Un pequeño número de condados se niega a certificar los resultados de las elecciones de mitad de período, lo que los expone a demandas y órdenes judiciales que los obligan a firmar el recuento de votos en los próximos días.
Es poco probable que los esfuerzos por bloquear la certificación en algunos lugares impidan que los ganadores de las elecciones tomen posesión de sus cargos. Pero demuestran cómo un puñado de personas con funciones en el sistema electoral descentralizado del país pueden intentar ensuciar el proceso y tratar de sembrar el caos en las elecciones. Y demuestran el continuo dominio que las infundadas teorías conspirativas del ex presidente Donald Trump sobre el fraude electoral generalizado tienen sobre sus aliados y partidarios en todo el país.
Al menos dos condados votaron el lunes para no certificar las elecciones de sus respectivos condados: El condado de Cochise en Arizona, donde los supervisores votaron 2-1 para retrasar la certificación hasta al menos el viernes, más allá de la fecha límite legal del lunes, y el condado de Luzerne en Pensilvania, donde la junta del condado se estancó 2-2 en una votación de certificación, con una abstención que luego dijo que votaría para certificar en una futura reunión.
Que los condados no certifiquen las elecciones es algo sin precedentes en la historia reciente de Estados Unidos, incluso después de las elecciones de 2020, y el litigio está básicamente garantizado.
Marc Elias, un destacado abogado del Partido Demócrata, tuiteó poco después de la votación que el condado de Arizona sería demandado, después de que su firma enviara una carta en nombre de un grupo de personas mayores amenazando con una demanda si la junta no certificaba los resultados. El lunes por la noche, su empresa cumplió con esa amenaza, presentando una demanda en un tribunal estatal para obligar a Cochise a certificar sus resultados electorales.
«Los Demandados votaron en contra del escrutinio de los resultados de las elecciones generales de 2022 hasta al menos el 2 de diciembre de 2022, y por lo tanto han dejado claro que no cumplirán con su deber legal no discrecional y obligatorio de completar el escrutinio antes de la fecha límite reglamentaria para hacerlo. Al hacerlo, los Demandados están violando la ley de Arizona», argumentó la demanda.
Mientras tanto, la Secretaria de Estado de Arizona, Katie Hobbs, también presentó una demanda con objetivos similares a última hora del lunes. La semana pasada, su oficina envió una carta a la junta del condado de Cochise, en la que la directora de elecciones del estado, Kori Lorick, prometió acciones legales, advirtiendo además que si la junta no había certificado antes de la fecha límite de escrutinio del estado, éste procedería de todas formas.
Hobbs, demócrata, es también la gobernadora electa del estado. Derrotó a la republicana Kari Lake, una antigua presentadora de televisión que se ha negado a admitir la contienda.
«En ausencia de la intervención de este Tribunal, el Secretario no tendrá más remedio que completar el escrutinio estatal para el 8 de diciembre sin incluir los votos del condado de Cochise», escribieron los abogados de Hobbs. «La inacción sin precedentes de la Junta no debería privar del derecho a votar a decenas de miles de votantes en el condado de Cochise». Lake ganó el condado por 18 puntos.
Los supervisores del condado de Cochise votaron el lunes para convocar una reunión especial el viernes sobre la seguridad de sus máquinas de votación, diciendo que les gustaría escuchar más presentaciones sobre si fueron debidamente certificadas para su uso en las elecciones de mitad de período.
La oficina del secretario de Estado no se refirió directamente a los litigios en una declaración después de la votación del condado de Cochise el lunes. «La Oficina del Secretario de Estado proporcionó documentación de apoyo que confirmó que el equipo electoral del condado de Cochise estaba debidamente certificado», escribió Sophia Solís, portavoz de la oficina, en un correo electrónico. «La Junta de Supervisores tenía toda la información que necesitaba para certificar esta elección y no cumplió con su responsabilidad hacia los votantes de Cochise».
El condado de Luzerne, en Pensilvania, tuvo serios problemas el día de las elecciones, donde los centros de votación se quedaron sin papeletas a primera hora del día. Una orden judicial mantuvo allí los centros de votación abiertos durante dos horas más para que los votantes pudieran emitir sus votos, y Spotlight PA informó de que el fiscal del distrito local está investigando la escasez.
