Colaboraciones Nuestra América

Colombia: los desarrollos de la Paz total antineoliberal

Por Horacio Duque*.
No hay “líneas rojas” en la exploración de las causas estructurales del conflicto social y armado.

La estrategia de la Paz total propuesta por el presidente Gustavo Petro avanza, -metódica y segura-, para resolver de la mejor manera el conflicto social y armado que aun persiste, mas por las causas profundas que lo han originado y menos por la denominada codicia (Pizarro)[1] de que hablan algunos para restarle trascendencia a un fenómeno como el de la violencia política que golpea amplios territorios de la geografía colombiana, con sus poblaciones afectadas en sus derechos fundamentales, como el derecho a la vida, la libertad, la integridad personal y a la estabilidad social.

Los hechos mas recientes de la paz total tienen que ver con los acuerdos alcanzados en la Mesa de diálogos y negociaciones con el Eln, en la segunda ronda de encuentros que se realizó en la capital de México; y con el anuncio de la conformación de diálogos y negociaciones con el Estado Mayor Central de las Farc Ep que lidera Iván Lozada.

Los diálogos con el ELN.

En México se formalizó la Agenda con los temas que se abordarán en las negociaciones que se trasladan a Cuba. Esa Agenda temática consolida el nuevo modelo de paz enfocado en la ciudadanía y en las regiones, con sus principios esenciales y los procedimientos para ir, paso a paso, ejecutando los consensos que se vayan consolidando.

La agenda firmada tiene 6 puntos centrales referidos a los siguientes temas:

Primero. Participación de la sociedad en la construcción de la paz.

La Participación popular y democrática de los sindicatos, las organizaciones indígenas, las organizaciones de mujeres, los consejos comunitarios en la Construcción de la Paz serán hará en los siguientes términos:

1.1 Un camino para la construcción de una alianza política y social hacia un gran acuerdo nacional. Alianza que debe comprender un potente bloque popular alternativa que le dispute a la derecha y la ultraderecha el poder político nacional y en todos los territorios.

1.2 En función de identificar las causas de los problemas fundamentales del país, y de proponer iniciativas y procesos que conduzcan a las transformaciones para la paz. Causas que deben referirse a la concentración de la tierra, de la riqueza y del poder del Estado.

1.3 Un ejercicio democrático de movilización de la sociedad en torno a la planeación, decisión e implementación eficaz de los acuerdos en las regiones y la nación. Movilización que debe tener todas las garantías en cuanto a libertades y derechos, empezando por la liquidación del tenebroso Esmad y la depuración de la fuerza publica controlada por elementos neonazis.

1.4 Un ejercicio dinámico y activo, incluyente, pluralista y vinculante que permita construir una visión común de paz que propicie las transformaciones para la nación y las regiones. Visión común de paz que debe plantearse su hegemonía en términos de consenso y legitimidad.

1.5 Una forma de fortalecer la participación efectiva y eficaz de las mujeres y las poblaciones históricamente excluidas, discriminadas y precarizadas -niños, niñas, adolescentes, juventudes, adultos mayores, pueblos étnicos, campesinado, trabajadores, privados de la libertad, la diáspora, población LGBTIQ+ y en condición de discapacidad-, en la construcción de la democracia para la paz. Participación popular que debe permitir la construcción de un Instrumento político como expresión superior del pueblo como alternativa al partidismo corrupto, clientelista, electorero y neoliberal, disfrazado ahora de centro ecuánime para favorecer los intereses de la oligarquía imperante en el Estado

Dos. Democracia para la Paz

Este punto de la agenda conduce a las siguientes acciones:

2.1 Revisar y fomentar la participación y las decisiones de la sociedad en los problemas que la afectan, y que puedan materializarse en instrumentos de política pública eficaces en los territorios urbanos y rurales. Lo que implica revisar y transformar todos los instrumentos legales vigentes sobre la participación democrática que han probado ser limitados, insuficientes e inútiles para así proyectar un nuevo paradigma democrático popular que reemplace el viejo modelo de la democracia liberal excluyente y llena de formalismos que bloquean el poder popular.

