Análisis del equipo de PIA Global Europa

¿El final de Volodimir Zelensky?

Escrito Por Micaela Constantini

Por Micaela Constantini* –
Desde hace varias semanas venimos presenciado cómo se está orquestando el final de Volodimir Zelensky.

Los eventos recientes que han rodeado a la crisis ucraniana, desde el evidente fracaso de la contraofensiva en suelo ucraniano; los distintos informes periodísticos de grandes medios de comunicación influyentes en el mundo como The New York Times, Time, The Economist, la NBC, que han dado voz a altos funcionarios ucranianos cercanos a Zelensky para criticarlo; la creciente rivalidad entre Zelensky y su comandante de las fuerzas armadas ucranianas alimentada desde estos medios y la prensa internacional; la limitación y desfinanciamiento por parte de sus principales socios y aliados para continuar la guerra; la fatiga interna y externa para mantener la guerra activa; los “rumores” (aún no oficializados) sobre conversaciones entre EEUU y Rusia para posibles negociaciones; las quiméricas promesas de la UE; las declaraciones de Zelensky que se siente traicionado; y los ‘rumores’ alrededor de la decisión estadounidense de cambiar las élites políticas ucranianas; indican que se está preparando el terreno para una resolución a la crisis ucraniana a partir de posibles negociaciones muy a pesar de lo que Zelensky quiera.

En el terreno mediático Ucrania ha sido ghosteada internacionalmente, ha dejado de ser el protagonista de la compasión mundial, se vio desplazado por la actual crisis que se vive en Asia Occidental. No obstante, esto no significa que no escriban sobre la crisis ucraniana, actualmente el centro del análisis mediático respecto a Ucrania se dirige a atacar a Zelensky.

Uno de los primeros que llamó la atención fue el artículo publicado por Time el 30 de octubre titulado “Nadie cree en nuestra victoria como yo». La lucha de Volodymyr Zelensky por mantener a Ucrania en la lucha”, junto a una tapa que ha dado qué hablar, y que permite muy rápidamente ver el cambio de posición del medio (y de sus “dueños”) respecto a Zelensky. En una tapa lo nombran el hombre del año, y “tres tapas después” anuncian su fin.

El artículo no es un análisis más, se trata de una crónica del corresponsal Simon Shuster quien acompañó a Zelensky y su equipo durante la visita del mandatario a Washington y lo siguió a su regreso a Kiev. También para su primer libro, The Fight Is Here, informó sobre el interior del complejo del presidente ucraniano en Kiev mientras se desarrollaba la invasión rusa.

El artículo se encuentra repleto de declaraciones de Zelensky pero también de su personal y asesores más cercanos. 

Zelesnky hizo hincapié en el agotamiento por la guerra pero en especial por la necesidad de tener que convencer a sus aliados para que los ayuden con armamento ya que se ha dado cuenta que el interés y apoyo internacional por la guerra en Ucrania ha caído. 

“Lo más aterrador es que una parte del mundo se acostumbró a la guerra en Ucrania», dijo Zelensky a Time. “El agotamiento por la guerra avanza como una ola. Lo ves en Estados Unidos, en Europa. Y vemos que tan pronto como empiezan a cansarse un poco, se convierte en un espectáculo para ellos: ‘No puedo ver esta repetición por décima vez’”.

Se resalta la creencia y convicción del mandatario ucraniano en la victoria de Ucrania sobre Rusia a tal punto “que preocupa a algunos de sus asesores” quienes expresan que “se engaña a sí mismo”, “nos hemos quedado sin opciones. No estamos ganando. Pero intenta decírselo». En su círculo sigue “siendo tabú la posibilidad de negociar un acuerdo de paz con los rusos” debido a la “terquedad de Zelensky”. “Para nosotros significaría dejar esta herida abierta para las generaciones futuras”, dice el presidente a Shuster.

Uno de los puntos troncales que provoca el agotamiento es lo que sucede en suelo ucraniano, en el terreno de batalla se evidencia una clara derrota de las fuerzas ucranianas en donde las fuerzas rusas se han consolidado en zonas claves y se han mantenido firmes en la guerra de desgaste. 

Incluso, el 6 de noviembre la agencia rusa, RIA Novosti, mostró en un video a soldados del primer batallón de ex soldados de las Fuerzas Armadas Ucranianas prestando juramento a Rusia antes de ser enviados al frente. Se trata de soldados del batallón Bohdan Khmelnytsky, la primera unidad compuesta por ex prisioneros de guerra ucranianos, que completaron su entrenamiento en el centro de Cascade.

