El 1 de julio de 1921 doce delegados en una casa clandestina de Shanghái se reunían para crear el mítico Partido Comunista Chino y comenzaba su historia que fue la historia del pueblo chino desde aquel enorme país desmembrado empobrecido y ocupado, hasta este gigante asiático hoy la segunda economía mundial y una sociedad que elevó los niveles de vida de su pueblo a lugares históricos y que desarrollo una fuerza nacional capas de defender su soberanía de cualquier intervención.
Cuando Xi Jinping ofreció su discurso en la plaza de Tiananmen el pc chino estaba cumpliendo 100 años de historia y la familia Xi expresaba prácticamente toda esa historia desde su padre Xi Zhongxun incorporado al pequeño partido en 1925 con el que enfrento la guerra civil hasta esta actualidad cuando el líder chino repasa los grandes logros de un partido hoy con mas de 90 millones de afiliados y que sigue al frente de la transformación mas importante de cualquier sociedad del mundo.
El desarrollo chino expresa el trabajo de una herramienta política que históricamente fue enfrentando las distintas etapas y escollos históricos. China que en el periodo liderado por Xi Jinping saco de la pobreza a mas de 100 millones de chinos y chinas completando una movilidad social de mas de 800 millones de hombres y mujeres. «Durante 100 años, el Partido Comunista Chino ha liderado en el pueblo chino cada lucha, cada sacrificio, cada innovación», dijo Xi Jinping.
¨En nombre del Partido y el pueblo, declaro aquí solemnemente que, a través de la ininterrumpida lucha de todo el Partido y el pueblo de todas las etnias del país, hemos cumplido el objetivo de lucha fijado para el primer centenario, culminando la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada en el extenso territorio chino, con la cuestión de la pobreza absoluta ya históricamente resuelta, y que estamos avanzando con desbordante vigor hacia el objetivo de lucha fijado para el segundo: culminar la construcción integral de un poderoso país soci alista moderno. ¡Esta es una gran gloria de la nación china, del pueblo chino y del PCCh.¨ dijo el líder.
Desde 2012, Xi Jinping es el Secretario General del PCCh, quien ha impulsado un desarrollo económico más sustentable y con fuertes medidas para favorecer la redistribución de la riqueza, la disminución de las desigualdades, el mejoramiento de las condiciones laborales, y la fuerte protección del medio ambiente.
Definir esta forma de desarrollo como un modelo de socialismo con características chinas nos permite resaltar el perfil nacionalista del proceso, las particularidades de su cultura milenarias y la gran influencia confuciana en la cosmovisión china, constituyen una impronta cultural tan arraigada que nos permite plantear que en el gran desarrollo económico, productivo, científico, financiero social de China está ausente, contundentemente ausente el capitalismo y cruzada sin ambigüedad de marxismo-leninismo.
¨Debemos adherirnos al marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de Deng Xiaoping, el importante pensamiento de la triple representatividad y la concepción científica del desarrollo; implementar integralmente el pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era; integrar persistentemente los fundamentos del marxismo con la realidad concreta de China y con su excelente cultura tradicional; observar la época, entenderla y conducirla empleando el marxismo, y seguir desarrollando el marxismo de la China actual y del siglo XXI¨, la voz de Xi recorre la plaza de Tiananmen.
«Esto significa que hemos logrado una resolución histórica al problema de la pobreza extrema en China,y ahora avanzamos con paso decidido hacia el objetivo del segundo centenario: convertir a China en un gran país socialista y moderno a todos los niveles», señaló el mandatario.
La República Popular China ingresa a la historia de la mano del Partido Comunista y no solo el viaje histórico resuelve los problemas de desarrollo de su pueblo, sino que imprime una marca distintiva en la relación económico y político con la humanidad.
¨La apertura del futuro con la historia como espejo exige la promoción incesante de la construcción de una comunidad de destino de la humanidad. La paz, la concordia y la armonía constituyen las ideas que siempre ha buscado y desarrollado la nación china en sus más de cinco milenios, y en su sangre no están los genes de invadir a otros ni enseñorearse. El PCCh se preocupa por el porvenir y destino de la humanidad y avanza mano a mano con todas las fuerzas progresistas del mundo, y China viene siendo desde siempre una constructora de la paz mundial, una contribuidora al desarrollo global y una defensora del orden internacional¨, define Xi mirando al mundo.
Este concepto filosófico queda refrendado con la geopolítica transitada por China 50 años de la restauración de su lugar en las Naciones Unidas y 20 de la adhesión a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Un hito de la reforma y apertura que comenzó Deng Xiaoping; siendo China hoy el mayor exportador mundial y el segundo importador después de EEUU.
