Desde la creación del estado de Israel en 1948, el rol de Estados Unidos en la fortificación militar del nuevo aliado ha sido determinante. Según un informe publicado por CodePink y difundido por Misión Verdad, Estados Unidos ha proporcionado 146 mil millones de dólares principalmente en ayuda vinculada al Ejército. Por año, son cerca de 3,8 mil millones de dólares que recibe Israel del país norteamericano.
Es también Estados Unidos el mayor provedor de armas a ese país, que entre su arsenal militar cuenta con 362 aviones de combate F-16 y otros 100 aviones de combate, todos ellos desarrollados en EEUU. A ello se le suma una flota cada vez más grande de F35, 45 helicópteros Apache, 600 obuses M-109 y 64 lanzacohetes M270.
Dicha alianza militar no se agota en la provisión de armamento de última generación, como el aprobado antes de que comenzaran los bombardeos sobre Gaza por el Congreso estadounidense, valuado en 735 millones de dólares. La cooperación incluye también la realización de ejercicios militares conjuntos así como el desarrollo de misiles Arrow y otro sistema de armas.
Los ejércitos de ambos países han colaborado en tecnologías de drones utilizados por Israel en Gaza. En 2004, Estados Unidos pidió a las fuerzas israelíes con experiencia en los Territorios Ocupados un entrenamiento táctico a las Fuerzas de Operaciones Especiales estadounidenses al momento en que estas se enfrentaban a la resistencia popular de la ocupación militar hostil de Irak.
Estados Unidos tiene en Israel cerca de seis depósitos de armas valuadas en 1,8 billones de dólares con el objetivo de utilizarlas en futuras guerras que puedan desarrollarse en Medio Oriente. A esta colaboración explícita de todas las gestiones estadounidense, se le suma el poder de veto de ese país en el Consejo de Seguridad de la ONU, utilizado 44 veces por Estados Unidos para proteger a Israel de la responsabilidad por crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos.
Si bien en las últimas horas se supo que ambos mandatarios mantuvieron una reunión el lunes donde Biden habría exigido a Netanyahu una desescalada significativa del avance, el premier israelí manifestó que está decidido a continuar con la acción militar contra palestinos en Gaza.
Al financiamiento para la compra de armamento de última generación y el entrenamiento de tropas, se le suma el apoyo de organizaciones estadounidenses sin fines de lucro a colonos israelíes, a partir de donantes particulares para el avance sobre viviendas palestinas en la Franja de Gaza, informado por varios medios de comunicación desde 2015.
La posición de Estados Unidos como miembro permanente del Consejo de Seguridad con poder de veto, además de su voluntad de abusar de ese privilegio para proteger a Israel, le da al Imperio el poder para obstaculizar esfuerzos internacionales para pedir explicaciones al gobierno israelí por sus acciones bajo el derecho internacional. El genocidio de palestinos a manos del Ejército de Israel sucede con la complicidad de Estados Unidos, que ve en el estado sionista un aliado fundamental para su avazada hacia Medio Oriente.
Ana Laura Dagorret es periodista y parte del equipo de PIA Noticias.