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Bolivia: la clase dominante reaccionaria jamás construyó regímenes igualitarios y democráticos

Por Jhonny Peralta Espinoza*. Especial para PIA Global. –
Los peones del apocalipsis: el edecán de García Meza, el sirviente de la CIA y el chupóptero de plusvalía

Reyes Villa es la arenga “adelante Santa Cruz con su autonomía” y la represión racista del 10 de enero del 2007; Tuto cómplice junto a seis gobiernos neoliberales que subastaron 157 empresas públicas; Doria Medina, se adjudicó Fancesa y El Puente a precio de gallina muerta; estos tres peones del apocalipsis previsibles en sus hechos, quieren a nombre de la clase dominante asaltar el gobierno, porque esta clase solo logra su unidad en el seno del Estado burgués, en otras palabras, ahora que el MAS está implosionando, Reyes Villa, Tuto y Doria Medina, quieren defender a sangre y fuego los intereses de la fracción de la burguesía más reaccionaria y antinacional como es la oligarquía cruceña.

Como los sectores dominantes por sus diferencias que tienen entre sí y el abigarramiento de su formación social, no logran crear ese “comité para arreglar los asuntos comunes” de la clase dominante, hoy se enfrenta al dilema de elegir entre los tres peones del apocalipsis, quien puede ejecutar la política de ajuste estructural: privatizar o subastar empresas estatales; reducir o eliminar el gasto público llámese educación, salud o bonos sociales; eliminar la subvención a la gasolina, que provocará la inmediata devaluación, acompañado del incremento de la canasta familiar; aumentar el desempleo a través del despido de miles de funcionarios como lo hace Milei y Trump; asumir deuda externa con el FMI y el BM, que signifique hipotecar el futuro de la juventud; y, lo más fundamental, utilizar los aparatos mediático-jurídico-represivo para derrotar al movimiento popular-indígena.

Empero este plan de la clase dominante reaccionaria choca con varias realidades. Según las encuestas de Claure, el hijo putativo de Trump, Reyes Villa tiene 18 a 19% de preferencia electoral, Doria Medina, de 12 a 13% y Tuto, de 9 a 11%, que sumados de forma optimista llegan al 42%, cifra suficiente para ganar en primera vuelta, siempre que haya una diferencia de 10% en relación al segundo, donde se ubican Andrónico con 10% y Arce con 2%. Este sueño debe vencer un mal congénito, desde las elecciones de 1982 los candidatos de la derecha antinacional no tienen tendencia concéntrica sino centrífuga, y esta deformación política será muy difícil superar, porque estos peones tienen un incuestionable ego de salvadores de la patria.

Otro obstáculo a vencer para que la clase antinacional vea realizado su sueño húmedo, es que ahora la oligarquía cruceña reaccionaria ha tomado la decisión de gobernar directamente por medio de sus funcionarios y no por medio de los funcionarios del Estado; o sea, que la peregrinación que hacen Tuto y Doria Medina por los pasillos de la CAINCO, la CAO, la Anapo, la CNI, es para negociar que los senadores y gran parte de los diputados sean pertenecientes a las filas del empresariado, porque no creen que ni el alumno de Banzer, ni el chupóptero de plusvalía tengan los huevos para cumplir a rajatabla las medidas radicales.

En esta situación Reyes Villa queda fuera del plan rosquero de los empresarios cruceños, a no ser que por debajo y aferrándose a su 18 o 19%, acepte todas las concesiones a la oligarquía cruceña, incluido que su candidato a la vicepresidencia sea cruceño, siempre y cuando Tuto y Doria Medina, se atraganten con su ego histérico, o sea, que una cosa es su deseo de estos dos peones, y otra cosa es lo que otros ven y desean de Tuto y Doria Medina.

