“Aunque los revolucionarios, como individuos, puedan ser asesinados, nunca se podrán matar sus ideas”

Por Beto Cremonte*-
Una semana antes de ser asesinado, el 15 de octubre de 1987, Thomas Sankara expresó ante su pueblo lo que sería su propio epitafio. El legado del líder burkinés sigue guiando los pasos de “la patria de los hombres íntegros”.