2.2 Examinar, desde una perspectiva democrática, el modelo económico, el régimen político y las doctrinas que impiden la unidad y la reconciliación nacional. Se trata de un avance trascendental para desmontar el modelo económico neoliberal y la democracia de papel que promueve la corrupción y el engaño a los sectores subalternos sometidos a la intoxicación de los medios de comunicación que favorecen los intereses plutocráticos.

2.3 Evaluar el tratamiento que se le da a los conflictos políticos, sociales y ambientales en función de la construcción de la paz. Lo que exige la eliminación del Esmad y la depuración de las Fuerzas Armadas y de Policía.

2.4 Revisar el marco normativo y garantías para la manifestación pública, tratamiento de la situación jurídica de los sindicados y condenados en desarrollo de la movilización y la protesta social. Esto con el fin de poner en libertad a los presos políticos, guerrilleros y lideres sociales victimas de los montajes de la Fiscalía y de jueces corruptos.

2.5 Incentivar la participación de la sociedad en la construcción del poder ciudadano. Lo que implica todo un Estatuto jurídico de la participación popular para de esa manera avanzar en la construcción de la soberanía ciudadana con su poder autónomo.

Tres. Transformaciones para la Paz

El ELN y el gobierno de Gustavo Petro en el camino hacia la Paz total

Las transformaciones para la paz comprenderán:

3.1 Propuestas elaboradas por la sociedad y sus organizaciones populares.

3.2 Políticas públicas tendientes a superar la pobreza, la exclusión social, la corrupción y la degradación ambiental, en búsqueda de la equidad; especialmente en los campos de la educación, la salud, el ambiente, la convivencia, la autonómica regional, el derecho a la movilidad etc.

3.3 Planes de desarrollo alternativos integrales en territorios urbanos y rurales, incluyendo los planes de vida y planes de etnodesarrollo, que constituyan opciones económicas, productivas y sustentables en beneficio de las comunidades.

3.4 Políticas, planes y programas que superen el conflicto agrario histórico, relativos al ordenamiento ambiental y territorial dirigidos a la recuperación sostenible y productiva de los territorios urbanos y rurales, la restauración y protección de la Madre Tierra.

3.5 Pactos sociales que consoliden los acuerdos y una pedagogía y comunicación hacia una cultura de paz. Lo que implica crear un solido sistema de comunicaciones para la paz.

3.6 El plan integral de transformaciones se articulará y armonizará con los planes nacionales de desarrollo, como el Plan Colombia potencia mundial de la vida que debe recoger en su actual tramite las iniciativas populares en temas centrales como la protección ambiental, el ordenamiento territorial, las guardias campesinas, la reforma de la policía, las regiones de paz, el movimiento comunal, las zonas de reserva campesina, los predios de la Sae; temas que parecen ser desconocidos en el espíritu tecnocrático de aquellos que desconocen la transición anti neoliberal en curso.

Cuarto. Víctimas

El objetivo en este punto es el reconocimiento a todas las víctimas, sus afectaciones y sus derechos con base en:

4.1 La asunción de responsabilidades que emane de la verdad de todas y todos.

4.2 La memoria de la vida y luchas de todos los afectados por el conflicto.

4.3 La justicia.

4.4 La reparación integral colectiva y/o individual.

4.5 Las garantías de no repetición y no olvido.

4.6 La asunción del ambiente como víctima.

5. Fin del conflicto armado

El objetivo de este punto es superar el conflicto armado y erradicar la violencia de la política; con prioridad sobre la violencia contrainsurgente que ejecutan militares y policías.

Con el propósito de construir acuerdos, se abordará lo siguiente:

5.1 La resolución de la situación jurídica del ELN y sus integrantes, incluidos los procesados y condenados.

5.2. La determinación de condiciones y garantías para la seguridad y el ejercicio de la política del ELN.

5.3 La erradicación de toda forma de paramilitarismo para que no se repita en la versión neoparamilitar gestada por la visión neonazi del uribismo.