China seguramente será el país que impulse la recuperación de la economía mundial, no solo por el enorme desarrollo interno de mayor calidad tecnológica y sustentabilidad, sino sobre todo por la relación comercial con sus vecinos, profundizando la apertura, el comercio y la cooperación internacional con la iniciativa de la Franja y la Ruta como bandera; una iniciativa que convertirá a Asia en una zona comercial mas grande del mundo en población, recursos naturales y financieros.
El próximo gran objetivo del PCCh se proyecta para el 2049, cuando esta vez sea la República Popular China la que cumpla 100 años y se buscará tener un país completamente modernizado. Para ese entonces China ya seguramente tenga la primera posición de la economía mundial y un PBI per cápita similar al de los países desarrollados cumpliendo de esa manera el sueño chino de un gran renacimiento
Mientras de fondo se escuchaba el lanzamiento de 100 cañonazos, uno por cada año del partido, el presidente del país aprovechó para reforzar un mensaje central: la «victoria» que representa el PCCh para hacer posible la «prosperidad» de la sociedad asiática.
La ceremonia estuvo cargada de simbolismo. El líder chino escogió como vestimenta el tradicional traje «Mao» u, originalmente, «Sun Yat-sen», en nombre del fundador de la República de China. Sin embargo, las altas esferas del partido que acompañaron a Xi Jinping optaron por trajes estilo occidental, en una clara alusión a la conexión entre el mandato de Mao Zedong, fundador de la China contemporánea, y el mandatario actual.
El discurso por el centenario del PCCh se produce en medio del aumento de las tensiones entre China y Estados Unidos. Sin dudas este es el mayor desafío para china y la humanidad.
Mientras que desde Estados Unidos se acusa a la nación de haber ocultado información sobre el virus, China sostiene que la nación norteamericana está intentando «frenar» el progreso de su economía emergente, razón por la que Xi Jinping lanzó una advertencia a Occidente.
“El tiempo en que el pueblo chino podía ser pisoteado, en que sufría y era sometido ha terminado para siempre. ¡Quien sea que lo intente se encontrará un baño de sangre frente a la Gran Muralla de Acero construida por 1.400 millones de chinos!”, apuntó el dirigente chino, ganándose un gran aplauso y gritos de aceptación del público.
El mandatario aprovechó también para mandar una advertencia velada a Washington sobre la injerencia extranjera. «Nadie debe subestimar la gran determinación, la firme voluntad y la extraordinaria capacidad del pueblo chino para defender su soberanía nacional e integridad territorial», subrayó Xi Jinping.
¨La apertura del futuro con la historia como espejo exige el aceleramiento de la modernización de la defensa nacional y del Ejército. Para hacer el país fuerte hay que fortalecer el Ejército; con este poderoso, el país será seguro. La persistencia en que el Partido manda al fusil y en la construcción de nuestro propio Ejército Popular es una verdad infalible a la que ha llegado el Partido a partir de una lucha de sangre y fuego. Hacedor de hazañas imperecederas para el Partido y el pueblo, el Ejército Popular es el firme pilar que defiende el poder rojo y preserva la dignidad nacional, así como una poderosa fuerza para el mantenimiento de la paz regional y mundial¨, señalo el líder chino.
No obstante, señaló que China seguirá defendiendo la «cooperación» y la «no confrontación» con las potencias extranjeras. Algo que puede generar dudas entre la comunidad internacional, que ya desconfían del carácter pacífico de China, debido al discurso marcadamente combativo y plagado de amenazas de Xi Jinping.
Cerca de 80 aviones caza inauguraron la ceremonia de celebración, dibujando en el cielo el número 100 por el aniversario del PCCh y la fecha de este 1 de julio, pero también haciendo gala del poder militar chino.
El dirigente también hizo alusión a los bastiones de la oposición al Gobierno como Hong Kong, Xinjiang y Taiwán. Lanzó un mensaje implacable sobre la «mano firme» que aplicaría China sobre los «planes» de independencia de la isla, asegurando que se conseguiría la «reunificación del territorio chino».
Xi llama al PCCh y al Pueblo chino a La nueva expedición y convoca a seguir confiando en la herramienta política del Partido como conductora de los procesos, pero sostiene que ¨El futuro pertenece a los jóvenes, en el los está depositada la esperanza. Hace cien años, en la tenebrosa China estremecida por la tempestad, una tanda de jóvenes nuevos se vieron penosamente envueltos en la búsqueda de un porvenir revitalizador de la nación sosteniendo la antorcha ideológica del marxismo; a lo largo de esta centuria, integrando su juventud y lucha en la causa del Partido y del pueblo bajo la bandera del PCCh, los jóvenes chinos de varias generaciones han llegado a ser la fuerza pionera para la materialización de la gran revitalización de la nación china; la juventud china de la nueva era debe asumir esta materialización como misión propia e intensificar la voluntad, la fortaleza espiritual y la seguridad propias de su condición de chinos, sin defraudar la época, la flor de la vida y el vehemente deseo del Partido y el pueblo¨.