Europa

El BCE “horrorizado” por las subidas salariales

Por Sergio Cararo* –
El BCE sigue actuando exactamente de la misma manera, consolidando y alimentando así un empobrecimiento social y salarial en la eurozona cada vez más insoportable para millones de personas.

Según el último boletín económico del Banco Central Europeo, “los salarios reales son sustancialmente más bajos en la zona euro que antes de la pandemia”, lo que para el BCE podría llevar a los sindicatos a exigir mayores aumentos salariales en las próximas negociaciones, especialmente en los sectores peor pagados.

Pero lo que parece una medida debida y de sentido común, dados los aumentos de precios, es en cambio vista con alarma por la principal institución financiera europea. De hecho, según el BCE, esta tendencia alimenta el temor a que la elevada inflación (9,2% en diciembre) pueda perpetuarse “si la fijación de salarios se ajustara a la evolución de los precios de forma más permanente”.

Tanto es así que la Presidenta del BCE, Christine Lagarde, declaró recientemente que “ante este riesgo”, el deber del Comité Ejecutivo será evitar que la espiral salarial influya en las expectativas del coste de la vida a largo plazo. Y no sólo eso. El economista jefe del BCE, Philip Lane, argumentó que los salarios tardarán varios años en ajustarse plenamente a las recientes sacudidas de los precios y que, por lo tanto, el seguimiento de los salarios por parte de la institución de Fráncfort será una parte importante de la vigilancia de la tendencia de la inflación.

En consecuencia, el BCE intervendrá como de costumbre con otro latigazo al alza de los tipos de interés. De hecho, las estimaciones de aumento de los salarios en los próximos trimestres aumentan las expectativas de una subida de tipos de 50 puntos básicos en la próxima reunión de febrero y probablemente otra de la misma magnitud en la de marzo. Según el BCE, la ralentización económica prevista en la zona euro, junto con la incertidumbre sobre las perspectivas económicas, ejercerá una presión a la baja sobre el crecimiento salarial a largo plazo.

En resumen, el BCE actúa automáticamente (en el sentido de como un autómata, ed.) haciendo frente a la inflación con el sistema habitual e ineficaz: congelar los salarios y subir los tipos de interés. Lleva haciéndolo desde su fundación y no ve ni imagina soluciones que no sean las más dolorosas para los trabajadores ante una inflación debida a agentes externos (precios de la energía y de las materias primas) y no a la viveza de los mercados.

Tal vez tratar de desactivar, en lugar de avivar, la guerra en curso en Ucrania podría tener un efecto mucho más positivo en la economía europea.

Las instituciones europeas llevan treinta años haciendo lo mismo, desde el Tratado de Maastricht, para combatir una inflación que entonces ya estaba ampliamente vencida. La propia obsesión alemana contra la inflación ha producido exactamente lo contrario y, a pesar de esta evidencia, el BCE sigue actuando exactamente de la misma manera, consolidando y alimentando así un empobrecimiento social y salarial en la eurozona cada vez más insoportable para millones de personas.

*Sergio Cararo, director editorial de Contropiano.

Artículo publicado originalmente en Contropiano.

Foto de portada: extraída de fuente original Contropiano.

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