No bastó la humillación y la exposición pública de trabajadores inocentes a los que nunca se les pudo comprobar nada de lo que escandalosamente repetían, políticos, periodistas e incluso, el presidente del Paraguay Mario Abdo Benítez, que el primero de julio, produjera estas declaraciones sobre los tripulantes del avión retenido en Ezeiza. “Más cosas se van a saber en el tiempo. Realmente la inteligencia paraguaya hizo un gran trabajo para poder determinar la peligrosidad de este vuelo y, desde que Paraguay informó y alertó, se pudieron hacer las averiguaciones; y vimos que gran parte de esa tripulación tiene vínculos con el terrorismo internacional”, rematando, que uno de los pilotos (iranies) “inclusive se operó, para cambiarse la cara, en Cuba. Imagínense. Parece una película”.
A casi cuatro meses de realizadas estas declaraciones y al enterarse del desenlace de las investigaciones sobre la tripulación del Boeing 747-300- matrícula YV3531 ¿El presidente Mario Abdo Benítez, habrá relevado del cargo a su jefe de inteligencia y ofrecerá disculpas públicas a “esa tripulación” que, según el mandatario paraguayo, tenía “vínculos con el terrorismo internacional”, incluso al tripulante que, “se operó, para cambiarse la cara, en Cuba”?
¿Qué dirán las autoridades aeroportuarias de la República Oriental del Uruguay que le negaron permiso de aterrizaje a una aeronave con limitaciones de combustible y a la cual pusieron en riesgo mortal?
¿O acaso, toda esta tragicomedia fue montada por los “truhanes del Norte” para quedarse con un avión vital para la economía venezolana y utilizarlo como un arma más de su “guerra económica” contra la revolución bolivariana?
Recordemos que esta aeronave fue contratada por la autopartista, Faurecia, proveedora de la firma automotriz alemana Volkswagen en Argentina, que requería de insumos para la fabricación de vehículos, desde México, lugar de donde partió el vuelo, haciendo una escala en el aeropuerto internacional Guaraní de Ciudad del Este antes de llegar a la Argentina.
Otro dato a tener en cuenta es que, en el mes de mayo, este avión permaneció tres días en Paraguay, hasta que el 16 de mayo partió hacia Aruba con una carga de cigarrillos producidos en ese país y ni en México, ni en Paraguay, ni en Aruba fue decomisado, eso debía pasar en Argentina.
De esta manera es fácil deducir que sus viajes carecían de problemas y además que cuando llega a nuestro país, lo hacía con un itinerario aprobado y sus gastos de gasolina, debidamente pagados a la empresa británico-holandesa Shell que tenía que abastecerlo del combustible para el regreso.
¿Cuándo se enteró Shell que “El avión está sujeto a decomiso en base a violaciones de las leyes de control de exportaciones de Estados Unidos relacionadas con la transferencia no autorizada del avión de Mahan Air” ?, ¿al momento de surtirla de combustible?
¿Por qué, la sospecha principal de este entramado mafioso recaía al principio sobre la tripulación y cuando se comprueba que eran sospechas infundadas, aparece el 19 de julio la solicitud de decomiso de la nave desde el Tribunal para el Distrito de Columbia, de Estados Unidos?
Hoy se presenta ante nosotros, un nuevo caso que involucra a un avión con una situación de irregularidad, ya no en otro país, sino en Argentina, pero esta vez bajo un silencio mediático y político llamativo y de características preocupantes en cuanto a la soberanía de nuestro país.
Se trata de una aeronave militar de los Emiratos Árabes, el avión C-17 Globmaster, usado como avión de transporte estratégico de tropas y suministros, que generó un incidente en el aeropuerto internacional de Bariloche, Teniente Luis Candelaria, cuando quienes ocupaban la aeronave, se negaron al control de la carga por parte de la delegación de Aduanas.
El transporte que permaneció retenido durante unos días en el aeropuerto sureño, bajo total hermetismo respecto de los pasajeros y su carga, partió el martes 19 de octubre, luego de que se completaran los trámites que acreditaban que transportaba distintos módulos para armar una estación satelital en una de las estancias que posee la familia real emiratí al sur del río Manso, en el límite con el Parque Nacional Nahuel Huapi.
Cabe la pregunta ¿Un avión militar con capacidad de transporte de tropas de una fuerza extranjera puede aterrizar en un aeropuerto civil así de sencillo? ¿Sin que intervenga el Ministerio de Defensa?
También el pasado martes, el avión Beechcraft Hurón, matricula 60168, perteneciente a la Embajada de los Estados Unidos, aterrizó en la pista del Aeródromo de El Bolsón proveniente de Buenos Aires, por un corto período de tiempo, el suficiente como para que los pobladores pudieran tomarle fotos y preguntarse ¿Quién autoriza estos vuelos?
¿Las autoridades estarán tratando de cotidianizar la presencia de estos saqueadores? Así como las groseras intromisiones del embajador “gringo” Marc R. Stanley
No me imagino a un avión militar iraní o de alguna fuerza no tutelada por EE.UU trayendo materiales para la instalación de una emisora satelital, o paseándose alegremente por nuestro territorio, sin que eso suscite un escándalo de proporciones.
Pero, lo que en realidad queda en evidencia, es que nuestra soberanía territorial, marítima y fluvial, es incontrolable. En el sur se ha demostrado con el tránsito aéreo, como lo expresó, el Ministro de Defensa Jorge Taiana en agosto de este año, cuando declara, “De acuerdo a nuestros registros, las cinco aeronaves detectadas por el recientemente instalado radar de Cabo Domingo venían de Chile, si bien ellos no los tenían contabilizados como vuelos realizados. Ello demuestra que efectivamente el control del espacio aéreo estaba limitado. También muestra que ese radar, allí donde lo instalamos, resulta imprescindible”.
La fragilidad de nuestra soberanía se manifiesta descaradamente en la siguiente imagen:
Como se puede apreciar las propiedades de la casa real de Abu Dabi al sur de Bariloche, en cercanías de El Manso y El Foyel, que suman 21.000 hectáreas al norte del lago Escondido, no están reflejadas .
Pero no podemos dejar de mencionar la inmoral pasividad del gobierno argentino sobre la situación del río Paraná, por donde la delincuencia organizada de los agroexportadores saca de contrabando las riquezas del país y las transnacionales portuarias realizan pingues negocios de espaldas al control impositivo de la nación.
No hay respuestas dignas sobre todos estos temas y menos sobre Malvinas y el saqueo de los recursos naturales en el Mar Argentino ¿Cómo podremos superar la pobreza, el desempleo y el estancamiento tecnológico, sin superar la dependencia colonialista de quienes a cada momento nos roban una porción de soberanía?
Notas:
Oscar Rotundo es editor del equipo del portal PIA Global
Fuentes consultadas: https://totalnewsagency.com/https://www.bariloche2000.com/Embajada de la República bolivariana de Venezuela en Argentina
Imagen de Portada: Internet