Soldados del primer batallón de ex soldados de las AFU prestan juramento a Rusia antes de ser enviados al frente. Fuente: https://t.me/ria_dnr/2278

Todo esto arrastra una fatiga interna y externa para Ucrania, y en especial para Zelensky. 

Fatiga interna en tanto que para el pueblo ucraniano se está volviendo cada vez más insostenible vivir en un contexto de guerra que influye en el desarrollo de sus vidas diarias, como los últimos descontentos alrededor de los apagones eléctricos, pero también alrededor del aumento de la edad en el reclutamiento de soldados.

En Time, Schuster cuenta que “tres de los altos funcionarios encargados de abordar este problema me dijeron que los apagones probablemente serían más severos este invierno y que la reacción pública en Ucrania no sería tan indulgente. “El año pasado la gente culpó a los rusos”, dice uno de ellos. «Esta vez nos culparán por no hacer lo suficiente para prepararnos», cita en su artículo.

La fatiga interna también se da dentro de su ejército que se encuentra cada vez con más bajas, menos armamento y con órdenes presidenciales casi “suicidas”, a tal punto, que se comenzó a evidenciar el desánimo del comandante de las fuerzas armadas, Valerii Zaluzhnyi. 

Según el periodista Fabrizio Poggi, “En Šostka, una ciudad del noreste de Ucrania en la región de Sumy, se está formando una nueva unidad de defensa territorial. El pasado 24 de octubre, el distrito militar de la ciudad convocó a jóvenes de entre 14 y 16 años para enviarlos a «cursos especiales» no especificados. El temor es que los muchachos se sumen a las filas de la nueva brigada recién formada. Y aunque el distrito niega esta posibilidad, la preocupación viene dada por el proyecto de ley presentado a la Rada el pasado mes de agosto sobre la prohibición de expatriación de los jóvenes varones de entre 16 y 18 años. Incluso antes, el pasado mes de febrero, el canal yanqui News Nation había emitido un programa sobre una «Academia» genérica ucraniana en la que jóvenes de entre 15 y 17 años eran entrenados en combate. Si a esto se añade la tradición majdanista de las «colonias de verano» organizadas por los «Patriotas de Ucrania» y luego por «Azov» para formar a los jóvenes en el uso de las armas, el panorama está casi completo”.

Sin dejar de mencionar las diversas denuncias por casos de expatriación forzosa y la búsqueda por ampliar la categoría de ciudadanos que pueden ser llamados a filas y a “entrenamiento de combate”, lo que significa enviar a ciudadanos poco capacitados a entrenar con unidades experimentadas de primera línea.

“En algunas ramas del ejército, la escasez de personal se ha vuelto incluso más grave que el déficit de armas y municiones. Uno de los colaboradores más cercanos de Zelensky me dice que incluso si Estados Unidos y sus aliados entregan todas las armas que han prometido, “no tenemos los hombres para usarlas”, relata Shuster. 

Otro punto que aqueja a la población ucraniana y punto de tensión claro hacia el interior de la política ucraniana (y que repercute como tal en el ámbito internacional) tiene que ver con la firma de los decretos de Zelensky para extender la ley marcial y la movilización general en el país por 90 días más, es decir, hasta el 14 de febrero de 2024. Se trata de la novena prórroga e implica que se imposibilite el llamado a celebrar elecciones e incluso ilegaliza a varios partidos por considerar sus posturas “afines a Rusia”. Este octubre debían realizarse las elecciones legislativas, mientras que las presidenciales están estipuladas para la primavera en Ucrania, entre marzo y mayo. 

No obstante, Zelensky, declaró el 6 de noviembre que este «es el momento de la batalla, del cual depende la suerte del Estado y del pueblo” por lo que defendió su decisión de extender la ley marcial.

El tema de la corrupción también está siendo una piedra en el zapato de Zelensky, ya que es un punto esencial que sus socios y aliados utilizan para justificar su preocupación sobre cómo se está organizando la política interna y la política de guerra en Ucrania. 

Shuster comenta en Time que “antes de su visita a Washington, la Casa Blanca preparó una lista de reformas anticorrupción para que las emprendan los ucranianos. Uno de los asistentes que viajó con Zelensky a Estados Unidos me dijo que estas propuestas apuntaban a lo más alto de la jerarquía estatal. «No fueron sugerencias», dice otro asesor presidencial. «Estas eran las condiciones».

