Egipto y China han iniciado sus primeras maniobras aéreas conjuntas, y hay informes de que El Cairo está adquiriendo armamento chino avanzado. Todo esto coincide con las enormes inversiones de Pekín en Egipto. ¿Cuál es el mensaje secreto de El Cairo y Pekín tras la “década dorada” de colaboración entre ambos países? ¿Se trata de un mensaje específico dirigido a Estados Unidos y Europa?
Águilas de la Civilización 2025
En medio de tensiones regionales e internacionales sin precedentes, los ejércitos egipcio y chino lanzaron los primeros ejercicios aéreos conjuntos de su tipo, denominados “Águilas de la Civilización 2025”, con la participación de vehículos, equipos y aviones de combate multifunción. Los ejercicios se llevaron a cabo en una base militar egipcia no revelada desde mediados de abril hasta principios de mayo. Si bien “Águilas de la Civilización” es el primer ejercicio aéreo conjunto de este tipo entre ambos países, ambas partes han realizado “ejercicios navales” no programados en más de una ocasión. Algunos expertos occidentales han señalado que Egipto y China presumen de los ejercicios aéreos conjuntos.
Egipto cortará el brazo largo
Ante las maniobras conjuntas egipcio-chinas, que se llevan a cabo por primera vez en el espacio aéreo egipcio, y el revuelo que han causado, el analista egipcio Mack Sharqawi afirmó que «Egipto ha comenzado a intentar diversificar sus alianzas debido a la continua presión de Estados Unidos». Enfatizó que las armas que Egipto podría comprar a China son para fines defensivos «para cortar el largo brazo que se extenderá sobre Egipto». Durante su participación en el «Debate Diario» presentado por Lauren Wehbe, Sharqawi abordó las armas avanzadas que China trajo a las maniobras «Águilas de la Civilización 2025», que incluyeron «el avión chino de alerta temprana que aterrizó en el aeropuerto de Beni Suef, capaz de detectar hasta 500 kilómetros de distancia, y un avión de transporte gigante con capacidad para transportar 70 toneladas de equipo militar».
Subrayó que se trata de armas defensivas en caso de que alguna de las partes intente activamente atacar a Egipto, “para que sepa que le cortarán el brazo largo”.
Cazas chinos sobre la flota estadounidense en el Mediterráneo
Mac Sharqawi enfatizó que “lo que enfureció a Trump y Netanyahu fue el vuelo de cazas chinos sobre buques de guerra estadounidenses en el Mediterráneo y su aproximación desde la frontera israelí.
Del lado israelí, las maniobras no pasaron desapercibidas. Eitan Dangot, general israelí que anteriormente fue secretario de varios ministros de seguridad israelíes, cuestionó el momento de estas maniobras y expresó su preocupación por el vuelo de pilotos chinos cerca de la frontera israelí. Por otro lado, durante su aparición en el programa “This Evening”, presentado por Loren Wehbe, Dangot se preguntó si “estas maniobras militares transmiten un mensaje con la próxima visita del presidente estadounidense Donald Trump a Arabia Saudita y la región”. Enfatizó que “asuntos misteriosos se ciernen sobre ellas”. En su opinión, “estas maniobras conjuntas son inútiles y me preocupa el vuelo de pilotos chinos cerca de nuestras fronteras”. Estas son las primeras maniobras aéreas entre Egipto y China en el espacio aéreo egipcio, y se están llevando a cabo durante un período de diez días. Las maniobras, que comenzaron el sábado por la mañana en una base aérea egipcia y ya han sido denominadas “Águilas de la Civilización 2025”, incluyen aviones de combate chinos J-10C, un avión de reabastecimiento aéreo YU-20 y un avión de alerta temprana KJ-500. “Las aeronaves que participan en los ejercicios representan los principales recursos de combate de la Fuerza Aérea China”, declaró un experto chino al Global Times.
Cálculos complejos con el socio americano
No hay duda de que la amplia colaboración egipcio-china está rodeada de “cálculos complicados con el socio estadounidense”, particularmente en el campo de la cooperación militar entre El Cairo y Pekín, y su impacto en el equilibrio estratégico en Oriente Medio.
El año 2024 fue testigo de una intensificación de la cooperación militar. En agosto, las armadas egipcia y china realizaron una maniobra conjunta en el mar Mediterráneo, que incluyó entrenamiento en coordinación de comunicaciones, maniobras tácticas y reabastecimiento de combustible. Esta fue la primera maniobra conjunta desde 2019. A finales de agosto de 2024, la Fuerza Aérea China envió ocho aeronaves a participar en una exhibición aérea en Egipto.