La trampa de Lucho: la melancolía de la izquierda prisionera de su propia historia

Una de las trampas de la actual crisis del pensamiento crítico, es la trampa de la nostalgia o la melancolía de la izquierda prisionera de su propia historia, sus consignas, sus imaginarios; así, el pedido de Lucho de “establecer alianza con los partidos de izquierda”, es un pedido que refleja la orfandad de un pensamiento político, porque pensar políticamente no es reunirse con supuestos jefes de la izquierda sin base social, sin estrategia política, ni proyecto colectivo compartido, esto es formalismo. Pensar políticamente es ir al encuentro de los problemas para los cuales no disponemos previamente de fórmulas, quién se iba a imaginar un MAS dividido, sin líderes nuevos, sin programa, sin ideología, sin estrategia; son estos problemas los que van activar los afectos, los conceptos, las ideas y las historias desde donde podremos pensarlos, elaborarlos y atravesarlos, y crear algo nuevo, o al menos reformado. Pero si no se afronta el problema, si no hay interrupción del sentido común y de su abanico de posibilidades, no hay pensamiento político.

Anteriormente propuse el binomio Andrónico-Lucho[1], ahora solo queda Andrónico, porque el compañero Lucho demuestra que no puede superar la tara congénita del evismo: una rosca o cenáculo, como el que rodea a Lucho, que pervierte, frustra y obstaculiza todo intento de inventar un nuevo imaginario emancipatorio, además que ya es difícil que supere la baja preferencia electoral que posee.

Marx afirmaba que «la clase se constituye en la lucha de clases, es decir, que la lucha es uno de los momentos de la constitución de la clase»; los cocaleros luchando por su jefazo, para que no lo detengan, no luchan por una revolución; el gobierno que cuenta con clases obreras que piden incremento salarial y no la confrontación política contra el enemigo de clase; y, la derecha antinacional jamás tuvo clases en lucha política, solo sus dos instrumentos coercitivos y de represión: los militares y la policía, pero hoy, la clase dominante cree que ha llegado la hora de tomar el poder, como lo hicieron Musk, Trump, Milei, que desean destruir el Estado, como lo recomendó Marx, ¿lo intentará la oligarquía cruceña reaccionaria?

La coyuntura se caracteriza por un empresariado que no entrega divisas al Estado, que especula con los productos que produce, en el que sus aparatos políticos y mediáticos le dan cuerda al evismo para que sea su caballo de troya en el legislativo, consciente que una vez que asalte el poder, lo destruirá. Hay largas colas para conseguir gasolina, un nivel de desabastecimiento de productos básicos, no hay dólares, y la incertidumbre crece cada día. El país está dominado por pasiones tristes: la rabia, la indignación y el resentimiento, y las redes sociales y el Deber, la Razón, los Tiempos, etc. dan cobertura a las acusaciones, las denuncias, el odio; la derecha usa esas pasiones tristes solo para destruir el MAS, por esto es reaccionaria, dejando de lado que la falta de dólares es causado, también, por seguir siendo una economía primaria de explotación de recursos naturales; y la solución simplista de Tuto y Doria Medina es deuda externa.

Paradójicamente, cierto indigenismo también usa las pasiones tristes y cree que la rabia, el descontento se va a resolver con la confrontación blancos-indios; pero como los discursos de todo color político afirman que los bolsillos no tienen dinero, que a las mujeres no les alcanza para comprar en el mercado, si esto es cierto significa que el régimen de desigualdades se ha multiplicado, hay mucha gente de distinto origen social que le afecta la crisis y no solo a los indígenas. En esta situación la contradicción blancos-indios no aporta en nada, más aún cuando el supuesto “líder” de la identidad indio, Evo Morales, afirma que “la reserva moral de la humanidad es el Chapare”. Al capitalismo le interesa incentivar los antagonismos que no ponen en cuestión su orden económico, y este discurso identitario ya no peligroso para los intereses de la oligarquía reaccionaria, tal como se demostró en 14 años de gobierno evista. En esta coyuntura el único sujeto capaz de alarmar es el que apunta a la oligarquía cruceña.

La política es la única de transformar el odio y la indignación en acción política

Si afirmamos que la contradicción blanco-indio es reaccionaria, porque el antagonismo se remite al blanco, un enemigo difuso, y que olvida el consejo de Marx “es sujeto aquel que desarrolla una práctica política contra el capital”, y en nuestro caso es contra la oligarquía cruceña; en otras palabras, la identidad se construye a partir de otros antagonismos, que no significa que la fuerza identitaria del antagonismo se haya diluido.

