En los últimos días nos sorprendió una noticia que viene desde Texas, con la decisión del gobierno encabezado por el republicano Greg Abbot de expulsar a la patrulla fronteriza mediante el uso de la Guardia Nacional, en una acción sin precedentes desde la fundación de Estados Unidos.
La situación escaló a su máxima tensión cuando el gobierno de Texas tomó el control de la zona de Eagle Pass, en la frontera con México, y expulsó a la Patrulla Fronteriza. Esta responde al gobierno federal, por lo tanto, a las decisiones de la administración demócrata encabezada por Joe Biden, generando un enfrentamiento entre el gobierno nacional y el gobierno de Texas que puede leerse como uno de los frentes de batalla que mantiene a republicanos y demócratas en su lucha por el control político y militar del país.
Algunos legisladores demócratas están pidiendo que Biden recupere el control de la Guardia Nacional mediante una intervención federal, luego de que la Corte Suprema del país diera la razón al gobierno federal en relación a los controles fronterizos sobre México. Texas desconoció el fallo por considerar que tiene el deber político de defender su propia soberanía como estado federal y fue respaldado por 24 estados del país también gobernados por republicanos. Del otro lado, son 24 los estados gobernados por demócratas que apoyan a Biden en esta disputa.
Este escenario en este contexto da cuenta no sólo de una clara división interna hacia dentro del Imperio sino también del propio declinacionismo de Estados Unidos como hegemón. Los Imperios cuando caen es porque comienzan a derrumbarse por dentro, situación que está en pleno desarrollo en este momento en Norteamérica.
La actual situación alcanza mayor importancia aún teniendo en cuenta que se trata de un año electoral donde los demócratas se juegan la continuidad con Joe Biden, presidente bastante impopular debido a la situación de estancamiento que vive el pueblo norteamericano en relación a la generación de empleo y al aumento de los niveles de pobreza.
Del otro lado, Trump ya empezó a utilizar estos argumentos a favor de su propia candidatura, la cual también alimenta con las acusaciones de fraude electoral en 2020 que es abrazada por uno de cada tres estadounidenses.
Mientras la situación escala al ritmo del aumento del flujo de desplazados que buscan atravesar la frontera, los republicanos redoblan la apuesta contra el gobierno federal y forzando un enfrentamiento que profundiza las divisiones existentes hacia dentro del imperialismo y que amenaza con acelerar el evidente declinacionismo norteamericano.
Tanto el auge de la burocracia en las instituciones del estado como el proceso de deterioro económico que sufre la gran mayoría de la población son los principales motivos que llevaron a los grandes imperios de la historia a sucumbir. Es esta la situación que enfrenta hoy Estados Unidos en pleno auge de la multipolaridad y con el cuestionamiento constante de la hegemonía norteamericana en todos los rincones donde se buscaron instalar los valores occidentales. Como a lo largo de los siglos, la historia parece repetirse, sólo resta esperar para saber cuando y cómo se producirá el gran final del último imperio vigente.
*Ana Laura Dagorret es analista de política internacional y parte del equipo de PIA Global.
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