Sahara Occidental

El día que Franco reprimió a los saharauis en España

Por PIA Global
Un día como hoy de 1970, los saharauis toman las calles de El Aaiún y fueron brutalmente reprimidos por el franquismo. La manifestación fue en la Plaza África y se reunieron allí hispano-saharauis en proclama de la libertad del pueblo del Sahara Occidental.

La Policía Territorial golpeaba con palos y disparaba al aire sin éxito alguno, los saharauis consiguieron hacer retroceder y replegar a las fuerzas policiales a base de golpes con piedras y con los pocos palos que habían conseguido arrebatar a la Policía Territorial. La Policía volvió a cargar varias veces contra ellos hasta controlar la situación a pesar de que no habían conseguido disolver la manifestación tal y como pedía el teniente coronel López Huertas.

El 14 de Junio, debido a las fuertes presiones internacionales que recaían sobre el Gobierno español para que permitiera a los saharauis decidir su futuro. Carrero Blanco, desde Madrid, organizó una manifestación/fiesta con fines propagandísticos para el 17 de Junio de 1970 y pidió a los españoles-saharauis en El Aaiún que se manifestaran en la plaza de África, frente al Gobierno General reivindicando la unión y hermanamiento entre el Sáhara Occidental y España.

Las autoridades españolas mandaron a cientos de periodistas y observadores internacionales para que fueran testigos del buen rollo entre saharauis y españoles y que no era necesario descolonizar. Harakat Tahrir se enteró de dicha manifestación y el comité ejecutivo organizó una contramanifestación el mismo día a la misma hora.

Bassiri no estaba de acuerdo con la contramanifestación ya que la consideraba temeraria, sabía que él corría un serio peligro y tenía el presentimiento de que la contramanifestación podría acabar en una carnicería humana. En la noche del 16 de Junio de 1970, Harakat Tahrir le pidió expresamente a Bassiri que abandonara El Aaiún por su seguridad, estaba en riesgo, pero él se negó contundentemente contestando: »No voy a salir de aquí, no quiero que se diga que soy un aventurero que ha conducido su pueblo a la catástrofe y después ha desaparecido, y conmigo la Organización. Yo me quedo, aunque me suponga la prisión, siempre me quedará la esperanza».

En la mañana del 17 de Junio de 1970, 200 saharauis salen a manifestarse en la explanada de Jatarrambla, en el barrio de Zemla, en contra del colonialismo español, llevan carteles en los que se puede leer »El Sáhara para los saharauis» Fueron llegando más manifestantes y a mediodía, el número ascendía a un total de 3.000 nacionalistas saharauis en una gigante manifestación que rechazaba el colonialismo español, liderada y encabezada por Buda Ould Ahmed Ould Hamudi, Ahmed Ould Kaid Saleh y Hussein Ould Ahl Hussein. Esto sería conocido más tarde como el »Levantamiento de Zemla».

Un manifestante saharaui es cacheado por la policía territorial en El Aaiún en 1975. Fotografía cedida por Provincia 53

A mediodía, el enviado del Gobernador general llega a la manifestación saharaui para invitarles a la fiesta que fue organizada por Carrero Blanco, pero los saharauis le dicen que solo quieren ver al Gobernador general para entregarle un memorándum. Las autoridades españolas acuerdan revertir la situación en la colonia española, por lo que en primer lugar enviaron varios mensajes instando a los manifestantes a que se unieran a la manifestación de los españoles, la respuesta fue negativa por parte de los saharauis que empezaron a tirar piedras a las autoridades. A las 4 de la tarde llegó el gobernador de la Provincia del Sáhara, José María Pérez de Lema y leyó un escrito reivindicando los lazos que unen a los saharauis y españoles y recibió el memorando de Basiri, escrito realmente por Brahim Ghali (actual presidente), en el que decía;

“A nuestro país saharaui no había entrado ningún extranjero en calidad de Presidente para mandarnos, o gobernante para gobernarnos, o Sultán a someternos, ni Príncipe para heredar nuestro destino, ni representante encargado de resolver nuestras cuestiones gubernativas. Nuestra tierra y nuestro pueblo, desde que se creó hasta el pacto con la Nación española, no había sido gobernado por ninguna autoridad, ni gobernante, ni Sultán, ni heredero ni representante-delegado. Fue libre e independiente y sólo Dios ejercía sobre él su autoridad”.

