El regreso de Trump a la Casa Blanca para un segundo mandato ha generado preocupación en El Cairo. En enero de 2025, Trump propuso una solución a la actual guerra entre Israel y Hamás en Gaza: reubicar por la fuerza a los palestinos en Egipto y Jordania. Trump amenazó simultáneamente con retirar la ayuda estadounidense si estos países no cumplían con la propuesta. El Egipto de Sisi tendrá que sortear la ambición de Trump sin sacrificar la propia supervivencia del régimen. May Darwich, que ha estudiado las políticas exteriores y las alianzas de los estados árabes en Oriente Medio, explica lo que está en juego.
¿En qué medida depende Egipto de EE.UU?
A lo largo del tiempo, Egipto ha recibido más ayuda exterior de Estados Unidos que cualquier otro país, con excepción de Israel: ha recibido 78.000 millones de dólares en asistencia económica y 90.000 millones en asistencia militar desde 1946.
En 1979, un acuerdo de paz con Israel puso fin a la guerra entre los dos países. Las fuerzas israelíes se retiraron de la península egipcia del Sinaí. Desde entonces, Estados Unidos ha proporcionado a Egipto una cantidad fija de 1.500 millones de dólares, de los cuales 1.300 millones son ayuda militar, cada año. Esta cantidad se destina a financiar la compra por parte de Egipto de sistemas de armas a contratistas de defensa estadounidenses.
La ayuda estadounidense ha sido una piedra angular de las relaciones entre Egipto y Estados Unidos durante décadas.
Desde 1979, Egipto ha sido un pilar central de las políticas estadounidenses en Oriente Medio. La ayuda militar se considera esencial para garantizar que el régimen egipcio se alinee con los intereses estadounidenses. Al mismo tiempo, se considera que esta ayuda contribuye a la supervivencia del régimen autoritario egipcio.
Pero la historia demuestra que Egipto puede suavizar el impacto potencial del congelamiento de la asistencia por parte de Estados Unidos durante períodos de relaciones tensas.
Estados Unidos suspendió parte de la ayuda militar a Egipto tras el cambio de régimen en 2013. Durante ese tiempo, El Sisi, elegido presidente en 2014, recibió apoyo de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. También aumentó las importaciones de armas de Francia y Rusia.
Tras un período de revisión, la administración de Barack Obama liberó la ayuda a Egipto para preservar los intereses estadounidenses. Como explicó una vez el secretario de Estado norteamericano, John Kerry:
Estamos obteniendo un rendimiento de esa inversión que no es desdeñable. El ejército también nos está ayudando a garantizar la seguridad en el Sinaí (en Egipto). El ejército también nos está ayudando a garantizar la paz en Gaza.
Si esta relación volviera a verse afectada, Egipto podría aprender a ser aún más independiente. La influencia de China en Egipto está creciendo y los estados del Golfo que mantienen una relación estrecha con Sisi también podrían decidir comprometer fondos.
¿Cómo ha equilibrado Egipto sus intereses con los estados árabes, Israel y Estados Unidos?
La firma del tratado de paz entre Egipto e Israel en 1979 marcó un cambio en la política exterior egipcia. El tratado alineó a Egipto con Occidente en el reconocimiento de Israel. Sin embargo, esta decisión llevó al aislamiento de Egipto en el mundo árabe y a su expulsión de la Liga Árabe (fue readmitida en 1989).
Cuando Mohamed Hosni Mubarak asumió el poder tras el asesinato de Anwar el-Sadat en 1981, Egipto tuvo que equilibrar su asociación con Estados Unidos, mantener la paz con Israel y reconciliar sus relaciones con los estados árabes.
Egipto condenó las agresiones israelíes contra los palestinos y el Líbano en 1982 y 2006 y congeló los esfuerzos por normalizar las relaciones con Israel, lo que reforzó su posición central en los círculos árabes sin poner en peligro su paz con Israel.
Mientras tanto, Egipto ayudó a que los activos militares estadounidenses se desplazaran por la región y a que el petróleo fluyera por el Canal de Suez. Mantuvo la paz y la estabilidad con Israel presionando a los movimientos de resistencia palestinos para que desescalaran la situación. Este acto de equilibrio le permitió a Egipto convertirse en un mediador entre Palestina e Israel.
Egipto, bajo el gobierno de Sisi, ha hecho esfuerzos por mantener el equilibrio, pero la actual guerra en Gaza ha intensificado los problemas que enfrenta Egipto, entre ellos las huidas de refugiados y la inestabilidad en su frontera. La guerra también ha amenazado el papel que Egipto desempeña desde hace tiempo en la región de Oriente Medio.
¿Cómo ha amenazado la guerra de Gaza el equilibrio que mantiene Egipto?
El inicio de la guerra de Gaza en octubre de 2023 ha puesto en vilo a Egipto. El Cairo teme la posible estrategia de Israel de reubicar por la fuerza a los palestinos en la península del Sinaí, que se encuentra en su territorio. Los funcionarios egipcios han considerado que ese escenario es una línea roja. El Cairo no quiere que se le considere como un país que socava la causa palestina.
Además, a los egipcios les preocupa que la presencia de una importante población palestina en el Sinaí (que une África con Asia y limita con Israel y Gaza) pueda transformar la región en una plataforma de lanzamiento de ataques contra Israel, lo que obligaría a Egipto a reprimir esas actividades o enfrentarse a represalias de Israel.
Esta preocupación se debe a un incidente ocurrido en 1955. El ejército israelí atacó un campamento militar egipcio en la Franja de Gaza, que entonces estaba bajo control egipcio. Diecisiete soldados murieron después de que un militante palestino matara a un israelí. Un plan para trasladar palestinos al Sinaí desencadenó protestas en la Franja de Gaza, lo que llevó al ejército egipcio a un enfrentamiento directo con los palestinos.
Este acontecimiento histórico ha seguido dando forma a la política exterior egipcia, que rechaza cualquier reubicación de los palestinos en el Sinaí.
La guerra actual ha puesto de relieve las debilidades estructurales de la ya precaria economía egipcia. Los ataques hutíes en el Mar Rojo que comenzaron en 2024 provocaron una fuerte caída de los ingresos procedentes del Canal de Suez, una fuente fundamental de ingresos extranjeros para Egipto.
Sisi aprovechó los temores europeos de que lo ocurrido en Gaza pudiera perjudicar la situación económica de Egipto y provocar una migración masiva a Europa, pero las inyecciones de dinero no resolverán los profundos problemas económicos que enfrenta el país.
El papel de El Cairo como mediador entre Occidente, Israel y el mundo árabe se enfrenta a nuevos desafíos. Han surgido otros mediadores, como Qatar.
¿Qué podría afectar la respuesta de Egipto a la propuesta de Trump de reubicar a los palestinos?
La propuesta de Trump coloca al régimen egipcio en una posición precaria. Si Egipto acepta el plan de reubicar a los palestinos de Gaza, significaría un cambio drástico respecto de su política exterior fundacional y también podría reavivar el descontento entre su población.
Rechazar la propuesta tensaría las relaciones entre Egipto y Estados Unidos, socavando potencialmente el apoyo al régimen de Sisi, que entonces podría verse obligado a buscar ayuda de otros países.
El conflicto de Gaza pone de relieve el enredo histórico y político de Egipto con la cuestión palestina.
*Mayo Darwich, Profesor asociado de Relaciones Internacionales de Oriente Medio, Universidad de Birmingham
Artículo publicado en THE CONVERSATION