Elias, el abogado demócrata, pareció aludir a una posible demanda. Y un comunicado del Departamento de Estado de Pensilvania a última hora de la tarde del lunes decía que el departamento «se ha puesto en contacto con los funcionarios [de Luzerne] para informarse sobre la decisión de la junta y sus próximos pasos previstos».
Pero es probable que los resultados en Luzerne se certifiquen pronto, incluso en ausencia de una acción judicial inmediata. Daniel Schramm, un demócrata de la junta del condado que votó para abstenerse de la votación a primera hora del lunes, dijo en una entrevista con Associated Press más tarde el lunes que pronto votaría para certificar los resultados.
«Quise investigar para ver exactamente cuántas personas no pudieron votar. No pude encontrar ninguna», dijo Schramm a la AP, indicando al servicio de noticias que los funcionarios electorales se pusieron en contacto con dos tercios de los trabajadores que dirigían los colegios electorales individuales y «informaron de que no se había rechazado a nadie». La AP informó que se ha programado una reunión para certificar los resultados para el miércoles.
Un abogado del condado había dicho a los miembros de la junta durante la reunión que era posible que el estado o los candidatos pudieran «presentar acciones» después de que el condado no certificara la elección.
Hay pocos ejemplos en elecciones recientes de un condado que se niegue a certificar resultados legítimos. A principios de año, el condado de Otero (Nuevo México) se negó inicialmente a certificar los resultados de las elecciones primarias de verano del estado. El secretario de Estado de Nuevo México presentó una demanda y el Tribunal Supremo del estado ordenó al condado que certificara los resultados, lo que finalmente hizo.
La reunión de la junta del condado de Cochise del lunes por la mañana fue breve. Pero durante la reunión del condado de Luzerne y en otra reunión en el condado de Maricopa, el más grande de Arizona, la gente enfadada exigió que los funcionarios del condado no certificaran el voto, pidiendo en ocasiones que se celebraran nuevas elecciones.
En Maricopa, los manifestantes se dirigieron al presidente de la junta Bill Gates y al registrador Stephen Richer, ambos republicanos, después de que las máquinas de tabulación de muchos colegios electorales del condado no pudieran leer las papeletas el día de las elecciones. (Los votantes que tuvieron problemas pudieron optar por enviar sus papeletas para que fueran tabuladas en un centro de votación, y en algunos sitios se produjeron largas colas). Una persona pareció pedir la ejecución de Gates por traición durante una audiencia pública el lunes.
Tras una audiencia de varias horas, la junta de Maricopa, dominada por los republicanos, votó por unanimidad para certificar la elección. Lake, la candidata perdedora a la gobernación, tuiteó varios vídeos con personas que increpaban a los funcionarios electorales en el condado de Maricopa.
En otros lugares, el proceso de certificación también se enfrentó a protestas, pero los funcionarios siguieron certificando el voto. En Michigan, por ejemplo, la junta bipartidista de escrutinio del estado votó por unanimidad el lunes para certificar los resultados de las elecciones del estado. Kristina Karamo -la candidata a secretaria de Estado apoyada por Trump que fue derrotada ampliamente a principios de este mes- suplicó a la junta que no certificara, pero fue rechazada, y los escrutadores abandonaron brevemente la sala debido a las interrupciones.
«Muchas de las preguntas que surgen son por falta de comprensión adecuada, que lamentablemente es alimentada por los candidatos y funcionarios del partido en ambos lados del pasillo que se alimentan de esta tontería, que hacen estas afirmaciones que encienden a todo el mundo porque es una ganancia a corto plazo para ellos y eso es peligroso para nuestro sistema», dijo Tony Daunt, el presidente republicano de la junta, durante la reunión, según el Detroit Free Press. «Y que yo hable de esto es esencialmente tratar de apagar un incendio forestal con una taza Dixie en este momento».
*Zach Montellaro es periodista del portal POLÍTICO.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en el portal POLÍTICO.
FOTO DE PORTADA: Matt York, AP.
TÍTULO ORIGINAL DEL ARTÍCULO: Es probable que se presenten demandas después de que unos cuantos condados se nieguen a certificar los resultados de las elecciones parciales.