Al mismo tiempo, el acontecimiento más sorprendente fue la difusión de rumores sobre la intención de Egipto de comprar aviones de combate chinos J-10C para reemplazar su envejecida flota de F-16, según un informe reciente del sitio web Arab Defense.
El sitio web atribuyó a algunos analistas que esta medida se enmarca en los esfuerzos de Egipto por diversificar sus fuentes de armas y reducir su dependencia de Occidente, especialmente de Estados Unidos. Otros la ven como una forma de presionar a Washington tras la congelación del acuerdo de compra de 20 cazas F-35 prometido por el expresidente estadounidense Donald Trump en 2018. El caza chino, con un precio de entre 40 y 50 millones de dólares, es una opción más económica para Egipto.
Sin embargo, el acuerdo no se ha confirmado oficialmente y existen varias razones para su fracaso. En particular, el J-10C es un caza de cuarta generación, mientras que la Fuerza Aérea Egipcia busca cazas de quinta generación. Estos aviones tampoco proporcionan la superioridad aérea necesaria para proteger los yacimientos de gas egipcios en el Mediterráneo Oriental, ni abordan las preocupaciones de Egipto sobre Etiopía.
Más importante aún, según expertos militares, la compra de aviones de combate chinos podría afectar la financiación militar extranjera de Egipto por parte de Estados Unidos, que alcanzó los 1.300 millones de dólares en 2024 y requiere la aprobación del Congreso estadounidense. Dada la competencia entre Washington y Pekín, Estados Unidos no verá con buenos ojos la incorporación de aviones de combate chinos a la Fuerza Aérea egipcia. Con el regreso de Trump a la Casa Blanca, El Cairo podría aspirar a obtener los F-35 que tanto anhela.
Asociación estratégica igualitaria
El General de División Dr. Sayed Ghoneim, miembro de la Academia Militar de Estudios Avanzados y Estratégicos y profesor visitante de la OTAN y de la Academia Militar de Bruselas, presentó un conjunto de objetivos y mensajes comunes para estas maniobras. Los más destacados son:
Como principal aliado de El Cairo fuera de la OTAN, está llevando a cabo una maniobra aérea con el “enemigo en ascenso de Estados Unidos”, como si equiparara su asociación estratégica con su aliado más importante y de larga data con un socio igualmente importante y prometedor.
Ambos países buscan presentar la maniobra como un hito en la integración militar práctica, proporcionando una plataforma común para mejorar la coordinación del combate aéreo, evaluar equipos en condiciones operativas y construir familiaridad institucional entre sus fuerzas.
¿Las maniobras transmiten mensajes?
El mayor general Samir Farag, experto militar y exdirector del Departamento de Asuntos Morales del Ejército egipcio, afirma que las maniobras se habían planeado desde principios de año. Si bien enfatiza que actualmente no están dirigidas a ninguna parte ni vinculadas a eventos regionales como la guerra en Gaza, insiste en que siguen siendo un mensaje para los afectados. Explica que su importancia radica en que:
• Son una forma de “disuasión moral”, que demuestra la fuerza de Egipto y su capacidad para disuadir cualquier amenaza potencial.
• Se realizan con combatientes de una escuela militar distinta a las occidentales.
• Incluyen capacidades de reabastecimiento y logística, requeridas en la etapa actual.
• Aumentan la preparación militar, especialmente para posibles escenarios en el interior de África o en la cuenca del Nilo.
El general de brigada Samir Ragheb, experto militar y estratégico, coincide con la declaración anterior, afirmando que las maniobras no tienen como objetivo a ninguna parte en particular. Añade que reflejan un intento de reequilibrar las relaciones militares y permitir a Egipto probar los cazas chinos en un entorno de combate realista, en términos de:
• Su maniobrabilidad.
• Su capacidad de despegar y aterrizar en el rango y corredor más corto.
• El uso de sistemas de vigilancia y guerra electrónica.
• La eficiencia del armamento inteligente.
Ragheb cree que China posee una ventaja comparativa en la modernización de equipos y el desarrollo de tácticas de combate, lo que proporciona a los países que cooperan con ella una experiencia de combate moderna y avanzada.
¿Cuáles son los objetivos de Egipto al diversificar su arsenal militar?
