Los BRICS, han demostrado en cada ocasión su fuerza frente a los aliados occidentales, EE.UU y compañía. La reunión de 2022 no fue la excepción, sobre todo teniendo en cuenta los avatares sociales y económicos que dejó en el mundo la pandemia del Covid-19. Además se debe sumar el contexto de guerra en el que está sumergido el mundo a partir de la operación militar rusa en territorio ucraniano.
Este último dato cobra relevancia ya que Rusia, como integrante fundador del bloque está inmerso en un bloqueo económico y comercial impuesto por las potencias occidentales, léase ONU, EE.UU y sus aliados de la OTAN y Europa. También debemos mencionar que dentro de los BRICS se han mantenido unidos con respecto su posicionamiento frente a la guerra en Ucrania. China quizás sea quien ha dado muestras de apoyo “incondicional” a Rusia.
India, que también es miembro del G20 y además, aspira a ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, debe realizar un delicado equilibrio en la “cuerda floja” de su política exterior “multialineada” ya que si bien ha tenido acercamientos a occidente, Rusia sigue siendo un buen socio, además de ser el proveedor de su equipamiento militar y de seguridad. Fue uno de los países que se abstuvo en las votaciones de la ONU que sancionaron a Rusia.
Por su parte Brasil también se abstuvo en la votación del Consejo de Seguridad de la ONU. Bolsonaro en la oportunidad de la votación había expresado que Brasil no defiende “ninguna sanción o condena al presidente Putin”. «Nuestra posición tiene que ser muy cautelosa cuando se trata de resolver un caso que es grave. Nadie está a favor de la guerra en ninguna parte del mundo…”, expresó el presidente brasileño en febrero. Los lazos comerciales que unen a los cariocas con Rusia jugaron un papel preponderante en la diplomacia adoptada por el siempre polémico Jair Bolsonaro, aunque quedó demostrado que su política exterior es muy clara.
Finalmente debemos mencionar a Sudáfrica, que como hemos dicho fue el último país en integrarse al bloque BRICS. Pero que, por las relaciones políticas, comerciales y económicas que el país africano mantiene históricamente con Rusia, lo han mantenido al margen de las condenas. De hecho el presidente Ramaphosa se ha ofrecido como mediador en el conflicto, pero ha mantenido su negativa a las sanciones a Rusia. El presidente sudafricano previamente a la reunión de los BRICS, se dirigió a su pueblo para explicar detalles de su participación en la reunión (virtual) del bloque. “El valor de la membresía de Sudáfrica en BRICS ha crecido sustancialmente desde que nos unimos a este grupo de economías emergentes hace 12 años. Mientras trabajamos para reconstruir nuestro país tras la pandemia de COVID-19, hay mucho que ganar con nuestra participación en BRICS y las relaciones que hemos establecido con otros países miembros” contó Ramaphosa en una publicación dirigida a su pueblo.
“Todos compartimos el deseo de una mayor representación y perspectivas progresivas en las instituciones de gobierno global. Todos compartimos una historia común de lucha contra el imperialismo, colonialismo, la explotación y subdesarrollo continuo”, dijo el presidente en un claro mensaje de posicionamiento político en favor de las políticas sur-sur.
Los BRICS y la guerra
Desde su creación los BRICS han ido creciendo paulatinamente, han establecido una presencia formal, crearon su propio banco de desarrollo y pretenden representar a todo el Sur Global. Pero aun así, siguen siendo un bloque que permanece en un segundo plano en la geopolítica global, por debajo del G-7, el G-20, es por ello las reuniones del grupo rara vez tienen mucha repercusión. Pero esta vez las circunstancias globales han cambiado ese paradigma, el hecho de que China sea el país anfitrión y que Rusia esté en guerra, además de que el resto de los integrantes no se hayan alineado con EE.UU y la OTAN cambió el contexto de la reunión 2022 del bloque.
Para Putin será la primera reunión multilateral importante desde el conflicto con Ucrania. Si bien ha mantenido reuniones bilaterales con la mayoría de los países miembros del BRICS, será una buena oportunidad para fortalecer el bloque y confirmar el compromiso ruso con el Sur Global, contrariamente a lo que esperan los atlantistas. Temas como las monedas de cambio que reemplacen al dólar o la puesta en marcha de refinerías comunes de petróleo y gas serán parte de la agenda 2022.
Más letras para el BRICS
Otros países han puesto su mirada e interés geopolítico en el BRICS, de hecho Argentina fue invitada a formar parte, y su anexión parece ser un hecho. Pero también hay otros posibles candidatos entre los que se encuentran Egipto, Indonesia, Kazajistán, Nigeria, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Senegal y Tailandia, que ya han participado en reuniones (virtuales) con los ministros de Asuntos Exteriores de los BRICS durante el mes de mayo. Es un hecho que este bloque desde el Sur Global busca ser una alternativa a los foros dirigidos por Occidente, como el G7 o el G20. Akhil Ramesh, miembro del Foro del Pacífico sostiene que ese es el camino que va forjando el BRICS, «Es una cuestión de geopolítica, de cómo se desarrollan los acontecimientos mundiales, pero ciertamente están trabajando en ese sentido», explica. «Lo que intentan es que el mundo sea menos unilateral», concluye Ramesh.