“Para abordar las preocupaciones estadounidenses, Zelensky tomó algunas medidas dramáticas. A principios de septiembre, despidió a su ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, un miembro de su círculo íntimo que había sido objeto de escrutinio por corrupción en su ministerio”, se describe en Time.

A esto se le suma las quiméricas promesas de la UE de sumar a Ucrania a las filas de los 27. Luego de grandes pompas que ha hecho la UE ante el posible ingreso rápido de cierto países a las instituciones europeas, RT informó mediante el testimonio de un alto funcionario de la UE (anónimo) que “Bruselas podría no iniciar conversaciones formales de membresía con Kiev en la cumbre del próximo mes, como se planeó originalmente, y podría reprogramar el asunto para marzo de 2024”. En principio Hungría se opondría, “pero el problema va más allá de Budapest, dijo el funcionario, algunos líderes de la UE han propuesto abordar el tema en la cumbre de marzo, después de que la Comisión Europea haya tenido la oportunidad de evaluar si Kiev ha cumplido todas las condiciones de la UE”.

Mientras que Ucrania sirvió a sus aliados occidentales para la construcción narrativa de la ‘unión del mundo democrático frente a los países autocráticos’, con el transcurrir del tiempo y de distintos acontecimientos esta retórica se fue rompiendo, pero en especial la rápida escalada de violencia de Israel contra Gaza desplazó a Ucrania de la escena mediática y de la lista de prioridades de sus aliados.

«Es lógico», me dice Zelensky. “Por supuesto que salimos perdiendo con los acontecimientos en Medio Oriente”, relata Shuster. 

En el artículo publicado por la NBC, el 3 de noviembre, queda plasmado también el debate interno dentro del Congreso estadounidense, sobre a quién deberían dirigir su ayuda, si a Ucrania o a Israel. “Biden ha solicitado que el Congreso autorice fondos adicionales para Ucrania, pero, hasta ahora, el esfuerzo no ha logrado avanzar debido a la resistencia de algunos republicanos del Congreso. La Casa Blanca ha vinculado la ayuda a Ucrania e Israel en su solicitud más reciente. Esto cuenta con el apoyo de algunos republicanos del Congreso, pero otros legisladores republicanos han dicho que sólo votarán por un paquete de ayuda exclusivo para Israel”, relata la NBC.

“La falta de avances significativos en el campo de batalla en Ucrania no ayuda a intentar revertir la tendencia a la baja en el apoyo público al envío de más ayuda, dijeron los funcionarios”, sentencia la NBC.

La fatiga externa se constata claramente en el trato que los propios aliados y socios atlantistas, que sostienen la guerra, están teniendo con Zelensky. Observamos un ataque mediático muy claro hacia su persona que busca desacreditarlo y señalarlo como el culpable del fracaso, pero también un destrato diplomático en donde se le ha rechazado a Zelensky dar su discurso en el Capitolio durante su última visita a Washington, y también se lo rechazó en entrevistas para Fox News y Oprah Winfrey.

En el artículo de Time, Shuster, recuerda que “a finales del año pasado, durante su anterior visita a Washington, Zelensky recibió una bienvenida de héroe. La Casa Blanca envió un avión de la Fuerza Aérea estadounidense para recogerlo en el este de Polonia unos días antes de Navidad y, con una escolta de un avión espía de la OTAN y un caza F-15 Eagle, lo llevó a la Base Conjunta Andrews en las afueras de la capital estadounidense. Esa noche, Zelensky compareció ante una sesión conjunta del Congreso para declarar que Ucrania había derrotado a Rusia “en la batalla por las mentes del mundo”.

Al observar su discurso desde el balcón, conté 13 ovaciones de pie antes de dejar de seguir la pista. Un senador me dijo que no recordaba un momento en sus tres décadas en el Capitolio en el que un líder extranjero hubiera recibido una recepción tan admirable

Esta vez (el 21 de septiembre de 2023) el ambiente había cambiado. La asistencia a Ucrania se había convertido en un punto conflictivo en el debate sobre el presupuesto federal. Uno de los asesores de política exterior de Zelensky lo instó a cancelar el viaje en septiembre, advirtiendo que la atmósfera era demasiado tensa. Los líderes del Congreso se negaron a permitir que Zelensky pronunciara un discurso público en el Capitolio. Sus asistentes intentaron conseguirle una aparición en persona en Fox News y una entrevista con Oprah Winfrey. Ninguno de los dos pasó”.