“Ha elegido nuestro pueblo la cultura y el idioma español como oficial, así; pues, su lengua, su cultura y toda su vida se ha convertido en la española. Todos sus asuntos los ha puesto en manos de España, olvidando el pasado, o queriéndolo olvidar, ignorando y queriendo ignorar, pues todo su futuro lo ha depositado en manos de una Nación potente cuyo prestigio es bien patente entre las Naciones del mundo. Jamás ha desconfiado un instante, ya que sabe que siempre velará por sus intereses como propios y no estimará esfuerzos en protegerlos y proteger su integridad ante los enemigos del exterior que cada día crecen más, pero el gobierno español ha ido abandonando en todas las regiones parte del territorio de nuestra patria, gran abandono y negligencia”.

“Cedió el Gobierno español territorio de nuestra patria a Argelia, por el Este. A Mauritania por el Sur, y a Marruecos por el Norte. Parte de este territorio fue entregada al Gobierno francés cuando éste colonizaba los países vecinos a nosotros. Otros fueron cedidos a dichos países cuando éstos consiguieron su independencia. Y el Gobierno español no ha cesado en la entrega, todavía cede poco a poco parte de nuestra tierra a los países vecinos, sin motivo alguno, sin que sea justo y sin lucha que motivó tal cesión”.

De Izquierda a derecha El ministro de Defensa Brahim Ghali, el secretario general del Frente Polisario Mohamed Abdelaziz asisten al segundo aniversario de la proclamación de la independencia de la República Árabe Saharaui Democrática el 28 de febrero de 1978 (Foto de Pierre TAILLEFER / AFP) (Foto de PIERRE TAILLEFER / AFP a través de Getty Images)

“Si este pueblo cada día – día tras día – ve mermada su integridad, su unidad y se cede poco a poco, ¿cuál va a ser su futuro? ¿Cómo va a ser el futuro de esta tierra al final, y cuál va a ser el futuro del pueblo saharaui que es sincero y fiel con sus amigos? ¿Cuál va a ser el futuro de este país que ha delegado en sus verdaderos amigos todos sus asuntos y cuyos amigos es el Gobierno español?”

“Todos los países del mundo progresan, sean desierto o no, y a todos se les tiende la mano del desarrollo, y todos se han desarrollado con esta ayuda, bien procedente de las Naciones poderosas, bien de las Naciones hermanas, bien de las Naciones amigas o bien a través de las Naciones Unidas. Menos nuestro país saharaui que ha permanecido y permanece en la misma situación, sin que se haya tendido la mano del desarrollo y el progreso en nada, ni por parte de su mejor amigo, la Nación española”.

“Es nuestro deber – nosotros pueblo saharaui – como pueblo con unidad, derechos y obligaciones, decir nuestro sentir con toda libertad para remediar la desgracia aunque deshaga la amistad entre algunos, pues si permanecemos callados, se perderá nuestra patria y nosotros con ella, y también, si permanecemos callados, nos despreciarán, y finalmente, nos despreciará el mundo entero. Y si permanecemos callados, el pueblo llegará a reventar y la situación empeorará y el fuego no se podrá apagar. Nosotros, – el pueblo saharaui – sentimos la necesidad de dejar oír nuestras palabras, la necesidad apremiante y muy especialmente decir que la cuestión de nuestro país camina por una senda muy peligrosa, y es muy apremiante”.

A la izquierda el líder independentista saharaui Bassiri. A la derecha, unas niñas llevan un retrato suyo

Una hora más tarde llegó el delegado gubernativo, quien era el teniente coronel López Huertas acompañado por 60 elementos de la Policía Territorial, minutos después una piedra alcanza al coronel y cae al suelo. López Huertas y sus 60 escoltas se retiran y se ordena el despliegue de varios Land Rover Defender que despejaron el territorio y sitiaron el barrio de Jatarrambla quedando a 500 metros de los manifestantes, los coches fueron aproximándose lentamente y los manifestantes comenzaron a tirar piedras incesantemente. La situación se volvió descontrolada y empeoró aún más cuando López Huertas ordenó la detención de los 3 jóvenes que lideraban la manifestacion (Buda Ould Ahmed Ould Hamudi, Ahmed Ould Kaid Saleh y Hussein Ould Ahl Hussein) , cargar contra los manifestantes y disparar fuego al aire para asustarlos.

Los saharauis no mostraron cobardía alguna e intensificaron el lanzamiento de piedras. La Policía Territorial golpeaba con palos y disparaba al aire sin éxito alguno, los saharauis consiguieron hacer retroceder y replegar a las fuerzas policiales a base de golpes con piedras y con los pocos palos que habían conseguido arrebatar a la Policía Territorial. La Policía volvió a cargar varias veces contra ellos hasta controlar la situación a pesar de que no habían conseguido disolver la manifestación tal y como pedía el teniente coronel López Huertas.