5.4 El desarrollo de dinámicas y acciones humanitarias.

5.5 El cese del fuego y hostilidades de carácter bilateral hacia la generación de condiciones para la superación del conflicto armado.

5.6 En el marco de las nuevas circunstancias generadas por este proceso, la construcción de un acuerdo sobre las armas del ELN, en sincronía con la estrategia para superar la violencia y neutralizar el armamentismo y el belicismo.

5.7 Los ajustes institucionales y procedimentales requeridos por ambas partes para la implementación de este punto relativo a la superación del conflicto armado.

Cinco. Plan General de Ejecución de los acuerdos entre el gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional – ELN

6.1 Este Plan General de Ejecución se construirá con los planes específicos de cada punto de la agenda y contará con un programa y cronograma para su implementación.

6.2 El Plan General de Ejecución de acuerdos incluirá mecanismos de control, seguimiento, verificación y ajustes que contarán con la participación de la sociedad, la comunidad internacional, el gobierno nacional y el ELN.

6.3 El plan contemplará las siguientes dimensiones: jurídica, política, social, económica, humanitaria, ambiental y diplomática.

6.4 El Plan y los acuerdos que contiene serán objeto de validación democrática por medio de la participación de la sociedad en el proceso de paz, de principio a fin.

6.5 Los acuerdos parciales se implementarán según su carácter en el corto, mediano o largo plazo.

Al revisar cada uno de estos puntos el “salto político” es evidente respecto del Acuerdo firmado con las Farc de Timochenko en la Habana con el gobierno neoliberal del señor Santos.

No hay “líneas rojas” en la exploración de las causas estructurales del conflicto social y armado.

Los cuestionamientos disparatados del ex comisionado de paz Sergio Jaramillo y del senador Humberto de la Calle apuntan a contrarrestar los avances de la “paz total” que pondrá en evidencia los vacíos de la paz neoliberal firmada en la Habana, y en la que estos dos personajes hicieron hasta lo imposible para mantener intactos el modelo neoliberal, la democracia de papel y las doctrinas contrainsurgentes predominantes en las Fuerzas Armadas, además de poner limites a una reforma agraria democrática integral y de obligar al transformismo político de la cúpula de Timochenko.

La paz con el Estado Mayor Central de las Farc que lidera Ivan Lozada.

El otro evento de la Paz total lo anuncio el presidente Gustavo Petro para indicar que están en curso diálogos y acciones para conformar la Mesa de negociaciones con el EMC de las Farc que lidera Ivan Lozada, después de que el Fiscal general, Francisco Barbosa, levanto las órdenes de captura de 19 disidentes.

Están pendientes por determinar los integrantes de la comisión negociadora de dicho grupo guerrillero y los lugares en los que se adelantara la negociación, previa construcción de la agenda con sus metodologías y planes de ejecución en los términos de las garantías necesarias para blindar cada uno de los consensos pactados.

Entre tanto se han adoptado los protocolos del Cese bilateral del fuego y están en curso los desplazamiento de los lideres guerrilleros de las Farc desde diferentes puntos del territorio y desde las cárceles para que se adelante la reunión de comandantes que trace la hoja de ruta de estos encuentros con el gobierno del presidente Gustavo Petro, quien se encuentra comprometido en superar definitivamente -sin las trampas santistas de Jaramillo y de la Calle- la violencia crónica que martiriza a los campesinos, indígenas, afros y sectores sociales más vulnerables.

Mi opinión es que estos dos procesos marcaran el rumbo político del país en los próximos años.

Horacio Duque* Politólogo y periodista colombiano.

Foto de portada: Gustavo Petro inauguró el martes 21 de febrero CampeSENA, en el municipio de Mosquera, Cundinamarca.

Referencias

[1] Eduardo Pizarro Leongómez, sociólogo, catedrático, periodista, escritor colombiano, cronista del conflicto en Colombia.

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