Europa

EE. UU., Ucrania y el brote de viruela del mono

Julia Shatílova*
El Rospotrebnadzor [1] asegura que los rusos no tienen motivos para entrar en pánico. El riesgo de infección se evalúa como bajo.

Debido a las sanciones occidentales, el tráfico aéreo con Europa y Estados Unidos está limitado desde hace varios meses.

El otrora programa secreto de Estados Unidos para desarrollar armas biológicas en el espacio postsoviético ya no es secreto. Vladimir Putin, en la reciente cumbre de la OTSC en el Kremlin, denunció que los componentes de las armas biológicas fueron creados en Ucrania, justo en nuestras fronteras.

El Pentágono ha mantenido decenas de laboratorios y centros biológicos especializados en la región. Su tarea principal es recolectar materiales biológicos y estudiar para sus propios fines los detalles de la propagación de virus y enfermedades peligrosas. Hasta cierto punto, los biolaboratorios de EE. UU. se hicieron conocidos sólo por filtraciones raras y periodismo de investigación. Sin embargo, durante la operación militar especial en Ucrania, Rusia obtuvo pruebas concretas.

En marzo, se creó una comisión en la Duma estatal (Cámara de diputados) para investigar el trabajo de los laboratorios biológicos en Ucrania. Ella celebró recientemente su quinta reunión. Serguéi Naryshkin, director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, actuó como principal experto. Según la investigación, 30 laboratorios ubicados en 14 asentamientos ucranianos estaban involucrados en actividades biológicas militares.

Justo en nuestras fronteras, el Pentágono estaba realizando experimentos peligrosos y construyendo un sistema electrónico de biointeligencia en Ucrania. Mucho sobre estos experimentos ya se sabe con certeza, pero constantemente llega nueva información. La Comisión sigue recopilando un expediente detallado para presentarlo a la comunidad mundial.

Kíev, en sus informes, guardó silencio sobre algunos brotes de enfermedades, de los cuales ha habido sospechosamente muchos en los últimos tiempos. Los documentos no dicen una palabra acerca de la pérdida de control sobre la propagación del botulismo y la hepatitis en 2017 y el brote de difteria en 2019.

El mundo tiene la obligación de hacerle preguntas a Estados Unidos sobre sus actividades biológicas. Se debe levantar el velo del secreto. En tanto no se planteen las preguntas, queda por ver por qué una nueva epidemia ha cubierto el mundo en este momento. La Organización Mundial de la Salud está alarmada por el brote de una enfermedad rara: la viruela del simio.

Lesiones cutáneas producidas por viruela del mono.

Anteriormente, este virus solo se encontraba en áreas remotas de África central y occidental. Ahora se ha extendido por todo el continente europeo. Se han identificado casos en Bélgica, Alemania, Reino Unido, Portugal, Francia, Italia, Suecia y España.

La viruela del mono también ha llegado a los Estados Unidos. Los primeros casos de infección son reportados por médicos de Canadá y Australia. El virus se está propagando rápidamente: 92 casos en 12 países en una semana.

    “Este es un virus muy raro y es difícil de encontrar fuera de África occidental. Pero en las últimas semanas, hemos visto más casos de infección de los que ha habido en la suma de muchos años. Esto puede deberse a cambios en el virus, o puede deberse a que ahora estamos cada vez más lejos del momento en que todos recibimos la vacuna contra la viruela», dijo Bret Sutton, director médico del Estado de Victoria, en Australia.

Los principales síntomas de la viruela del simio son dolor de cabeza y de articulaciones, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y manchas rojas en el cuerpo. Según los médicos, el virus mata a una de cada diez personas. Los especialistas del Centro Científico de virología y biotecnología «Véktor», en Novosibirsk, han estado estudiando este tipo de viruela durante mucho tiempo. Dicen que progresa con rapidez: el paciente puede enfermarse gravemente en cinco días.

    “Trabajo con virus y diría que no te debes acercar a ningún mono, no te debes acercar a los animales salvajes, muchos roedores en África son portadores de esta viruela. Es necesario evitar el contacto con animales que puedan estar potencialmente infectados”, dijo Tatiana Nepomniaschij, directora general adjunta del “Véktor”.

