El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha vuelto a suspender a una fiscal local electa, una medida que se produce mientras su campaña presidencial lucha en medio de un continuo reinicio.
DeSantis suspendió el martes a la fiscal estatal del área de Orlando, Monique Worrell, una demócrata que es la única mujer negra que ejerce como fiscal local en Florida.
Es la segunda vez que utiliza su autoridad como gobernador para tomar tal medida. DeSantis suspendió al fiscal del área de Tampa Andrew Warren en agosto de 2022 por señalar que no presentaría cargos bajo la nueva prohibición del aborto de 15 semanas de Florida. Un juez federal calificó esa decisión de inconstitucional, pero dijo que no podía anular la suspensión. Una impugnación presentada por Warren fue rechazada posteriormente por el Tribunal Supremo de Florida, afín a DeSantis.
Tanto la campaña de Warren como la de Worrell para 2020 recibieron ayuda de un comité que recibió dinero del megadonante demócrata George Soros, blanco frecuente de los ataques republicanos. En correos electrónicos de recaudación de fondos y en discursos, DeSantis se ha jactado de ser el «único funcionario electo en Estados Unidos en destituir a un fiscal de distrito ‘progresista’ financiado por Soros», una referencia a la suspensión de Warren.
DeSantis hizo el anuncio durante una conferencia de prensa convocada apresuradamente en Tallahassee. En ella participaron altos funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y una sala repleta de personal de su administración, que al parecer fueron avisados el día anterior para que acudieran a la rueda de prensa de las 8:15 de la mañana. DeSantis avisó a los medios de comunicación del acto menos de 30 minutos antes de que comenzara.
La rueda de prensa se celebró un día después de que la campaña presidencial de DeSantis ascendiera a su jefe de gabinete, James Uthmeier, a director de campaña. Uthmeier era jefe de gabinete cuando DeSantis suspendió a Warren en 2022.
DeSantis está por detrás en las encuestas públicas del expresidente Donald Trump, y en las últimas semanas, ha despedido a aproximadamente el 40% de su personal como parte de un reinicio en curso de su campaña presidencial.
Worrell dio una conferencia de prensa en Orlando horas después del anuncio de DeSantis, llamándolo un «dictador débil».
«Soy su fiscal estatal debidamente elegido, y nada hecho por un dictador débil puede cambiar eso», dijo.
La suspensión de Worrell se produce después de meses de peleas políticas con los republicanos, incluso con DeSantis directamente, sobre su manejo de una serie de tiroteos en las áreas de Orlando – más notablemente un tiroteo en marzo en el área de Orlando que dejó tres muertos, entre ellos un niño de 9 años y un periodista de la televisión local. El presunto autor de los disparos había cometido ocho delitos graves y 11 delitos menores, pero todos ellos cuando era menor de edad. Su único delito como adulto legal en 2021 fue cuando estaba en posesión de parafernalia de drogas y cannabis.
Worrell, cuya oficina anunció que está buscando la pena de muerte en el caso, dijo que los republicanos estaban jugando a la política con el tema, y señaló que su oficina cerró casi 3.000 casos este año. Pero los conservadores la criticaron por permitir que alguien con un historial delictivo tan extenso, a pesar de que la mayor parte de él se produjo cuando era menor de edad, permaneciera en las calles.
«Los fiscales tienen el deber de hacer cumplir fielmente la ley. La agenda política de uno no puede triunfar sobre este deber solemne, negarse a hacer cumplir fielmente las leyes de Florida pone a nuestras comunidades en peligro y victimiza a los floridanos inocentes», dijo DeSantis durante la conferencia de prensa en Tallahassee, flanqueado por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, incluyendo a la fiscal general republicana de Florida, Ashley Moody.
Las razones formales por las que DeSantis emitió la orden ejecutiva suspendiendo a Worrell fueron por mostrar un patrón de evitar sentencias mínimas obligatorias por delitos de armas y cargos de drogas, y permitir que delincuentes juveniles eviten cargos graves y encarcelamiento. DeSantis sólo puede suspender; el Senado de Florida tendría que tomar medidas para destituirla.
Moody también señaló el hecho de que desde enero de 2021 hasta junio de 2022, Worrell desestimó cargos contra más de 16.000 personas, la mayor cantidad de cualquier fiscal estatal en el estado. Dijo que estaba destacando esos números para salir al paso de las críticas de Worrell y sus aliados de que la suspensión es «política».
Los demócratas, sin embargo, todavía rápidamente criticó la decisión como política y que va a perturbar las oficinas locales del fiscal del estado en los circuitos judiciales que supervisan dos de las mayores áreas metropolitanas en el estado – Orlando y Tampa. En ambos casos, los habitantes de esas comunidades eligieron al fiscal suspendido.
«Esto es absolutamente repugnante», dijo la representante estatal Anna Eskamani, demócrata de Orlando. «La Fiscal del Estado Monique Worrell es una funcionaria debidamente elegida y la única mujer negra que sirve como Fiscal del Estado en Florida en este momento … esta acción políticamente motivada por el gobernador en una parte predominantemente democrática del estado debería alarmar a todos».
La presidenta del Partido Demócrata de Florida, Nikki Fried, calificó la suspensión de «golpe político».
El senador estatal Jason Pizzo, un demócrata de Miami y él mismo un ex fiscal, dijo que está preocupado por «lo perjudicial que estas acciones son para los fiscales de línea que tienen víctimas a la espera de comparecencias, mociones, juicios, audiencias de fianza y sentencia.»
La suspensión de Warren provocó una enorme reacción política, y los documentos judiciales que vinieron con los desafíos legales de seguimiento esbozaron que la oficina de DeSantis estaba apuntando específicamente a los fiscales locales que veían como de tendencia progresista. A principios de 2022, ordenó al personal dirigido por el ex fiscal federal nombrado por Trump, Larry Keefe, que buscara fiscales progresistas, un proceso que para Keefe incluía preguntar a la Asociación de Sheriffs de Florida, aliada de los republicanos y de DeSantis, si conocían a algún fiscal progresista.
Meses más tarde, Warren fue suspendido, lo que provocó una lucha legal de meses de duración. Durante los desafíos legales, Keefe reconoció en declaraciones que le había preocupado que Warren «hubiera sido cooptada» por Soros. Soros es el hombre del saco para los republicanos, que desde hace tiempo lo tienen en el punto de mira. Pero la frecuente atención que se le presta ha sido tachada de antisemita por grupos como la Liga Antidifamación, porque Soros es judío. Durante su declaración, Keefe dijo que no era consciente de que Soros es judío.
«El gobernador de Florida Ron DeSantis suspendió al fiscal estatal electo Andrew H. Warren, ostensiblemente sobre la base de que el Sr. Warren tenía políticas generales de no procesar ciertos tipos de casos», dice la orden del juez de distrito de los Estados Unidos Robert Hinkle. «La acusación era falsa».
«Cualquier investigación razonable lo habría confirmado», escribió Hinkle, quien dijo que no tenía autoridad para anular la suspensión a pesar de su carácter inconstitucional.
En junio, el Tribunal Supremo de Florida desestimó un recurso interpuesto por Warren, alegando un «retraso injustificado» en la presentación del recurso.
*Matt Dixon es reportero senior de política nacional para NBC News, donde fue publicado originalmente este artículo.
FOTO DE PORTADA: CNBC.