El mayor general Ghoneim enfatiza que las maniobras refuerzan el impulso de Egipto para diversificar sus fuentes de armas, alejándose de la dependencia tradicional de Estados Unidos o Rusia, especialmente con el declive de la confianza en ellos a la luz de la guerra en Ucrania y el apoyo incondicional estadounidense a Israel.
Contrasta la flexibilidad de China, libre de sensibilidades políticas y desconfianza, con la vacilación de otros socios, como Francia, que anteriormente sucumbió a la presión israelí que le impidió suministrar a Egipto misiles avanzados como parte del acuerdo del caza Rafale.
Considera que las maniobras ofrecen una oportunidad realista para probar aviones chinos, preparándose para la posibilidad de contratarlos en el futuro sin restricciones políticas ni condiciones indeseables.
Esto, según el mayor general Ghoneim, refuerza la estrategia de política exterior más amplia de Egipto basada en la no alineación, lo que le permite protegerse contra la dependencia excesiva de un solo bloque geopolítico, con la posibilidad de transferencia de tecnología, ensamblaje y posiblemente fabricación futura.
El mayor general Samir Farag retoma la misma línea, explicando que las maniobras brindan a Egipto la oportunidad de observar armas chinas en acción en el campo de entrenamiento. El general de brigada Samir Ragheb coincide con él, señalando que las maniobras conjuntas suelen servir como preludio a la cooperación armamentística y los contratos militares. Permiten realizar pruebas de campo exhaustivas e inspeccionar las especificaciones de las armas, no solo mediante exhibiciones, folletos, presentaciones teóricas o agregados militares.
Aviones de combate chinos Chengdu J-10
En cuanto al acuerdo para el caza multifunción chino Chengdu J-10, que Egipto, según se informa, está considerando adquirir sin un anuncio oficial, el mayor general Farag confirmó que no se han llevado a cabo consultas al respecto. Sin embargo, cree que las maniobras exploran las armas y los cazas que posee China, en caso de que Egipto los solicite en el futuro.
El general de brigada Ragheb, por su parte, considera que estos cazas son una sólida alternativa al F-16, ya que realizan misiones similares a las del caza estadounidense. Su presencia en las maniobras actuales podría reflejar esta tendencia, pero esto no significa que se haya tomado una decisión definitiva sobre su adquisición. Señaló que su país se había entrenado previamente con Francia antes de contratar el Rafale, y con Rusia en el MiG-29, equivalente al caza chino. Explicó que Egipto busca una alternativa futura a los cazas F-16, cuya producción se ha detenido, ya sean de cuarta generación o de cuarta generación avanzada. Por consiguiente, ya no es posible aumentar su número en la flota egipcia.

En el mismo contexto, el mayor general Ghoneim cree que Egipto busca lograr un importante objetivo militar con estas maniobras, a saber, evaluar las capacidades de guerra electrónica y los sistemas de fusión de sensores del avión chino Chengdu J-10, además de las capacidades de transporte estratégico del avión de transporte chino Y-20.
Enfatizó que esto es de suma importancia ante los esfuerzos de El Cairo por mejorar sus capacidades de exploración y despliegue militar rápido. Estas maniobras también contribuyen a mejorar la preparación y la coordinación de las fuerzas conjuntas de Egipto, lo cual es esencial dado el inestable entorno de seguridad que se extiende desde Libia hasta el corredor del Mar Rojo y el Cuerno de África.
Los expertos creen que los ejercicios aéreos tienen objetivos que van más allá de los objetivos declarados de “fortalecer e intercambiar experiencia entre los ejércitos de ambos países”, mientras China busca afirmar su presencia militar en Oriente Medio.
La región experimenta inestabilidad debido a la guerra en curso en Gaza y la escalada de tensiones en el Mar Rojo, mientras que el mundo se tambalea por una guerra económica tras la imposición de aranceles por parte del presidente estadounidense Donald Trump tanto a sus adversarios como a sus aliados. Sin embargo, los más feroces se dirigieron contra China, la segunda economía más grande del mundo.
Cálculos complejos con el socio americano
No hay duda de que la amplia colaboración egipcio-china está rodeada de “cálculos complicados con el socio estadounidense”, particularmente en el campo de la cooperación militar entre El Cairo y Pekín, y su impacto en el equilibrio estratégico en Oriente Medio.
