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Díaz-Canel llama a “cambiar el enfoque” ante el nuevo retroceso de la economía cubana

Por Gabriel Vera Lopes*. Desde La Habana, especial para PIA Global – Cuba enfrenta una aguda crisis económica entre apagones, caída del PIB y el endurecimiento de la política de EE.UU.

“Cada visita que hacemos a los territorios me reafirma la convicción de que nosotros sí podemos salir adelante”, aseguró este lunes (14) el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, durante su intervención en la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

En medio de los debates sobre la crisis económica que atraviesa el país caribeño, y haciendo referencia a sus recorridos por diferentes zonas del país y al contacto con el pueblo, el mandatario señaló que es posible “evidenciar otro tipo de liderazgo”, al que caracterizó por “no estar en lamentos” y tener “otras formas de hacerle arrancar pedazos al problema”.

Las declaraciones presidenciales tuvieron lugar después de que el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, informara ante la comisión de trabajo que Cuba cerró el año 2024 con una contracción del 1,1 % en su Producto Interno Bruto (PIB). Con un decrecimiento del 1,9 % registrado en 2023, este resultado marca el segundo año consecutivo de retroceso económico. De esta manera, la cifra quedó lejos de la previsión gubernamental de un crecimiento del 2 %, que el Gobierno se había propuesto alcanzar.

“En los últimos cinco años, la actividad económica ha registrado una caída del 11 %”, reconoció Alonso Vázquez. La caída más severa se produjo en 2020, cuando el PIB se desplomó un 10,9 % debido al impacto del COVID-19 y las sanciones que —en medio de la crisis de la pandemia— impuso la primera administración de Donald Trump.

Posteriormente, la economía mostró leves signos de recuperación, con crecimientos del 1,3 % en 2021 y del 1,8 % en 2022. Sin embargo, el pequeño rebote económico no logró restablecer los niveles previos a la pandemia.

El ministro explicó que este descenso se traduce en una fuerte caída del 53 % en las producciones primarias —agricultura, ganadería y minería—, una contracción del 23 % en la industria manufacturera y azucarera, y un retroceso del 6 % en los servicios, tanto sociales como no sociales.

Alonso Vázquez atribuyó esta situación a una combinación de factores internos y externos, aunque destacó el “impacto recrudecido” del bloqueo estadounidense, la “férrea persecución a los flujos financieros” y las “trabas a las transacciones internacionales”, que han dificultado los pagos a proveedores y el acceso a insumos clave.

“Nos ha faltado energía y nos falta combustible; y sin energía y sin combustible es muy difícil desarrollarnos”, enfatizó.

Enfrentar los problemas

El año 2024 fue uno de los más difíciles para Cuba en los últimos años, marcado por la convergencia de múltiples crisis. A la prolongada agresión del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos —que, según datos de la ONU, generó pérdidas por US$5.500 millones tan solo en 2023—, se sumaron los efectos devastadores de dos huracanes y dos terremotos. Estos desastres naturales dejaron daños millonarios, entre ellos la destrucción de más de 46.000 viviendas y la pérdida de alrededor de 40.000 hectáreas dedicadas a la producción agrícola.

La situación se agravó aún más en el ámbito energético, convirtiendo a 2024 en el año con mayores dificultades para el sector eléctrico en décadas. El país enfrentó tres apagones totales del sistema nacional, dejando a toda la isla sin electricidad durante horas. Además, los cortes recurrentes, que afectaron diariamente a más del 40 % de la población en las últimas semanas, han tenido un impacto negativo tanto en la actividad económica como en la calidad de vida de los ciudadanos cubanos.

En medio de este complejo escenario, Cuba deberá lidiar con una escalada en la hostilidad por parte del gobierno estadounidense. Desde su asunción en enero pasado, la nueva administración de Donald Trump ha retomado la política de “máxima presión” aplicada durante su primer mandato. El pasado 30 de junio, el presidente estadounidense firmó un nuevo Memorando Presidencial de Seguridad Nacional (MSPN), orientado a reforzar la política hostil de Washington hacia la Isla, lo que complica aún más su panorama económico y social.

Frente a estos desafíos, durante su intervención, el presidente Díaz-Canel subrayó la necesidad de aprovechar las oportunidades que ofrecen mecanismos como la Unión Económica Euroasiática, los BRICS y los vínculos con “socios y países amigos”. Además, insistió en la importancia de replantear la organización económica del país para hacer frente a la compleja situación actual.

“Sin aumentar la producción en las complejas condiciones actuales, no hay posibilidad de ordenar la economía”, advirtió. En tono crítico, cuestionó: “¿Cuál es la descentralización que hay que darle a un municipio para que promueva una cosa como esa? ¿Qué es lo que hay que aprobar?”, aludiendo al prolongado debate interno sobre el nivel de autonomía que deben tener los gobiernos locales en la planificación económica.

El presidente indicó que todos los esfuerzos deben estar orientados a “incrementar la exportación”, señalando de manera crítica la necesidad de “romper la mentalidad importadora y defender más la producción nacional”. No obstante, también reconoció que “eso es más fácil decirlo y explicarlo que hacerlo, pero definitivamente tenemos que hacerlo, y hay colectivos que ya lo están haciendo”.

Las dificultades económicas tienen un reflejo en el incumplimiento de los planes de exportación. Según Alonso Vázquez, en el primer semestre de 2025, el plan de exportaciones de bienes se encuentra casi un 40 % por debajo de su cumplimiento, con caídas en sectores como la minería, la miel, el carbón vegetal y los biofarmacéuticos. El turismo, otro sector clave, apenas logró ejecutar el 71 % del plan previsto para la primera mitad de 2024.

En ese sentido, las perspectivas para 2025 siguen siendo complejas. El Gobierno proyecta un crecimiento del 1 %, pero la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha pronosticado un nuevo decrecimiento del 0,1 % del PIB cubano para ese año.

Gabriel Vera Lopes*. Analista de política internacional.

Foto de portada: misiones.cubaminrex.cu/

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