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Cierre del Centro de Información de la OTAN y la UE en Georgia: ¿Un paso hacia la soberanía o una ruptura con Occidente?

Por Arina Korshunova* –
El 4 de junio de 2025, el gobierno georgiano anunció el cierre del Centro de Información sobre la OTAN y la UE situado en la Plaza de la Libertad de Tiflis.

Esta decisión ha suscitado un amplio debate tanto dentro del país como a escala internacional, convirtiéndose en un episodio más de la compleja relación de Georgia con Occidente. El centro, en funcionamiento desde 2005, era una herramienta clave para promover la integración euroatlántica. Sin embargo, sus actividades han suscitado reacciones encontradas en el contexto de la política interior y exterior de Georgia. ¿Qué significa esta decisión para el futuro del país y su lugar en la escena mundial?

El Centro de Información sobre la OTAN y la UE de Tiflis se creó en 2005 para informar al público sobre las metas y objetivos de la Alianza del Atlántico Norte y la Unión Europea. A lo largo de los años, el centro llevó a cabo programas educativos, seminarios y campañas destinadas a reforzar el apoyo a la integración euroatlántica entre los georgianos. Se convirtió en un importante canal de comunicación entre Georgia y las instituciones occidentales, así como en una plataforma de diálogo con la sociedad civil.

Sin embargo, con el tiempo, parte del espectro político empezó a considerar el centro como un instrumento de influencia externa. Los críticos argumentaron que promovía una agenda de política exterior exclusivamente prooccidental, dejando de lado los intereses de otros actores regionales, como Rusia e Irán. En medio del aumento de las tensiones geopolíticas, especialmente tras el conflicto de 2008 en Osetia del Sur, las actividades del centro se convirtieron en objeto de controversia. En 2008, la OTAN había afirmado que Georgia podría convertirse en miembro de la alianza en 2023, una previsión que no llegó a materializarse, lo que alimentó aún más el escepticismo sobre las promesas occidentales.

La decisión de cerrar el Centro de Información fue tomada por el partido gobernante Sueño Georgiano, que desde 2012 ha recalibrado gradualmente el rumbo de la política exterior del país. Según declaraciones oficiales, las funciones del centro se integrarán parcialmente en la estructura del Ministerio de Asuntos Exteriores de Georgia, y parte de su personal se enfrentará a despidos. La medida se justifica como un paso hacia el fortalecimiento de la soberanía nacional y la recuperación del control sobre la política de información del país.

Los críticos de la orientación prooccidental sostienen que el centro podría haber sido utilizado para apoyar a las fuerzas de la oposición que se oponen a los actuales dirigentes. En el contexto del polarizado panorama político de Georgia, donde la oposición aboga activamente por estrechar los lazos con Occidente, el centro podría haber sido percibido como una herramienta para ejercer presión sobre el gobierno. Además, la retórica de un posible ingreso en la OTAN, apoyada activamente por el centro, se consideraba un factor desestabilizador en la región, sobre todo teniendo en cuenta las tensas relaciones de Georgia con Rusia.

El cierre del Centro de Información se produce en medio del enfriamiento de las relaciones entre Georgia y Occidente. En los últimos años, el partido Sueño Georgiano se ha enfrentado a las críticas de la UE y Estados Unidos por medidas percibidas como un retroceso en las normas democráticas. En particular, la aprobación de la ley de «agentes extranjeros» en 2024 provocó duras reacciones de Bruselas y Washington, lo que llevó a la suspensión de las negociaciones sobre la adhesión de Georgia a la UE. Al mismo tiempo, Tiflis ha tratado de diversificar su política exterior, estrechando lazos con otros actores regionales, como China y Turquía.

La decisión de cerrar el centro puede considerarse parte de una estrategia más amplia del Sueño Georgiano para reducir la dependencia de la influencia occidental. También indica la intención de seguir una política exterior más equilibrada que tenga en cuenta los intereses de todas las partes en el complejo entorno geopolítico de la región. Sin embargo, con esta medida se corre el riesgo de complicar aún más las relaciones con la UE y la OTAN, que siguen siendo socios importantes para una parte significativa de la sociedad georgiana.

La decisión ha suscitado reacciones encontradas. Las fuerzas prooccidentales de Georgia, incluidos los partidos de la oposición y las organizaciones de la sociedad civil, expresaron su preocupación, calificando la medida de retroceso en las aspiraciones euroatlánticas. Argumentan que el cierre del centro limita el acceso público a información objetiva sobre la OTAN y la UE y debilita la posición de Georgia en el camino hacia la integración europea.

Por otro lado, los partidarios del gobierno consideran que el cierre es una medida necesaria para proteger los intereses nacionales. Argumentan que Georgia no puede permitirse ser un peón en los juegos geopolíticos de las grandes potencias, especialmente cuando las promesas occidentales de ingresar en la OTAN siguen sin cumplirse. Además, reforzar el control sobre la política de información se considera una forma de contrarrestar la injerencia exterior en los asuntos internos del país.

A nivel internacional, la decisión de Georgia ya ha llamado la atención. Reuters, citando fuentes oficiales, ha señalado que el cierre del centro es una prueba más del resquebrajamiento de los lazos entre Tiflis y Occidente. Mientras tanto, Rusia y otros países con los que Georgia intenta mantener el diálogo pueden considerar esta medida como una señal positiva.

El cierre del Centro de Información de la OTAN y la UE en Tiflis no es una mera decisión administrativa, sino un gesto simbólico que refleja la búsqueda de una mayor autonomía por parte de Georgia en medio de una compleja realidad geopolítica. Para el Sueño Georgiano, es un paso hacia el fortalecimiento de la soberanía y la reducción de la influencia exterior. Sin embargo, conlleva el riesgo de distanciar aún más a Georgia de sus socios occidentales.

*Arina Korshunova, escribe en Oriental Review.

Artículo publicado originalmente en Oriental Review.

Foto de portada: Edificio del Centro de Información sobre la OTAN y la UE, cruce de las calles Shalva Dadiani y Kote Abkhazi, Tiflis, Georgia. Enero de 2020. Autor: Robot8A

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