El año 2024 fue testigo de una intensificación de la cooperación militar. En agosto, las armadas egipcia y china realizaron una maniobra conjunta en el mar Mediterráneo, que incluyó entrenamiento en coordinación de comunicaciones, maniobras tácticas y reabastecimiento de combustible. Esta fue la primera maniobra conjunta desde 2019. A finales de agosto de 2024, la Fuerza Aérea China envió ocho aeronaves a participar en una exhibición aérea en Egipto.
Al mismo tiempo, el acontecimiento más sorprendente fue la difusión de rumores sobre la intención de Egipto de comprar aviones de combate chinos J-10C para reemplazar su envejecida flota de F-16, según un informe reciente del sitio web Arab Defense.
El sitio web atribuyó a algunos analistas que esta medida se enmarca en los esfuerzos de Egipto por diversificar sus fuentes de armas y reducir su dependencia de Occidente, especialmente de Estados Unidos. Otros la ven como una forma de presionar a Washington tras la congelación del acuerdo de compra de 20 cazas F-35 prometido por el expresidente estadounidense Donald Trump en 2018. El caza chino, con un precio de entre 40 y 50 millones de dólares, es una opción más económica para Egipto.
Sin embargo, el acuerdo no se ha confirmado oficialmente y existen varias razones para su fracaso. En particular, el J-10C es un caza de cuarta generación, mientras que la Fuerza Aérea Egipcia busca cazas de quinta generación. Estos aviones tampoco proporcionan la superioridad aérea necesaria para proteger los yacimientos de gas egipcios en el Mediterráneo Oriental, ni abordan las preocupaciones de Egipto sobre Etiopía.
Más importante aún, según expertos militares, la compra de aviones de combate chinos podría afectar la financiación militar extranjera de Egipto por parte de Estados Unidos, que alcanzó los 1.300 millones de dólares en 2024 y requiere la aprobación del Congreso estadounidense. Dada la competencia entre Washington y Pekín, Estados Unidos no verá con buenos ojos la incorporación de aviones de combate chinos a la Fuerza Aérea egipcia. Con el regreso de Trump a la Casa Blanca, El Cairo podría aspirar a obtener los F-35 que tanto anhela.
El mensaje de Egipto tras la “Década Dorada”
Incluso antes de que Trump regresara a la Casa Blanca a principios de este año, el presidente chino, Xi Jinping, prometió en septiembre pasado aumentar el apoyo de China al continente africano con aproximadamente 51.000 millones de dólares en financiación durante los próximos tres años.
El comienzo de 2025 marcó la conclusión de lo que se conoció como la “Década Dorada”, un período de diez años durante el cual Egipto y China fueron testigos de un crecimiento en sus relaciones bilaterales.
Desde que asumió la presidencia en 2014, el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi ha visitado China ocho veces, mientras que el expresidente Hosni Mubarak visitó el gigante asiático seis veces durante sus treinta años de gobierno. En un informe reciente titulado “¿Más allá de la ‘Década de Oro’ de la colaboración entre Egipto y China?”, el Atlantic Council argumentó que las relaciones entre Egipto y China nunca antes habían experimentado un “compromiso” tan fuerte. El informe señaló que el deseo de Egipto de fortalecer sus lazos con China “responde a imperativos políticos y económicos”.
China revela acuerdo estratégico con Egipto
Egipto y China aceleraron sus relaciones en enero de 2024 con un nuevo acuerdo estratégico, que estipula que los dos países continuarán profundizando la confianza estratégica mutua y se apoyarán firmemente en la protección de sus intereses fundamentales.
La Embajada de China en El Cairo reveló un acuerdo con Egipto que podría generar un cambio estratégico, económico y político significativo entre los dos países.
La embajada anunció que China y Egipto alcanzaron un consenso importante durante las conversaciones del Ministro de Relaciones Exteriores de China en El Cairo, que tuvieron lugar en enero de 2024, y señaló que los dos países, durante la última década desde que establecieron su asociación estratégica integral, han marcado el comienzo de una era dorada de avances en el desarrollo de las relaciones bilaterales.
Apoyando a Egipto en la protección de su soberanía nacional
Según la Embajada de China, ambos países acordaron una asociación continua y un acuerdo que incluye varias disposiciones. La primera estipula que ambos países continuarán profundizando la confianza estratégica mutua y se apoyarán firmemente en la defensa de sus intereses fundamentales. China agradeció a Egipto su valioso apoyo en asuntos relacionados con sus intereses fundamentales, especialmente la cuestión de Taiwán, y señaló que China seguirá apoyando firmemente a Egipto en la protección de su soberanía y seguridad nacionales y en la búsqueda de un camino de desarrollo exitoso que se ajuste a sus condiciones nacionales.