Luego de la reunión a puertas cerradas con los legisladores estadounidenses, Zelensky dijo a Shuster “Me preguntaron directamente: si no te damos la ayuda, ¿qué pasa?” recuerda Zelenski. «Lo que pasa es que perderemos».

También podemos nombrar la fatiga alrededor de, las ya no tan nombradas, sanciones contra Rusia; y en especial en la limitación y desfinanciamiento en el suministro de armas, una política muy importante para Ucrania para sostenerse en el campo de batalla. 

El jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Andréi Yermak, dijo que el 2024 será decisivo para el conflicto ucraniano, durante su discurso en el Instituto Hudson de Washington. Además, explicó que su país se enfrenta a un invierno difícil, por lo que se «necesita armas ahora mismo», especialmente sistemas de defensa antiaérea, insistió el funcionario.

Pero para sus aliados la entrega de armamentos se vuelve cada vez más insostenible. La semana pasada la portavoz adjunta del Pentágono, Sabrina Singh, advirtió que Washington ha gastado alrededor del 95% de la financiación anterior para Ucrania.

«Hemos tenido que medir nuestro apoyo a Ucrania», dijo Singh a los periodistas, añadiendo que, aunque el Pentágono seguirá enviando paquetes de ayuda militar, se están «haciendo más pequeños».

Según el coordinador de comunicaciones estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, no se trata sólo de asistencia en materia de seguridad, sino también de asistencia económica, financiera y humanitaria. También explicó que al comienzo del periodo invernal, el Pentágono tendrá sólo unos 1.100 millones de dólares para ayudar a Kiev.

El 3 de noviembre, el Departamento de Estado de Estados Unidos, comunicó que hasta la fecha, han proporcionado aproximadamente 44.200 millones de dólares en asistencia militar desde 24 de febrero de 2022, y más de 47.000 millones de dólares en asistencia militar desde 2014.

La Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) declaró que se habían agotado los fondos para la asistencia económica y humanitaria a Ucrania, y que el último tramo se proporcionó al final del año fiscal, antes del 30 de septiembre, advirtiendo que la estabilidad económica de Ucrania estaría en riesgo a menos que la financiación continuara.

En el polémico artículo de Time, Shuster, describió cómo “el apoyo público a la ayuda a Ucrania ha estado disminuyendo durante meses en Estados Unidos, y la visita de Zelensky no hizo nada para reavivarlo. Alrededor del 41% de los estadounidenses quiere que el Congreso proporcione más armas a Kiev, frente al 65% en junio, cuando Ucrania inició una importante contraofensiva, según una encuesta de Reuters realizada poco después de la partida de Zelensky. Esa ofensiva ha avanzado a un ritmo insoportable y con enormes pérdidas, lo que hace cada vez más difícil para Zelensky convencer a sus socios de que la victoria está a la vuelta de la esquina. Con el estallido de la guerra en Israel, incluso mantener la atención del mundo en Ucrania se ha convertido en un desafío importante”.

De hecho, Shuster, cita a uno de los asesores de Zelensky que declaró que “Zelensky se siente traicionado por sus aliados occidentales. Le han dejado sin los medios para ganar la guerra, sólo los medios para sobrevivir”.

Por su parte, para Europa y la Unión Europea, la crisis ucraniana es de vital importancia ya que implica el destino de la seguridad del continente. Se busca continuar el apoyo a Kiev pero para Ucrania no alcanza, y para la UE implica un enorme desgaste y terremoto interno entre los líderes de los 27.

Las recientes declaraciones del Alto Representante para Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, previas a la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores del 13 de noviembre, pidió que “no nos olvidemos de Ucrania, la lucha continúa”. Seguido marcó que el volumen de suministros militares a Ucrania de parte de la Unión Europea “alcanzó los 27.000 millones de euros de apoyo militar, es la cifra más alta jamás alcanzada. Seguimos entrenando a los soldados ucranianos”. 

Según el canciller ucraniano, la causa de este problema no es la falta de voluntad política de la Unión Europea para apoyar a Ucrania, sino «el patético estado de la industria de defensa, incapaz de producir un número suficiente de proyectiles y pertrechos, y la capacidad de firmar contratos externos». Kuleba añadió que la UE ya ha empezado a tomar ciertas medidas para rectificar la situación, pero, «necesitamos ser más rápidos, necesitamos más».

De acuerdo a la agencia de noticias Tass, “la UE aumentó la producción de municiones en un 30% en 2023 y está cerca de fabricar un millón de proyectiles al año, pero esto no garantiza el suministro de tales volúmenes a Ucrania, afirmó el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton”.