Sudáfrica y el orden mundial
Como hemos mencionado, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, se ha expresado en contra de las sanciones a Rusia y ha defendido los cambios en el orden internacional. Según el mandatario sudafricano, la pandemia de covid-19 puso de manifiesto las vulnerabilidades compartidas de las economías del sur global y emergentes y el “conflicto de Ucrania ha expuesto” los “fallos” del “orden internacional”. “Asuntos globales urgentes como la covid-19, la pobreza, la desigualdad, el cambio climático y una agenda más amplia de desarrollo sostenible han quedado eclipsados por el conflicto”, sostuvo el mandatario sudafricano en cuanto al temario relevante que atravesó la reunión del bloque.
Ramaphosa se expresó a favor del multilateralismo y de los cambios que espera surjan en el seno de la ONU, de cara a que “sean adecuadas a su propósito y claras en beneficiar a toda la humanidad, especialmente en tiempos de inseguridad y crisis”, agregó con respecto a las políticas del organismo internacional. Además sostuvo que Consejo de Seguridad de la ONU debe reformarse. “Es injusto que África, con una población de 1.300 millones de personas no tenga representación permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Como países emergentes con ideas afines, necesitamos pasar de una visión común de un orden internacional emergente a un programa común de cambio”, subrayó el presidente.
El primer mandatario sudafricano también remarcó que el bloque BRICS y sus aliados tienen la fuerza combinada suficiente para liderar una recuperación económica global. “Está en nuestra mano, como economías emergentes en desarrollo, poner al Sur global en una nueva trayectoria de progreso, prosperidad y autosuficiencia para dar forma a un orden internacional inclusivo y equitativo”, concluyó.
Para Sudáfrica ser parte, como una de las economías emergentes, del bloque BRICS ha representado una mejora en la balanza comercial con el resto de los países que lo integran, por ejemplo durante el periodo 2021, más del 17 % de las exportaciones de Sudáfrica se destinaron a otros países BRICS, mientras que más del 29 % de las importaciones totales provinieron de estos países. Por lo tanto, estos países son socios comerciales importantes, y el valor de este comercio continúa creciendo. El comercio sudafricano total con otros países BRICS alcanzó los 702.000 millones de rand en 2021, frente a los 487.000 millones de rand en 2017. En un momento en que Sudáfrica busca el camino para mejorar la capacidad y competitividad de su economía, estos vínculos comerciales resultarán vitales para el crecimiento de la industria local. Por tanto, existe una relación directa entre, las reformas en energía, telecomunicaciones y transporte, la inversión en infraestructuras y los esfuerzos para reducir la burocracia, y, por otro lado, el trabajo en curso para aumentar las exportaciones a los socios BRICS. Estas reformas también son importantes para fomentar una mayor inversión de los países BRICS en la economía del sur africano.
El turismo, es otro de los aspectos sobresalientes que ha destacado Ramaphosa como vitales en la relación de los países miembros, teniendo en cuenta, claro la afectación que tuvo por la pandemia de COVID-19. Los turistas de otros países BRICS representaron el 65% de todas las llegadas a Sudáfrica en 2018 y, por lo tanto, se espera que estos mercados hagan una contribución importante a la recuperación de este sector.
Sudáfrica ha planeado un ambicioso plan de construcción de infraestructura, y por ello espera que el Nuevo Banco de Desarrollo, también conocido como el Banco BRICS, desempeñe un papel importante en la prestación de apoyo financiero y de preparación de proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible. Sudáfrica ya ha recibido $ 5.4 mil millones, actualmente por un valor de alrededor de R86 mil millones, del New Development Bank para mejorar la prestación de servicios en áreas críticas. El Banco también demostró su flexibilidad al aprobar rápidamente dos millones de dólares para cada miembro de los BRICS en el marco del Programa de Préstamos de Emergencia COVID-19 para financiar la lucha contra la pandemia y apoyar la recuperación económica.
A principios de este mes, antes de la reunión de Pekin, los Ministros de Agricultura de los BRICS adoptaron una Estrategia en bloque sobre Cooperación para la Seguridad Alimentaria. Esto es especialmente importante a medida que aumentan las preocupaciones en torno a la seguridad alimentaria a raíz de la COVID-19, el conflicto en Ucrania y los crecientes efectos del cambio climático. La estrategia tiene como objetivo mantener la producción agrícola sostenible, el suministro sin trabas de semillas, fertilizantes y otros insumos agrícolas, el acceso a los mercados y el funcionamiento estable de las cadenas de valor alimentarias.
En términos más generales, la cumbre de Pekin tuvo como objetivo marcar el comienzo de una nueva era para el desarrollo global que es más inclusivo, sostenible y justo. A través de la reforma del sistema multilateral, incluidas las Naciones Unidas, y al reenfocar la atención y los recursos de la comunidad global en la agenda de desarrollo sostenible, el grupo BRICS puede apoyar una recuperación global sostenida y equitativa.
La Cumbre de líderes BRICS es una plataforma valiosa para que Sudáfrica fortalezca los lazos con sus países socios en apoyo del propio crecimiento y creación de empleo, mejorar las condiciones de vida de sus habitantes y establecer planes a largo plazo con financiamiento por fuera de los tradicionales organismos de empréstito internacional.
El Sur Global se pone de pie frente a occidente y sus políticas unilaterales. El BRICS puede ser un camino posible para otros países y economías emergentes por fuera de los mandatos que imponen EE.UU y sus aliados.
*Beto Cremonte es periodista, Comunicador Social y docente en la Facultad de Comunicación Social de La Plata (U.N.L.P), estudiante avanzado de la Tecnicatura Universitaria en Comunicación Pública y Política de la Universidad Nacional de La Plata (U.N.L.P)