La segunda disposición del acuerdo estipula que ambos países trabajarán juntos para construir una Ruta de la Seda de alta calidad, logrando beneficios mutuos y resultados mutuamente beneficiosos. China expresó su disposición a colaborar con Egipto para implementar el plan integral de asociación estratégica entre ambos países durante los próximos cinco años, profundizar la cooperación práctica en diversos ámbitos, seguir apoyando a Egipto en el fortalecimiento de su desarrollo económico y social, aumentar la importación de productos egipcios de alta calidad y fomentar la inversión de más empresas chinas en Egipto. La tercera cláusula incluye el fortalecimiento del diálogo entre civilizaciones, la profundización de los intercambios interpersonales entre ambas partes y el fortalecimiento de la cooperación en los ámbitos de la cultura, la juventud, los centros de investigación y la formación profesional. La embajada indicó que China seguirá animando a más ciudadanos chinos a visitar Egipto y a experimentar el encanto de su antigua civilización.
La cuarta cláusula del acuerdo incluía la necesidad de que ambos países entablaran una comunicación y cooperación más estrecha en cuestiones regionales e internacionales.
La Embajada de China indicó que China espera trabajar con Egipto para llevar la cooperación colectiva entre China y los países árabes y entre China y África a un nuevo nivel, construir un modelo de cooperación Sur-Sur de alta calidad, promover conjuntamente la gobernanza global hacia la construcción de un mundo multipolar justo y ordenado, y promover una globalización económica inclusiva que beneficie a todos.
Un mensaje egipcio a través de China
El Dr. Wael Awad, periodista especializado en asuntos asiáticos y asesor distinguido de la Fundación Teletoma para Estudios Estratégicos, cree que El Cairo busca enviar mensajes a sus aliados occidentales a través de China. Awad añadió: «Este acercamiento representa un mensaje claro a los países europeos y a Estados Unidos: El Cairo necesita independencia en sus decisiones políticas y también un papel más importante de estos países, que intentan ejercer presión sobre Egipto, ya sea en relación con la situación en Gaza, lo cual podría perjudicar los intereses nacionales egipcios».
Awad continuó: «Egipto ha comenzado a diversificar sus recursos y a fortalecer sus relaciones con Asia, que anteriormente no estaban al nivel deseado. La alianza entre Egipto y Asia debe alcanzar el nivel de una alianza estratégica en el verdadero sentido de la palabra, ya que Egipto debe comprender que su extensión natural no solo se encuentra en Europa y África, sino también en Asia, especialmente ahora que vivimos en el siglo asiático».
Durante décadas, Egipto ha sido uno de los aliados más importantes de Estados Unidos en Oriente Medio, pero las relaciones con Washington han experimentado una tensión considerable en los últimos años. Mientras Egipto busca fortalecer sus relaciones con China, el investigador político londinense Mohamed Kawas cree que estos esfuerzos no se concretarán sin perjudicar las relaciones de El Cairo con Estados Unidos y otros países occidentales. Kawas añadió: «Egipto está demostrando a sus aliados occidentales que tiene un amplio margen de maniobra, lo que lo aleja de la dependencia exclusiva de una sola parte y lo libera de las presiones que puedan ejercerse sobre él en este o aquel asunto».
Un “gran salto” hacia el futuro
Existe consenso en que las relaciones entre El Cairo y Pekín experimentarán un gran avance en el futuro, especialmente tras la histórica visita del presidente Sisi a Pekín el pasado mes de mayo, donde participó en el Foro de Cooperación China-Estados Árabes y en la Cumbre China-Egipto. Durante la cumbre, Sisi conversó con el presidente chino, Xi Jinping, sobre la mejora de la cooperación en las áreas de tecnologías de la información y la comunicación, inteligencia artificial, energías renovables, seguridad alimentaria, finanzas e intercambio cultural, lo que demuestra el amplio alcance de las relaciones entre ambos países. Antes de fortalecer los lazos en materia de defensa, las empresas chinas habían incrementado sus inversiones en Egipto, centrándose en la Zona Económica del Canal de Suez, que se convertiría en una plataforma para la exportación de sus productos al resto del mundo.