En el Reino Unido, entre los enfermos su mayoría son hombres de orientación no tradicional. Las autoridades británicas están allanando bares gay donde les hacen pruebas de viruela a los clientes. Los expertos creen que el virus se transmite sexualmente, los homosexuales están en riesgo.

 “Se requiere un contacto cercano con una persona enferma o con animales, por lo que no es un virus respiratorio de transmisión. También es posible infectarse por gotitas en el aire, pero también se requiere un contacto estrecho con el traspaso de secreciones de un sujeto a otro”, comentó Alberto Delgado, jefe del departamento de microbiología del Hospital Clínico San Carlos de España.

El Rospotrebnadzor asegura que los rusos no tienen motivos para entrar en pánico. El riesgo de infección se evalúa como bajo. Debido a las sanciones occidentales, el tráfico aéreo con Europa y Estados Unidos está limitado desde hace varios meses. Sin embargo, se ha reforzado el control sanitario en las fronteras por si acaso. Hasta la fecha, la viruela del simio no se ha detectado en Rusia. Como señaló el ministro de Salud, Mijaíl Murashko, esto se debió a la vacunación obligatoria contra la viruela, que se llevó a cabo en el país hasta 1980.

Según Igor Nikulin, ex miembro de la comisión de armas biológicas de la ONU, el brote de viruela del simio en el mundo podría ser provocado por una fuga de virus peligrosos con los que los estadounidenses experimentaron en laboratorios en Ucrania. Es posible que alguno de los refugiados ucranianos trajera la enfermedad a Europa.

“Podría haber habido experimentos con Pfizer y Moderna… Millones de refugiados trajeron todo un montón de enfermedades. Provenían de áreas endémicas y no fueron testeados. Sería muy lógico que ellos pudieron traer una infección, incluida una artificial”, dijo Nikulin.

María Zajárova, representante oficial de la Cancillería rusa, recordó que los Estados Unidos no tienen frontera con Ucrania, pero los expertos en armas biológicas que ejercían el control de los laboratorios, sin embargo, fueron ciudadanos estadounidenses con inmunidad diplomática. La respuesta a la pregunta de qué hicieron los estadounidenses en el territorio de Ucrania es simple, advirtió “Masha” Zajárova: “tales ‘actividades están prohibidas en los Estados Unidos”.

Para detener el desarrollo estadounidense de armas biológicas no solo en Ucrania, sino también en otros países, Moscú inició una investigación importante en la ONU. Contó con la oposición de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. La India y China votaron para desentrañar las actividades biológicas militares secretas del Pentágono.

 Vasilii Nebenzia, representante permanente de Rusia ante la ONU, se dirigió a su colega estadounidense durante la discusión del tema en el Consejo de Seguridad: “Hoy quiero volver a preguntar al representante de los Estados Unidos: si sus actividades de biolaboratorios en todo el mundo y en particular en Ucrania, como usted dice, son en verdad de naturaleza exclusivamente pacífica, entonces ¿por qué se niega a ponerlos bajo control internacional e impide por todos los medios posibles que la comunidad internacional tenga las herramientas necesarias para esto?”.

Rusia está dispuesta a utilizar los artículos 5 y 6 de la Convención sobre la prohibición de la producción de armas bacteriológicas y tóxicas. Estos artículos aceptan que cualquier miembro de las Naciones Unidas puede iniciar una investigación, en caso de sospecha, y que todos los países están obligados a ayudar en ella. Los datos acumulados por Rusia son suficientes para iniciar una investigación sobre las actividades biológicas de los Estados Unidos en Ucrania. Muchos países alrededor del mundo están siguiendo de cerca sus resultados.

Notas:

*Columnista de TV Zvezdá, órgano oficial del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa

Fuente: TV Zvezdá/traducción de Hernando Kleimans.

Referencias:

[1]Servicio Federal de Rusia para el control y la defensa de los derechos del consumidor y el bienestar humano.

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