Análisis del equipo de PIA Global Nuestra América

Argentina en los BRICS a pesar del gobierno

Escrito Por Fernando Esteche

Por Fernando Esteche*. –
El ingreso de la Argentina a los BRICS abre una enorme cantidad de expectativas y posibilidades que clausuran las narrativas posibilistas y derrotistas con las que suelen justificar el proclamado fatalismo para la fondomonetarización y sobrecolonización de nuestra economía.

Para mensurar y justipreciar el momento histórico que estamos viviendo debemos establecer que la Cumbre de BRICS en Sudáfrica es la consolidación inapelable del nuevo orden mundial, es la llegada de la Multipolaridad.

La ampliación de los BRICS y los países que fueron incorporados como miembros definen además condiciones geopolíticas que superan en todos los índices comparables al propio Grupo de los 7, hasta aquí el cerebro y motor del desarrollo global, amos y señores de las grandes decisiones de regulación global; que se encuentran ahora con un bloque que supera holgadamente sus capacidades, sus potencialidades, y sus posibilidades.

Hay muchas cuestiones a considerar en la incorporación de cada país. Por un lado, la historia de cada país en relación al bloque; por otro lado, el posicionamiento geopolítico de cada uno de ellos; también la cuestión demográfica que redunda en mercados; finalmente, entre tantas otras variables, las potencialidades productivas de cada cual.

No puede no advertirse un cálculo eminentemente GEO político cuando se mira el mapa y se advierte que el bloque controla, por ejemplo, dos de los más importantes choke point del comercio de energía como son Canal de Suez y Estrecho de Ormuz, este último además provocaba tensiones recurrentes en la zona que de repente se vuelve armónica y colaborativa; Egipto, Arabia, Emiratos y Somalia de un lado, y República Islámica de Irán del otro. Por otra parte, entre Argentina y Brasil cuentan con el sistema de navegación pluvial que desemboca por el Paraná y Río de La Plata y por donde circula una importante cantidad del comercio de granos mundial.

Los miembros en su conjunto, concentran una porción determinante en la producción y comercialización de energía estando en condiciones de resolver tanto la regulación de la dinámica de producción, como el precio internacional, lo mismo que la moneda de intercambio, siendo que en el mismo bloque se encuentran los principales productores con importantísimos importadores lo cual le permite ser una suerte de OPEP a dos bandas.

La incorporación de Argentina como primer país hispanoparlante y segundo país latinoamericano al bloque, que está entre la tercera y cuarta economía de América Latina, consolida al bloque como tal, con despliegue global y atendiendo a las capacidades y potencialidades en producción de alimentos y energía que ofrece nuestro territorio. Pero esto enfrenta a la dirigencia política argentina ante la formidable posibilidad de desembarazarse de los cepos de producción política y económica que le impone la fondomonetarización.

Lo concreto es que ahora no podrá decirse que no hay otro camino que la fondomonetarización porque hay otro camino que es el ingreso a los BRICS, que es echar mano del acuerdo de reservas contingentes y del nuevo banco de desarrollo de los BRICs que permiten a países con crisis financieras y de financiamiento, que son dos cosas distintas, poder resolverlo por fuera del dólar y de las imposiciones draconianas que plantea el Fondo Monetario.

Quedará en manos de la dirigencia política del 2024, si es que está en condiciones de desarrollar eso o no. Deberán, además, resolver si nos incorporamos al bloque meramente como abastecedor de materias primas o impulsamos un plan de desarrollo estratégico de recuperación productiva e integración territorial que aproveche la posibilidad de inversiones que ofrece el Nuevo Banco de Desarrollo.

Argentina enfrenta, con esta contingencia de los BRICS, la posibilidad de empezar un proceso de recuperación de soberanía, o el peligro de consolidar su reprimarización, su colonización económica, y se ofrezca como abastecedora de las demandas, chinas, indias, rusas, etc.

Los que manejan el comercio exterior argentino no son argentinos, los que manejan el sistema de navegabilidad fluvial del Paraná- Río de La Plata, tampoco son argentinos, los que manejan las exportaciones agrícolas tampoco lo son, como no lo es cualquiera de los nichos de comercio exterior que vayamos a explorar.

Mientras en el Council of Américas; Bullrich y Milei hacían profesión de fe atlantista deplorando el acuerdo de incorporación a los BRiCS y asegurando que en sus eventuales y poco probables gobiernos se retirarían del acuerdo; los empresarios los aplaudían con desgano y adustez, y a la salida enfrentaban las preguntas de los medios de comunicación haciendo sorprendentes declaraciones como la de Eurnekian que relativizaba con sarcasmo que la afiliación al BRICS molestará a los Estados Unidos diciendo “se puede tener la esposa y además una amante, y no pasa nada”; o el salteño Urtubey hermano del caudillo y dirigente empresario que proponía la inescrutable fórmula de “separar los negocios de la política.”