No obstante, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitri Kuleba, confirmó que la UE no podrá cumplir su plan de suministrar 1 millón de proyectiles de artillería a Kiev para marzo de 2024 debido al estado de la producción de defensa y a los obstáculos burocráticos.

Otro punto que resaltó Breton fue que la Comisión Europea también tiene proyectado estimular el aumento de la producción militar no solo de proyectiles, sino también de otros tipos de artículos militares. «Esto es necesario para Ucrania, pero es aún más necesario para nosotros», dijo el funcionario. Esto se suma a las presiones de Bretton para que la UE adopte una Estrategia Europea de la Industria de Defensa (EDIS) y un Programa Europeo de Inversiones en Defensa (EDIP).

Si el objetivo del bloque de EEUU/OTAN/Reino Unido se centraba en llegar a una situación en donde Ucrania tuviera la ventaja a su favor a la hora de sentarse a negociar, esta opción de encuentra muy lejos, al contrario, todo indica que Ucrania no sólo está en clara desventaja en todos los frentes, sino que ni siquiera está formando parte de estas conversaciones secretas en EEUU y Rusia.

Todos los puntos que venimos esbozando han sido material de preocupación para los aliados occidentales a la hora de confirmar la continuidad de su apoyo en suministro de armas, diplomático y mediático. Pero uno de los puntos que ha terminado de marcar profundamente esas preocupaciones la dio el mismo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, el general, Valerii Zaluzhnyi, quien el 1 de noviembre dijo en una entrevista exclusiva con The Economist, que la guerra había llegado a un punto muerto. «Al igual que en la Primera Guerra Mundial, hemos alcanzado un nivel de tecnología que nos sitúa en un punto muerto», afirma. El general concluye que sería necesario un gran salto tecnológico para salir del estancamiento. «Lo más probable es que no haya un avance profundo y hermoso», se relata al comienzo del artículo. 

Dos días después, el 3 de noviembre, la NBC publica su análisis sobre cómo “funcionarios estadounidenses y europeos han comenzado a hablar discretamente con el gobierno ucraniano sobre lo que podrían implicar posibles negociaciones de paz con Rusia para poner fin a la guerra, según un alto funcionario estadounidense actual y un ex alto funcionario estadounidense familiarizado con las discusiones”. “Las conversaciones han incluido lineamientos muy amplios de lo que Ucrania podría necesitar renunciar para llegar a un acuerdo, dijeron los funcionarios”.

Aunque, como ya vimos, Zelensky no sólo está negado a sentarse a negociar cualquier tipo de acuerdo, sino que lo dejó plasmado en un decreto presidencial el otoño ucraniano pasado en donde prohibió todas las negociaciones con los actuales dirigentes de Moscú.

En el artículo de la NBC se resaltan las preocupaciones entre funcionarios estadounidenses y europeos alrededor del punto muerto de la guerra, la capacidad de continuar brindando ayuda a Ucrania, a que “Ucrania se esté quedando sin fuerzas”, sobre la lucha ucraniana por el reclutamiento y las protestas públicas, y por la “poca atención pública que ha atraído la guerra en Ucrania desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamas”. 

“Los funcionarios también han dicho en privado que Ucrania probablemente sólo tenga hasta fin de año o poco después antes de que comiencen discusiones más urgentes sobre negociaciones de paz.

El analista internacional Andrew Korybko, nos recuerda que “el mismo día en que se publicó su informe (el de la NBC), el New York Times llamó la atención sobre la creciente rivalidad entre Zelensky y Zaluzhny”. “Esto es relevante para el argumento esgrimido sobre la existencia de conversaciones secretas ruso-estadounidenses, ya que podrían servir para congelar el conflicto en el mejor de los casos antes de que se desencadene el peor de los casos, el de un motín similar al de Prigozhin”, dice el analista.

Korybko también recuerda las palabras de Putin durante una reciente reunión con miembros de la Cámara Cívica, “donde reveló que «[los estadounidenses] están planeando ahora un cambio de élites, tanto económicas como políticas»”.

*Constantini Micaela, periodista y parte del equipo de PIA Global.

Foto de portada: diseño PIA Global.

Acerca del autor

Micaela Constantini

Comunicadora Social, periodista. Miembro del equipo de investigación de PIA Global. Investigando cibergeopolítica y virtualidad. Feminista, antiimperialista y autodidacta. Nuestra americana Trabajo con redes sociales, edición de video y comunicación digital.

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