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China da una respuesta cualitativa a la política intervencionista de Trump

Por PIA Global. – China ha tomado una serie de medidas contra la política agresiva de Donald Trump dando un paso más en esta guerra económica desatada por EE. UU.

En el marco de esta provocación económico financiera, el gigante asiático pone en línea un sistema de pagos global que evita el Swift, liquidando las ventas de hidrocarburos sin la intervención del dólar en las transacciones.

Para ello el Banco Popular de China conectó a su RMB digital (Yuan digital) a 10 países de la ASEAN y a 6 de Oriente Medio, cubriendo de esta manera el 38% del comercio mundial, evitando al Swift y al dólar. De esta forma los pagos se procesan en 7 segundos, en lugar de 3 a 5 días, reduciendo las comisiones en un 98%, generando un alivio a los comerciantes de energía de Oriente Medio.

El comercio de la ASEAN con el RMB alcanzó los 5,8 billones de yuanes, uno de los principales países en utilizar este mecanismo fue Tailandia que liquidó su petróleo en RMB digital.

Es una Ruta de la Seda Digital, es la desdolarización en acción, no se trata solo de pagos, es una red global que en este momento cuenta con 200 países, mientras EEUU debate si la moneda digital es una amenaza.

El PCCh y las 6 medidas de represalia contra los aranceles de EEUU.

1) Aumentos de aranceles a Productos agrícolas, incluyendo soja y sorgo.

2) Prohibición de la importación de aves de corral a EE. UU.

3) Suspender la cooperación entre CHINA y EEUU en cuestiones relacionadas con el Fentanilo

4) Contramedidas en el sector relacionado con los servicios

5) Prohibición de la importación de películas de EEUU a CHINA

6) Investigar los beneficios de propiedad intelectual de las empresas de EEUU que operan en China

Importación de aves de corral.

Los proveedores estadounidenses de pollos, envían constantemente cargas de pollos enteros a China, para ser sacrificados, empaquetados y reenviados nuevamente para ser vendidos en los EE. UU.

Si China deja de importar aves de corral de Estados Unidos, y ese circuito de procesamiento se rompe, la escasez en los comercios, restoranes y supermercados estadounidenses, será casi inmediata y el remplazo de pollos y su mecanismo de comercialización generará desabastecimiento y encarecimiento de este producto y otros de remplazo.

En cuanto a la suspensión de la cooperación relacionada con el Fentanilo, teniendo en cuenta que la cadena de distribución y consumo de esta droga se ha desarrollado en Estados Unidos de manera incontrolable con el correr de los años y con una ausencia del Estado en materia de salud pública cada vez más acentuada, las consecuencias serían fatales en el corto y mediano plazo.

Respecto a los “beneficios” de la propiedad intelectual de las empresas extranjeras que operan en China, el gobierno chino promulgó una nueva ley el mes pasado que dice que el país puede apoderarse de todos los Derechos de Propiedad Intelectual de las empresas y sus productos, en nombre de la seguridad nacional. La Ley permite la incautación de la propiedad intelectual de los involucrados en medidas discriminatorias contra China, particularmente en los casos en que los gobiernos extranjeros utilicen las disputas de propiedad intelectual para “contener o suprimir al país”.

Esta ley de Sanciones Contra el Extranjero se formula específicamente como una herramienta para contrarrestar los aranceles. En su art. 7, el reglamento permite específicamente la incautación de la propiedad intelectual de aquellos que “participan directa o indirectamente en la redacción, toma de decisiones o aplicación de las medidas restrictivas discriminatorias del artículo 3 de la Ley de sanciones contra el exterior”.

Por consiguiente, los titulares de derechos de propiedad intelectual extranjeros, deberán distribuir “Actualizaciones” a su software, de lo contrario este se apagará en ausencia de una autorización de actualización mensual. La falta de actualizaciones de autorización, paralizará el software en un mes.

En resumen, China claramente se ha estado preparando para una guerra comercial con los EEUU durante bastante tiempo.

La estrategia de Xi Jinping

Xi Jinping acaba de tomar la decisión de devaluar el yuan y aún falta el póker de los bonos del tesoro, mientras Estados Unidos juega póker con la deuda. Estados unidos devalúa su moneda para protegerse, mientras el gigante asiático devalúa el yuan para conquistar mercados nuevos.

China juega al ajedrez en el tablero del comercio global.

Pero ¿Quién le vende más al mundo? La respuesta es China y no por poco.

En 2024, China exportó 3.55 billones de dólares en mercancías al mundo, mientras que Estados Unidos exportó 3.19 billones. De cada 10 productos que se venden en el mundo, casi 3 son hechos en China. Solo 2 son de Estados Unidos.

En términos de proporción mundial:

China representa cerca del 14% del comercio global de bienes. Estados Unidos, alrededor del 11%. China ya no depende de Estados Unidos para vender.

Porcentajes que rompen con la percepción tradicional:

Región % de exportaciones chinas:  Asia 48.2% Europa 20.7% África 5.0% Oceanía 2.4% América del Norte 18.5% y de este 18.5%, solo 14.1% es a EE.UU.

El 85.9% de las exportaciones chinas van a todo el mundo que no es Estados Unidos.

China le vende más a Indonesia, a Arabia Saudita, a Sudáfrica, a Alemania y a México y está tejiendo un nuevo mapa de comercio global que ya no gira alrededor de Washington.

Dos estrategias, dos mundos

Mientras Estados Unidos quiere devaluar el dólar para pagar menos deuda, impulsar sus exportaciones y atraer inversión, China responde con una jugada maestra:

China: Devalúa su moneda para ser más competitiva. Quita aranceles y abre mercados. Estimula su consumo interno (más clase media, más estabilidad). Diversifica sus socios: Asia, África, Medio Oriente, América Latina.

Estados Unidos: Devalúa el dólar. Sube aranceles a rivales (China) pero los baja a socios clave (Canadá, Vietnam, México…). Atrae inversiones que antes iban a Asia. Fomenta la relocalización industrial con subsidios (ej. semiconductores).

¿Quién lo está haciendo mejor?

Estados Unidos está atrayendo inversión y moviendo fábricas desde Asia y México hacia su territorio. También está logrando que otros países eliminen aranceles y le compren más, pero su economía sigue presa del consumo interno y de una inflación difícil de controlar.

China, en cambio, vende más al mundo, depende menos de EE.UU. y se integra más con sus vecinos. Cada yuan que devalúa es un empujón a sus exportaciones y cada arancel que elimina, es una invitación al comercio global.

La conclusión es clara y sorprendente

China le vende más al mundo que Estados Unidos y cada vez depende menos de Estados Unidos. Estados Unidos depende más del dólar… y del pasado.

Mientras Estados Unidos  juega a protegerse, China juega a conquistar mercados y en este nuevo tablero global, el que abra más puertas, y tienda más puentes será quien lidere la economía del siglo XXI.

Foto de portada: FLORENCIA LO / POOL/AFP

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