Los cerca de 3.000 saharauis seguían de pie a tan solo 100 metros, algunos con la cara magullada, camisetas destrozadas y otros sangrando. De los 60 polícias, varios fueron heridos. Se produce una calma tensa. Nadie sabe que va a pasar ni quién va a atacar. Finalmente, las fuerzas policiales reciben órdenes directas del delegado gubernativo en las que pide que mantengan la situación controlada hasta que informe al Mando de los sucesos. Se cierra el barrio, nadie entra ni sale hasta que llega una unidad del Tercio »Don Juan de Austria» 3º de La Legión Española comandada por el capitán Carlos Díaz Arcocha, traspasan a los polícias que se encontraban cara a cara con los manifestantes saharauis.

Los saharauis se defendieron de La Legión igual que con los Policías, a base de pedradas. Los legionarios dispararon al aire, pero eso no hizo mella a los saharauis que siguieron lanzando piedras, por lo que el capitán al mando, Díaz Arcocha dió la orden de disparar a los manifestantes para disolver inmediatamente la manifestación, por lo que sin mediar palabras con los manifestantes, los legionarios comenzaron a disparar convirtiendo la plaza en una carnicería humana, tal y como temía Bassiri a pesar de que no se encontraba en el lugar de los hechos. Cuerpos mutilados, heridos que sangran y el resto de manifestantes corriendo sin rumbo, hecho conocido como la Matanza de Zemla. El balance final no se conoce exactamente, según el gobierno español, solo hubo 2 muertos, según Harakat Tahrir 11, según Mauritania 12 y según Marruecos 10. Una vez que la manifestación fue reprimida y disuelta. Se detuvo a centenares y se comenzó a buscar y detener a los instigadores de la reivindicación, entre los que figuraba Bassiri como cabecilla.

Basiri, era la principal persona que buscaban, la policía territorial española tenía órdenes desde el cuartel de encontrar a Sidi Mohamed Brahim Basiri, acusado de inspirar a la población saharaui a manifestarse en contra del colonialismo español. Cabe destacar que antes de suceder todo esto, Bassiri no pretendía viajar hacia El Aaiún, sabía que era peligroso. Tras los fatídicos sucesos de Zemla, en la noche del 17 de Junio de 1970, Bassiri se dirigió a la casa de su amigo Jatri Yumani, quien era jefe de la Asamblea. Muy asustado, Jatri le dice a Bassiri que intente calmar los ánimos de las masas, mientras que Basiri ordena a dos amigos que vayan a Mauritania para que informen a las autoridades mauritanas de lo sucedido y pidan a Nuakchott que mande patrullas a la frontera para recoger a los perseguidos que, más tarde serán expulsados del Sáhara Occidental por La Legión. Finalmente, a las 3 de la madrugada en el barrio Jatarrambla, Mohamed Sidi Brahim Basiri caía detenido por la policía tras una intensa búsqueda. En esa misma noche fueron detenidos otros 33 nacionalistas saharauis que fueron repartidos en las cárceles de Tenerife, Dajla y Bir Nzarán. El resto de sus seguidores que logró escapar se instalaron en Zuerat.

Tras ser detenido por la Policía española y retenido en una celda individual en la cárcel provincial de El Aaiún, Basiri fue brutalmente torturado durante 3 horas por agentes franquistas. Pasó exactamente un mes en la cárcel provincial de El Aaiún. Cabe destacar que durante su encarcelamiento, nadie tenía conocimiento de ello, creyeron que desapareció. Después de un mes de su detención, el 17 de Julio de 1970, Basiri firmó su declaración ante la Policía Territorial en El Aaiún y fue llevado a los calabozos del Cuartel General.