Si proponemos como candidato a Andrónico no lo hacemos por su identidad indígena, hacerlo sería caer en una trampa de la cual seríamos incapaces de salir de esa particularidad e ir al encuentro de los otros y las otras, ¿acaso como dicen evistas, camachistas, feministas, etc. etc. todos estamos jodidos?; entonces, de lo que se trata es de acumular las luchas, las reivindicaciones, de sujetos activos, parafraseando a Marx “poco importa lo que dice de sí el sujeto, cómo se define. lo que realmente es relevante es lo que hace”. Recordemos el planteamiento de Castoriadis, que pensaba el movimiento obrero no como un producto, una víctima, sino fundamentalmente como su “propio hacerse”; ser obrero no garantiza ser revolucionario, ser mujer no implica ser feminista, ser indio no certifica ser anticolonialista, es la lucha política la que crea las clases, a los sujetos, y no al revés.

Hay tres rasgos que definen la conducta humana y desde los cuales construimos acción colectiva: las identidades que son los vínculos que ayudan a hacer cosas juntos (mujeres y hombres de las clases populares, jóvenes, gremialistas, maestros, etc.); intereses para mejorar la vida de una colectividad y no de grupos o élites; valores, cualidades que consideramos correctas y sentir que estamos haciendo lo justo. La acción colectiva espoleada por estos tres rasgos, debe ir acompañada de un proyecto colectivo compartido que identifique a un enemigo político de clase: la oligarquía cruceña.

La contrafinalidad de la historia: barbarie o emancipación

Jugar a las elecciones significará seguir reglas formales, donde los partidos políticos y sus jefes se moverán en una realidad de circunstancias contingentes que afecten el curso del juego, como por ejemplo tácticas impredecibles, traiciones imprevisibles, cálculos errados. Con un Evo inhabilitado y un Lucho renunciado, el camino está servido para que Tuto o Manfred o Samuel sean presidentes, siempre y cuando uno de ellos garantice política de ajuste radical, represión y descabezamiento de los movimientos sociales, y la derrota política del campo popular. La salida con la postulación de Andrónico puede provocar mayor inestabilidad política, tal como amenaza el comité cívico cruceño con movilizaciones, y presionar una salida constitucional y la posesión de una presidencia interina con Andrónico, todo con el fin dañar su candidatura, empedrando un camino liso y llano para una dominación desnuda por parte de la oligarquía cruceña en un gobierno 25-30. Hay que hacer el esfuerzo necesario y suficiente para que Lucho termine su mandato.

Así como la nueva derecha (evismo-camachismo-mesismo) grita a los cuatro vientos no hay democracia, no hay gobierno, la crisis no aguanta nadie, hay largas filas, los bolsillos están vacíos, que renuncie a su candidatura Lucho por traidor y neoliberal, que es el peor gobierno de toda la historia etc. etc. etc. Reyes Villa, Tuto, Doria Medina, Evo todos son caudillos que se caracterizan por condenar a los pueblos a la infancia permanente, porque sus soluciones son elegidas desde su individualismo; piden al pueblo que salga a las calles y provoquen la implosión, porque ellos, los caudillos, siempre han sido cobardes para defender sus posiciones. Son la expresión del poder «sin» y «sobre», y porque son incapaces de plantear un proyecto colectivo compartido, azuzan al pueblo para utilizarlo como carne de cañón. Dicen defender la democracia, pero son la expresión de una ola reaccionaria, repiten cosas del pasado: traer del extranjero millones de dólares, privatizar, y algo más, cada uno a su manera, además que el parámetro nacionalización-emancipación ha fracasado. Y como también están ahogados de pasiones tristes: la ira, la indignación y el resentimiento, solo logran multiplicar las individualidades y quebrar las solidaridades.

Llegaremos al 6 de agosto en peores condiciones y el que se haga cargo del gobierno solo le quedan dos caminos: política de ajuste, represión y derrota a sangre y fuego de los movimientos sociales o construir con el campo popular una democracia a través del conflicto y la politización. He aquí la contrafinalidad de la historia.

Jhonny Peralta Espinoza* Economista egresado de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Analista político. Ex militante Fuerzas Armadas de Liberación Zárate Willka.

Foto de portada:  Internet

Referencias:

[1] https://noticiaspia.com/bolivia-un-analisis-concreto-de-una-situacion-concreto-pero-la-politica-se-juega-en-la-coyuntura/

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