En estas semanas se dieron varios movimientos que están relacionados entre sí. A partir de la cumbre de la OTAN en Vilna, Occidente decidió dejar en evidencia que pretende expandirse a los países de Asia Pacífico, como hemos mencionado anteriormente, las relaciones más fuertes se dan con los AP4 Corea del Sur, Taiwán, Japón, India y Australia. Ya no sólo se trata Estados Unidos liderando las alianzas de seguridad sino también los miembros de la OTAN como organización.
Otro de los hechos para tener en cuenta es que a fines de julio, el presidente de Estados Unidos Joe Biden autorizó el envío de ayuda militar a Taiwán por valor de 345 millones de dólares, informó hoy la Casa Blanca. Este representa el primer paquete importante de parte del Gobierno del demócrata, que utiliza las propias reservas de Estados Unidos para apoyar a Taiwán.
Algo para destacar es que Washington no dio detalles de a dónde iría la ayuda proporcionada, pero en el comunicado Washington menciona «artículos y servicio de defensa» y «entrenamiento militar».
Según la cadena de noticias CBS, el Congreso norteamericano autorizó alrededor de mil millones de dólares para paquetes de retiro presidencial para Taiwán en el proyecto de ley de defensa anual aprobado el año pasado para el año fiscal 2023.
La respuesta de las autoridades chinas llegó a través del Coronel Tan Kefei, portavoz del Ministerio de Defensa de China: “Algunas fuerzas de EEUU, debido a su hegemonía y mentalidad de Guerra Fría, siguen participando en actos perjudiciales como la venta de armas, la asistencia militar y el entrenamiento conjunto. Han estado tratando de fortalecer los lazos militares con Taiwán e instigar a las fuerzas «independentistas de Taiwán» para que causen problemas y provoquen a China. Lo que han hecho ha exacerbado la confrontación y la tensión en el estrecho de Taiwán”, declaró.
Japón, el mejor alumno
Si bien Estados Unidos está muy presente en la cuestión Taiwán, ayer se conoció la noticia de que el ex primer ministro japonés Taro Aso, que actualmente ocupa el cargo de vicepresidente del gobernante Partido Liberal Democrático, visitará Taiwán la próxima semana.
Aso, será el miembro de más alto rango del PLD que visite Taiwán (detrás de Fumio Kishida). Durante su viaje, de tres días hasta el miércoles, Aso tiene previsto mantener el martes reuniones por separado con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y el vicepresidente, Lai Ching-te, con el objetivo de reforzar las relaciones con la isla, según el PLD.
Lai es uno de los principales candidatos del gobernante Partido Democrático Progresista de Taiwán en las elecciones presidenciales previstas para el próximo mes de enero. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán expresó en un comunicado su satisfacción por la visita de Aso, y añadió que aprecia la “acción práctica” que está llevando a cabo en apoyo de la isla.
Deberemos ver cómo se da la visita y qué conclusiones quedan de eso, pero sumado a la participación activa en los ejercicios Talismán Sabre y cómo empieza a opinar más fuerte contra China sobre la causa Taiwán, queda en evidencia que Japón es el alumno perfecto que Occidente busca para ser funcional en la región de Asia Pacífico. El gobierno japonés no plantea ningún matiz con China y Rusia (sus vecinos), sino que adopta la postura occidental de enemigo estratégico y táctico respectivamente.
La alianza sino-rusa
Alrededor de tres semanas atrás, las autoridades de defensa rusas dieron a conocer el inicio de unos ejercicios militares conjuntos con China en pleno contexto de fuertes tensiones con Occidente y aliados de la región. Una imagen que se dio por primera vez desde la Operación Militar Especial en Ucrania.
La idea de ambos países es organizar otros ejercicios entre sus ejércitos, estos últimos duraron una semana y fueron misiones antisubmarinas y de combate naval en el Mar Continental de China y Mar de Japón. «El objetivo principal es reforzar la cooperación naval entre Rusia y China, mantener la estabilidad y la paz en la región Asia-Pacífico», sostuvo el ejército ruso en un comunicado.
Tanto Rusia como China buscan consolidar la relación estratégica en varias aristas, mientras tanto desde Occidente se busca fogonear el conflicto en la región de Asia Pacífico y particularmente en Taiwán, al que no reconocen diplomáticamente y financian desde lo militar.
*Erika Gimenez es Licenciada en Comunicación, escribe en PIA Global y otros medios.
Con información de agencias.
Foto de portada: AP Photo / Aaron Favila