El 7 de septiembre de 1970 murieron en un enfrentamiento con la policía los compañeros Fernando Abal Medina y Carlos Gustavo Ramus. Tras el triunfo popular de 1973, la juventud peronista asumió el 7 de septiembre como el Día del Montonero en homenaje a todos los compañeros que murieron luchando heroicamente contra la proscripción del movimiento popular y por construir una patria sin explotadores ni explotados, tal el norte prefigurado en la Revolución Inconclusa que se originó el 17 de octubre de 1945.
Algunos de los abajo firmantes hemos sido militantes de la organización Montoneros; otros, que por múltiples circunstancias no lo hemos sido, nos identificamos con esta conmemoración. Millares de militantes han muerto a manos de las dictaduras militares y de la Triple A. Todos ellos lucharon conscientemente por la Liberación Nacional y Social y contra la Dependencia. No fueron pobres víctimas inocentes ni jóvenes ingenuos manipulados, fueron militantes políticos en la guerra civil intermitente que la Argentina ha vivido desde 1955.
Protagonizamos la resistencia que pudimos a toda forma de opresión, lo hicimos con los costos por todos conocidos. Cuando la dictadura políticamente derrotada se retiraba convocando a elecciones, esperábamos que las viejas y restablecidas instituciones permitirían la participación de quienes habíamos contribuido, con enormes sacrificios, al fin de aquella aciaga noche vivida. En el pronunciamiento “La Responsabilidad de Todos” (julio de 1983) hicimos saber, con amplia difusión, a todo el pueblo argentino nuestro compromiso con un futuro diferente para todos:
“… si los militantes del peronismo montonero han debido recurrir a la resistencia armada, no lo han hecho por voluntad militarista y menos aun terrorista, sino que ha obedecido al mandato constitucional que obliga a todos los habitantes a armarse en su defensa, así como por la legítima defensa propia ante el terrorismo de estado. En consecuencia, afirmamos y ratificamos, tanto en el pasado como para el futuro, nuestra vocación y voluntad política democrática. El proceso de institucionalización que vive la república ofrece, una vez más, la posibilidad de pacificación y democratización definitivas.
El Movimiento Peronista Montonero cree y sostiene que la violencia no tiene sentido en un régimen de plena vigencia de los derechos y garantías constitucionales (…). El Movimiento Peronista Montonero actuará procurando que el próximo gobierno constitucional, sea cual fuere el partido vencedor en las elecciones, inicie y concluya su período gubernativo pacíficamente y sin marginaciones ni proscripciones políticas para nadie. Es esta la responsabilidad de todos.”
Pero Alfonsín prefirió perseguirnos con la “teoría de los dos demonios”, a la que adhirieron casi todos los partidos, encubriendo sus complicidades con las dictaduras y con la Triple A. A pesar de tal persecución penal mantuvimos esa misma idea hasta 1990, cuando nuestra organización, bajo las formas conocidas, deja de existir como tal. La clase política repitió sus errores de siempre.
Reiteramos hoy el llamado a “La Responsabilidad de Todos”. Los Montoneros hemos mantenido y mantenemos diversas diferencias políticas. La profunda discusión política interna a lo largo de 20 años, en circunstancias de extrema necesidad, no permitió alcanzar siempre los consensos deseados.
Nuestro pronunciamiento conjunto no implica que hoy estemos totalmente de acuerdo. Ninguno de nosotros renuncia ahora a la defensa de las posiciones políticas que sostuvo en su momento en desacuerdo con otros compañeros. Este documento no implica que ninguno de los firmantes apoye ahora posiciones con las que en otro tiempo estuvo en desacuerdo.
Todos los firmantes nos comprometemos a no utilizar esta conmemoración conjunta en respaldo de posiciones individuales pasadas, presentes o futuras involucrando al resto de los compañeros.
No estamos refundando la organización Montoneros. Estamos defendiendo solidariamente la dignidad histórica y la justicia de la resistencia a la violencia estatal y paraestatal con la que gobiernos militares y civiles reprimieron ilegal y antidemocráticamente al movimiento popular.
Repudiamos la teoría de los dos demonios, incluyendo la tergiversación mentirosa de la historia. Honramos la memoria de nuestros compañeros caídos y seguimos creyendo, solidariamente con todas las luchas por la justicia social y la defensa de los bienes comunes, que la opción de hierro para nuestra patria es Liberación o Dependencia.
Mario Eduardo Firmenich, Roberto Cirilo Perdía, Fernando Vaca Narvaja, Héctor Pardo, Polo Martínez Agüero