Los que más alimentos importan a China e India son empresas multinacionales que pueden aprovecharse de alguna exención impositiva aduanera sin mayor interés en si se trata de comerciar con BRICS o con quien sea, su propia nacionalidad difusa les impone como insignia patria la posibilidad de negocios y nada más.

Bullrich ignorante y Milei bruto, hablaban de impugnar el acuerdo por cuestiones “ideológicas”, creen que la crecientemente nacionalista y ortodoxa Rusia de Putin tiene algo que ver con la remota Unión Soviética; no quieren saber nada con Irán aunque todo el mundo comercia con Irán, inclusive actualmente los grandes aceiteros argentinos; y hablan del resto de los países con menosprecio sin considerar la alianza militar de India con Estados Unidos en el QUAD, o que Arabia Saudita es el cuarto comprador de armas a Estados Unidos; o lo que fuera que uno pudiera empezar a ver en los alineamientos múltiples de cada uno de estos países. A los únicos que se les ocurre un alineamiento automático con el atlantismo decadente es a la dirigencia cipaya opositora argentina.

La ausencia en la foto de familia

Todo el mundo sabe que en la diplomacia la llamada “foto de familia” además de ser registro histórico, da cuenta del rol de cada quien en la cuestión que se trate, si aparecen a la par, si uno queda más alto que el otro, si al lado tiene a tal o a cuál, si estás muy atrás o en primera fila.

En la cumbre de BRICS, de trascendencia histórica pocas veces tan singulares, no hubo ningún argentino, ni el cónsul de Johannesburgo, ni el portero de la embajada, nadie, ninguno.

Un día antes del viaje programado ante la incertidumbre sobre la posibilidad del ingreso argentino a pesar de la palabra y el apoyo explícito de cada uno de los cinco miembros fundadores, el gobierno decide no participar en atención a dos cuestiones.

La más importante para el Presidente: no volver con las manos vacías y exponerse a un papelón mediático; el gobierno dudaba de lo trabajado diplomáticamente no por la cancillería sino fundamentalmente por las embajadas argentinas de China, Rusia y Brasil, a pesar de la cancillería, del viejo y ya renunciado secretario de cuestiones estratégicas Gustavo Beliz, y del pejota porteño que no sabe nada de diplomacia y geopolítica pero cada tanto mete un embajador y se dan permiso de opinar al punto de provocar estos errores.

El otro tema, mas importante para Massa y menos para Fernández, era el acuerdo que en simultáneo estaban anudando en Washington el ministro de Economía con Kristalina Georgieva sobre los derechos especiales de giro que oxigenarán las imposiciones de desembolsos programados y le permitirán alimentar la timba del dólar para mantenerla más o menos regulada. En ese marco la ausencia en la cumbre BRICS era un gesto de alineamiento después de haber apurado un vencimiento con un sorprendente acuerdo con Qatar y de la explícita solicitud de China (segundo aportante en el directorio del FMI) de resolución del “problema argentino” a riesgo de ser la propia China la que financiaría a la Argentina.

Argentina, entrampada en su errática política exterior, queda presa de la propia inercia burocrática y termina siendo protagonista de una fiesta a la que no asiste. La solicitud de ingreso ya la había formulado Alberto Fernández al presidente Xi JImping con nota protocolar.

La cosa redunda en una gran victoria de trascendencia a pesar de la pusilanimidad de la política exterior argentina.

Nadie viajó a Sudáfrica y faltaron en la foto.

Apresurados y con la información que ofrecen los grandes medios, los más celebratorios pretenden que Lula hizo de embajador argentino y tejió solito esta posibilidad. Eso es la miopía de quienes no logran entender la agudeza diplomática de China, Rusia e India que obviamente no dependerían de la locuacidad carioca para tomar una decisión sino de un cálculo propio de conveniencia y de largo plazo, muy estudiado, no improvisado; que golpea además en la cara de la consolidación atlantista en nuestra región al ofrecer a un país como la Argentina, que se pretende contrapeso norteamericano contra el autonomismo de Lula, el ingreso y acceso a NBD y Acuerdo de Reservas Contingentes.

Fernando Esteche es dirigente del Encuentro Patriótico. Doctor en Comunicación Social (FPyCS-UNLP). Director de PIA Global.

Este artículo también fue publicado en el portal Infonativa 

Foto de portada: infobaires24.

Acerca del autor

Fernando Esteche

Doctor en Comunicación Social (UNLP)
Profesor titular de Relaciones Internaciones (FPyCS - UNLP)
Profesor de Historia Contemporánea de America Latina (FPyCS - UNLP)

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