clave del primer ministro Narendra Modi. Lejos de ser una relación monolítica anclada únicamente en el petróleo y el acceso a los mercados, la alianza de India con Oriente Medio se extiende a matizadas interacciones de cooperación en materia de seguridad, afinidad cultural e intercambio tecnológico.
Durante una reciente visita de Estado a la India del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, ambas partes copresidieron la primera reunión del Consejo de Asociación Estratégica India-Saudí, en la que se trataron temas como la política, la seguridad y la inversión. Los acuerdos abarcaron desde la energía y la digitalización hasta la lucha contra la corrupción y la desalinización del agua de mar.
La floreciente relación de India con Emiratos Árabes Unidos también ha alcanzado nuevos cenit, evidentes en las amplias colaboraciones e intercambios diplomáticos entre ambos países. Las cinco visitas del Primer Ministro Modi a los EAU en los últimos ocho años han sido fundamentales para forjar estos lazos, con cifras comerciales que alcanzan la asombrosa cifra de 85.000 millones de dólares este año.
La base de esta alianza económica es el Acuerdo Integral de Asociación Económica, firmado en febrero de 2022, que ha contribuido a impulsar el comercio bilateral en aproximadamente un 15%.
Además, los acuerdos destinados a promover el uso de monedas locales para las transacciones transfronterizas y a integrar los sistemas de pago, las asociaciones energéticas, el compromiso conjunto contra el extremismo y el terrorismo, y la participación en el Grupo I2U2 -integrado por India, Israel, los EAU y Estados Unidos- son testimonio de la profundidad de la confianza mutua. Un plan para establecer el Instituto Indio de Tecnología de Delhi en Abu Dhabi demuestra el compromiso de ambas naciones para compartir avances académicos y tecnológicos.
La diáspora india en los países del CCG ha sido una fuerza fundamental en el fortalecimiento de estas relaciones. Hogar de 9 millones de indios, el Golfo es uno de los principales destinos para los expatriados indios, con 3,4 millones residiendo en los EAU y 2,6 millones sólo en Arabia Saudí. La importancia de esta diáspora se puso de relieve durante la visita del príncipe heredero saudí a Nueva Delhi, donde describió a los indios del reino como parte integrante del país. «Los consideramos parte de Arabia Saudí», dijo a Modi. «Les vigilamos y cuidamos como cuidamos a nuestros propios ciudadanos».
A pesar de los fuertes lazos que ya existen, India y Oriente Medio aún tienen múltiples vías de colaboración futura.
En primer lugar, la finalización del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre India y el CCG puede servir de piedra angular para mejorar los lazos económicos.
En segundo lugar, en el ámbito de las tecnologías de vanguardia, ambas regiones pueden aprovechar sus florecientes ecosistemas tecnológicos para el crecimiento mutuo, especialmente en sectores como blockchain, Web 3.0 e Internet de las Cosas (IoT).
En tercer lugar, la colaboración en inteligencia artificial puede crear innovaciones en sanidad, agricultura y ciudades inteligentes.
En cuarto lugar, la tecnología espacial ofrece un potencial sin explotar, donde la comunicación por satélite y la exploración espacial pueden desarrollarse conjuntamente.
Por último, los ambiciosos objetivos de la India en materia de energías renovables pueden atraer importantes inversiones de Oriente Medio, que también se está diversificando hacia fuentes de energía sostenibles.
Queda mucho trabajo por hacer para poner en marcha el recién anunciado IMEC, y aún deben construirse varios puertos y enlaces ferroviarios. Pero ya se han sentado las bases. Con el tiempo, el corredor India-Oriente Próximo-Europa podría ser el revulsivo que la región necesita.
*Aditya Sinha es investigador oficial del Consejo Económico Asesor del Primer Ministro de la India.
Artículo publicado originalmente en Sindication Bureau.
Foto de portada: G20 India