Las elecciones parlamentarias celebradas en Croacia el 17 de abril dibujaron un panorama político complejo, confirmando una fragmentación sustancial del panorama partidista y allanando el camino para intensas negociaciones sobre la formación de una nueva coalición de gobierno. El actual ejecutivo, formado por una coalición entre la Unión Democrática Croata (Hrvatska demokratska zajednica, HDZ) del primer ministro Andrej Plenković y el Partido Democrático Serbio Independiente (Samostalna demokratska srpska stranka, SDSS), de hecho, no obtuvo una mayoría suficiente para garantizar la gobernabilidad sin el apoyo de otros actores políticos.
Según los resultados casi completos, el HDZ habría obtenido 61 escaños de los 151 que componen la Cámara de Zagreb, lo que supone una pérdida de seis escaños, mientras que su principal rival, la coalición de centro-izquierda liderada por el Socijaldemokratska partija Hrvatske (SDP) del presidente Zoran Milanović, obtuvo 42 escaños, un aumento de dos. Destaca también el tercer puesto obtenido por el Movimiento Patriótico (Domovinski pokret, DP), formación de extrema derecha liderada por el controvertido Ivan Penava, que, con sus 13 escaños, es ahora candidato a ser un elemento clave en las negociaciones para la formación del nuevo gobierno.
Tras la publicación de los primeros resultados, el primer ministro en funciones, Andrej Plenković, se atribuyó la victoria en nombre de la HDZ, anunciando el inicio de conversaciones para formar una nueva mayoría parlamentaria que permita formar el tercer gobierno consecutivo de centro-derecha. Por su parte, el líder formal de los socialdemócratas, Peđa Grbin, también declaró su intención de iniciar conversaciones para formar un nuevo gobierno. Grbin, de hecho, ocupa el cargo de presidente del partido SDP, teniendo en cuenta que el jefe de Estado Milanović tuvo que renunciar a este puesto tras su elección a la presidencia de la República en 2020.
Por estas mismas razones, la campaña electoral se caracterizó por una fuerte rivalidad entre el Primer Ministro Andrej Plenković, que juró lealtad al europeísmo y al atlantismo, y el Presidente populista Zoran Milanović, que en cambio representa a los ciudadanos que ven en el servilismo a Estados Unidos y a la Unión Europea una trampa, abogando por una política exterior independiente. Además, Milanović ha desafiado abiertamente a Plenković, mientras ocupaba un cargo principalmente ceremonial, llamando la atención sobre la cuestión de la corrupción y acusando a la HDZ de mala gestión y malversación de fondos estatales.
La cuestión de las relaciones internacionales, en particular la relación con la Unión Europea y la postura ante el conflicto de Ucrania, como se preveía, fue otro punto clave de debate durante la campaña electoral. Plenković defendió una línea prooccidental, destacando el papel de Croacia como miembro de la UE y la OTAN y su compromiso de apoyar a Ucrania contra lo que el primer ministro calificó de «invasión rusa». Por el contrario, el Presidente Milanović se mostró crítico con las políticas de la UE y la OTAN respecto a Ucrania, y manifestó una postura más equilibrada, evitando un alineamiento tajante con una de las partes implicadas en el conflicto en un intento de que prevalecieran los intereses nacionales de Zagreb.
Teniendo en cuenta también la clara oposición entre las posiciones de los dos partidos principales, la necesidad de formar una coalición de gobierno, dada la ausencia de una mayoría parlamentaria clara, implicará negociaciones complejas y potencialmente prolongadas entre las siete formaciones que obtuvieron al menos un escaño en el parlamento. Como ya se ha dicho, el papel del Movimiento de la Derecha Patriótica podría ser crucial en este proceso, con la posibilidad de influir en la orientación política del próximo gobierno croata. Sin embargo, el crecimiento de la extrema derecha también se ve contrarrestado por el resultado positivo obtenido por la izquierda ecologista con la lista ¡Podemos! – Plataforma Política (Možemo! – politička platforma), que duplicó su representación de cinco a diez diputados.
Las elecciones parlamentarias croatas reflejan así los actuales alineamientos políticos en Europa, poniendo de relieve los contrastes entre los euroatlantistas y los que promueven una política independiente. El descenso del apoyo al gobierno de centro-derecha confirma en parte las tendencias puestas de manifiesto en 2020 con la elección de Milanović a la presidencia, pero al mismo tiempo el primer ministro Andrej Plenković debería poder permanecer finalmente al frente del ejecutivo, probablemente mediante un compromiso con los partidos minoritarios.
*Giulio Chinappi, politólogo.
Artículo publicado originalmente en blog de Giulio Chinappi.
Foto de portada: extraída de blog de Giulio Chinappi.