El Gobierno General, teniendo conocimiento de quien es Bassiri, ordena la deportación de Bassiri y finalmente, tras 12 días en el calabozo, el 29 de Julio de 1970 a las 4:30 de la madrugada, se presentan en el Cuartel General dos Land Rover pertenecientes al cuartel de Artillería, en el que iban legionarios del Tercio Don Juan de Austria, su capitán y una brigada del Cuartel General. Los legionarios sacan del calabozo a Bassiri, vestía una chilaba encapuchado, con una bolsa en la mano con sus pertenencias, barbudo, de carácter tranquilo y pacífico por lo que no fue necesario esposarle y lo subieron a uno de los Land Rover. El convoy que lo transportaba cruzó todo El Aaiún, cogió la carretera en dirección a la playa y a 10 kilómetros del aeropuerto cortó la carretera cruzando a la derecha hacia una cadena de dunas paralela al mar. Los Land Rover se detuvieron arriba de una de las dunas, encendieron los faros, primero bajan del vehículo los legionarios y su capitán, obligan bajar a Bassiri y le ordenan caminar en dirección hacia donde apuntan los faros de los vehículos y fue fusilado. Aquí desaparece por completo Bassiri, nunca jamás se le volvió a ver. Ander Landaburu, periodista vasco, fue la última persona que se conoce que vio a Bassiri con vida. Lo vio después de las horas de torturas a las que había sido sometido y reconoció que Bassiri estaba tremendamente destrozado y en condiciones físicas inhumanas. 12 años después del asesinato de Bassiri, en 1982, el ex gobernador del Sáhara español José María Pérez de Lema, en sus últimos años de vida, fue entrevistado por una comisión saharaui a la que le reconoció que, efectivamente, Bassiri fue fusilado en un campo de dunas al oeste de El Aaiún.

El consenso historiográfico también coincide en que Bassiri fue fusilado en un campo de dunas en El Aaiún. En base al testimonio de legionarios que estuvieron presentes en la madrugada en la que Bassiri desapareció, y que se han acogido al derecho de anonimato, confesaron al sacerdote Félix Erviti, quien era el prefecto apostólico en el Sáhara español, los sucesos acaecidos en la madrugada de la desaparición de Bassiri. No obstante el gobierno franquista anunció en un comunicado público que Bassiri fue expulsado a Marruecos, sin embargo, Bassiri jamás fue encontrado por los marroquíes, ya que también era buscado ahí.

Hasta la fecha, la desaparición de Bassiri sigue siendo un tema actual de controversia y existen varias versiones sobre su desaparición y, tristemente la que más cobra fuerza y sobre la que pesan confesiones y testigos, es la de que fue fusilado por un pelotón de fusilamiento formado por legionarios del Tercio Don Juan de Austria, sin embargo su cuerpo aún no ha sido encontrado en ninguna de las 160 fosas comunes encontradas. La desaparición de Bassiri ha sido catalogada por investigadores, abogados, periodistas y el público en general como de caso extremo ya que en los más de 40 años que han pasado desde su desaparición, no han sido halladas ninguna de sus pertenencias personales, ropa que vestía, ni anuncios de avistamientos, ni su propio cadáver. Quizás la verdad la tenga el sacerdote Félix Erviti, pero éste monseñor, murió el 24 de Noviembre del 2000 tras desplomarse en plena celebración de una misa en la Iglesia Virgen Peregrina en Madrid. La única vía que quedaría para poder acceder a la verdad es buscar en los archivos desclasificados del régimen de Franco. O en su lugar pedir al gobierno español vigente que desclasifique los archivos que siguen clasificados aplicando la Ley de Archivos, que comprende la Ley de Patrimonio Documental Español, promulgada por las cortes en 1985, pero que no fue llevada a cabo correctamente. A pesar de la entrada en vigor en el 2013 de la Ley de Transparencia, donde en su artículo 13 declara »derecho de acceso a la información pública» sin embargo la misma ley se contradice en el artículo 14 en el que limita el derecho de acceso a la información. Hasta el día de hoy, el gobierno español niega plausiblemente sin discusión alguna, desclasificar los más de 10.000 documentos del franquismo en los que podría estar o no, la sentencia de Bassiri.

Digamos que se da el hipotético caso de que el gobierno español publique los 10.000 documentos restantes del franquismo y se logra encontrar el final del Bassiri y toda la verdad. Y los culpables se encuentran con vida y viviendo en España, en tal situación entraría en acción la Ley de Amnistía, firmada por el Rey Juan Carlos I en 1977, que no permite la investigación de ningún crimen cometido antes del 15 de Diciembre de 1976 en España (incluyendo sus colonias) y exime de toda responsabilidad penal a los responsables del delito. Eso, desgraciadamente incluye el caso Bassiri, ya sea si fuese asesinado o deportado a Marruecos.

Por lo que cualquier investigación llevada a cabo sobre la muerte de Bassiri, supondría, una violación de la ley española, y por consecuente, un delito. A pesar de que la mencionada ley ha recibido fuertes críticas y ha generado gran polémica en España, también ha recibido peticiones de derogación de Human Rights Watch y Amnistía Internacional por su incompatibilidad con el derecho internacional y por estar en contra de la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas y degradantes. En 2012, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió a España la derogación inmediata de la ley. A pesar de todas las críticas, presión de grupos defensores de los derechos humanos, peticiones de derogación, la ley sigue en vigencia.

Fuente: https://www.ecsaharaui.com/