El Sáhara Occidental ha sido escenario de un conflicto de casi 50 años con el Frente Polisario que impugna el plan de autonomía propuesto por Rabat en 2007 y exige el cumplimiento de la resolución de Naciones Unidas, de 1991, en la que se establece un Plan de Arreglo. Se requiere un referéndum de determinación en la antigua colonia española, ocupada por Marruecos en 1975.
«La representación diplomática argelina en Francia es ahora responsabilidad de un encargado de negocios», declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado, denunciando una «medida que ningún otro gobierno francés antes se había sentido obligado a tomar».
En una carta al rey Mohamed VI hecho público en Rabat, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que el plan marroquí “constituye ahora la única base para lograr una solución política justa, duradera y negociada, de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
Sin reconocer expresamente la «marroquidad» del Sáhara Occidental, Macron añadió que consideraba que «el presente y el futuro» del territorio que la ONU considera como «no autónomo» y con grandes reservas de fosfato «entra en el marco de la soberanía marroquí».
Al adoptar esta posición, Francia «falta el respeto a la legalidad internacional, asume la causa de negar el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y se aleja de todos los esfuerzos realizados por las Naciones Unidas», reaccionó Argel.
El Frente Polisario condenó el cambio de postura de Francia al apoyar la “ocupación violenta e ilegal” del Sáhara Occidental.
La iniciativa de París era esperada por Marruecos, para quien esta cuestión es una “causa nacional” y cuyas relaciones con Francia se han enfriado considerablemente en los últimos años. «Este anuncio de la República Francesa, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, constituye un avance importante y significativo en apoyo de la soberanía marroquí sobre el Sahara», saludó el Gabinete Real en un comunicado.
El Sáhara Occidental, antigua colonia española, está ocupada en gran medida por Marruecos, que propone un plan de autonomía bajo su soberanía. Sin embargo, la ONU exige un referéndum de autodeterminación, previsto durante un alto el fuego en 1991 pero nunca realizado.
“La búsqueda del desarrollo económico y social en esta región es imperativa. Acojo con satisfacción todos los esfuerzos realizados por Marruecos a este respecto. Francia les apoyará en este enfoque en beneficio de las poblaciones locales”, escribe el presidente Macron en su carta a Mohamed VI.
Alentado por el reconocimiento por parte de la administración estadounidense de Donald Trump, a finales de 2020, de su soberanía sobre el Sáhara Occidental a cambio de un acercamiento con Israel, Marruecos ha utilizado desde entonces la diplomacia ofensiva para ganarse a otros países para sus tesis.
En 2022, España dio un giro de 180 grados, abandonando su neutralidad y considerando la iniciativa marroquí “la base más seria, realista y creíble para resolver el diferendo”, calentando así las tensas relaciones con Rabat.
Argelia, que rompió relaciones con Marruecos en 2021, en parte por esta cuestión, ya había expresado el jueves pasado su «desaprobación» por la «decisión inesperada» de Francia, de la que dijo haber sido informada unos días antes.
En alusión a París y Rabat, Argel denunció “las potencias coloniales, antiguas y nuevas, [que] saben reconocerse, comprenderse y tender la mano”. En declaraciones a la agencia France-Presse (AFP), Hasni Abidi, experto del centro de estudios CERMAM de Ginebra, habló de «un cambio histórico» en la posición francesa, que hasta entonces se había caracterizado por un «equilibrio entre Rabat y Argel”.
Según Abidi, Argel ha preparado sin duda «un conjunto de decisiones» como reacción al cambio de posición francesa, en cuanto a su representación diplomática y «con la congelación de las colaboraciones con París», entre otras medidas.
La visita de Estado del presidente argelino Abdelmadjid Tebboune a París, prevista para finales de septiembre, también podría estar en entredicho, según el portal de noticias argelino TSA.
Artículo publicado originalmente en ECSAHARAUI