El vicepresidente del Consejo Empresarial Egipcio-Chino, Mustafa Ibrahim, confirmó que entre 20 y 30 nuevas empresas chinas están considerando seriamente expandirse al mercado egipcio este año. En los últimos años, se ha registrado una importante afluencia de inversiones chinas a Egipto, dadas las presiones comerciales que enfrenta China, lo que ha impulsado a sus empresas a buscar oportunidades de expansión en otros países para mantener sus tasas de exportación, en particular a Europa y Estados Unidos. Pekín considera a Egipto una buena alternativa a China. Cuenta con mano de obra barata y un enorme mercado interno de más de 100 millones de personas. Además, cuenta con acuerdos comerciales que permiten el tránsito de productos fabricados localmente libres de impuestos a mercados de 3.500 millones de personas en todo el mundo.

Las inversiones chinas están actualmente en aumento, en particular por el deseo de China de trasladar algunas industrias pequeñas y medianas a otros países y centrar sus operaciones en industrias de mayor valor añadido, en particular los sectores tecnológicos.
El mercado egipcio incluye aproximadamente 2.066 empresas chinas con inversiones que superan los 8.000 millones de dólares, según estimaciones de la Autoridad General de Inversiones y Zonas Francas de Egipto.
La cooperación entre Egipto y China se ha centrado en los sectores económico y comercial, especialmente en los puertos egipcios, donde se han cerrado acuerdos de inversión por valor de miles de millones de dólares con empresas chinas en la Zona Económica del Canal de Suez.
Según estimaciones de la Autoridad General de Inversión y Zonas Francas de Egipto, el mercado egipcio incluía aproximadamente 2.066 empresas chinas con inversiones superiores a los 8.000 millones de dólares. A finales del mes pasado, el Ministerio de Comercio e Industria egipcio anunció la firma de un contrato con la empresa china Xinfeng para establecer un proyecto de complejo integrado de industrias metalúrgicas con una inversión de 1.650 millones de dólares.
A pesar de la creciente guerra aduanera entre las dos potencias económicas mundiales, Egipto ha logrado hasta ahora evitar los aranceles de Trump, ya que se encuentra entre los países sujetos a las tasas arancelarias más bajas, del 10 por ciento.
Los cálculos de Pekín
Ante esto, los expertos cuestionan los mensajes de China tras el fortalecimiento de sus relaciones con Egipto tras sus primeros ejercicios aéreos con El Cairo. Muchos expertos coinciden en que Pekín considera a Egipto como el “gran premio” en Oriente Medio y un socio estratégico invaluable en la competencia con Estados Unidos.
Al respecto, Wael Awad, periodista especializado en asuntos asiáticos, afirmó que Egipto podría ser la puerta de entrada de China a Europa. Añadió: «Estados Unidos considera a China su principal enemigo y competidor, y cree que la próxima guerra será contra China. Las sucesivas administraciones de la Casa Blanca han enfatizado que China es el principal competidor de Estados Unidos en su hegemonía económica y militar, si no el enemigo».
Los expertos creen que la política comercial de Trump podría brindar a Pekín oportunidades para negociar acuerdos de libre comercio con otros países y desempeñar un papel crucial en cualquier intento de establecer un nuevo sistema que sustituya a la Organización Mundial del Comercio. En un informe reciente, Chatham House, el Real Instituto Británico de Asuntos Internacionales, afirmó que la estrategia de política exterior de Trump, «América Primero», podría llevar a Estados Unidos a «retirarse total o parcialmente de las organizaciones internacionales que han sido pilares de su hegemonía global desde el fin de la Segunda Guerra Mundial».
China amplía las opciones de Egipto
Las élites egipcias aún consideran la relación con China como la mejor opción para el Estado egipcio ante los intentos occidentales de imponer opciones limitadas a El Cairo. Desde la llegada al poder del presidente Abdel Fattah el-Sisi, la relación ha evolucionado hacia una asociación más sólida, a medida que China ha fortalecido su influencia en Oriente Medio y Egipto se ha convertido en un socio importante. Sin embargo, muchos egipcios aspiran a profundizar la relación con China hasta convertirla en una asociación estratégica integral. No obstante, si esta dinámica continúa durante la próxima década, China podría convertirse en un actor aún más influyente en El Cairo, lo que complicaría aún más el panorama diplomático estadounidense en la región.
Este artículo ha sido publicado originalmente por el portal Mundo Unido Internacional.
Mohamed Sabreen* redactor del medio citado.
Foto de portada: Xinhua/Pang Xinglei