Nuestra América

Boric: entre la Concertación y los movimientos sociales.

Por Horacio Duque*.
En la coyuntura creada por el resultado de las elecciones presidenciales del 19 de diciembre en Chile, en que el escogido por las mayorías fue Gabriel Boric, en representación de una coalición socialdemocratizante de Centro izquierda, la preocupación central es la de la gobernabilidad y gobernanza de la próxima administración del Estado chileno que se instala en los primeros días del mes de marzo del 2022.

Ciertamente la gobernabilidad y La gobernanza son categorías del repertorio de la gramática neoliberal que sirve para promover alianzas y acuerdos con el fin de dar estabilidad política a los gobiernos de turno. No se trata de referentes teóricos afincados en las elaboraciones sociales y democráticas asociadas con los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Pues bien, ese repertorio de la ciencia política funcional es el que desafortunadamente parece haber sido privilegiado por Boric y su “anillo” más cercano para organizar la dirección central de su gobierno y la conformación del gabinete ministerial con el tren de cargos subalternos y técnicos, todo para facilitar los manejos parlamentarios y las relaciones con las elites empresariales y financieras.

La constituyente Vanessa Hoppe efectúa su voto, ante la mirada de la mesa saliente, en la elección de las nuevas autoridades de la Convención en Santiago, Chile, 4 de enero, 2022. © EFE / Alberto Valdes

Por esa vía se le ofrece a la ciudadanía un regreso de la Concertación neoliberal y sus ejes partidarios centrales a los que se busca acomodar en los cargos claves del gobierno provocando un enorme desconcierto entre el movimiento popular y las fuerzas sociales que protagonizaron la revuelta del 2019.

Estrategia que es rechazada por muchos factores sociales encontrando en la definición de las nuevas directivas de la Convención constitucional, que luego de un largo y difícil forcejeo, se saldó en favor del movimiento social constituyente con la escogencia de María Elisa Quinteros como la nueva Presidenta de dicho organismo, abriendo la ruta de un salto a un proceso constituyente que de origen a una nueva estructura de poder gubernamental y político en los términos de las demandas del estallido del 2019.

A nadie se oculta que la potencia de la multitud expresada en un poder constituyente de la multitud chocara con un gobierno infiltrado por la derecha de la Concertación que se ofrece como el salvavidas del moribundo modelo neoliberal.

Seguramente la movilización popular regresara para apurar la transición estructural a una sociedad pos neoliberal que intenta ser desviada por la inapropiada interpretación de los nuevos líderes del gobierno que parece han perdido su norte, algo que está claro en la mente de los dirigentes sociales y populares de la Convención constitucional.

Notas:

*Politólogo y periodista colombiano. Colaborador de PIA Global

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