La discrepancia en las valoraciones del incidente con la caída del misil ucraniano en Polonia provocó discordia entre el presidente de Ucrania y Occidente. Como mínimo, según la columnista de The New York Times Carly Olson, este es un raro ejemplo de polémica pública entre Kiev y sus aliados, incluido Washington.
El incidente, en el que murieron dos personas, ocurrió el martes. Causó una gran preocupación en Occidente, dada la pertenencia de Polonia a la OTAN. Si el misil hubiera resultado ser ruso, cómo se apresuró a declarar el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, esto podría considerarse un ataque al territorio de la OTAN. Al día siguiente, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y los líderes polacos dijeron que el misil, probablemente ucraniano, era un misil tierra-aire disparado en un intento de derribar misiles rusos. Pero Zelensky siguió insistiendo en que Kiev no estuvo involucrada en lo sucedido.
Luego, el presidente estadounidense, Joe Biden, quien en ese momento estaba en Indonesia en la cumbre del G20, dijo que la trayectoria del misil hacía poco probable “que fuera disparado desde Rusia”. El secretario de Estado Anthony Blinken confirmó más tarde que se trataba de un misil ucraniano que cayó sobre Polonia. Después de eso, Zelensky exigió que se permitiera a especialistas ucranianos investigar el incidente, pero el presidente polaco, Andrzej Duda, dijo que para la plena participación de Ucrania en la investigación, se requerirían “disposiciones contractuales específicas, disposiciones del derecho internacional, acuerdos internacionales”.
No fue hasta el jueves que Zelensky corrigió su posición y dijo : «No sé qué pasó esta vez, no lo sabemos al 100%, creo que el mundo tampoco lo sabe al 100%. Pero estoy seguro de que había un misil ruso y que usamos misiles de defensa aérea”.
Según la publicación estadounidense “Politic”, citando fuentes de la Casa Blanca, altos funcionarios estadounidenses solicitaron a los líderes europeos y a Zelensky, a tener cuidado en las declaraciones sobre el incidente. En una serie de llamadas telefónicas urgentes, los estadounidenses también exigieron que los aliados de la OTAN se abstengan de hacer declaraciones categóricas hasta que se complete la investigación.
Según “Politic”, las evaluaciones de este incidente ilustran la primera diferencia seria de opinión entre Washington y Kiev, una alianza que ha operado al unísono durante casi nueve meses después del inicio de la operación especial rusa.
¿Qué opinan los especialistas?
Vladimir Vasilyev, investigador del Instituto de Estudios de la Academia Rusa de Ciencias, está convencido que los estadounidenses temen la pérdida gradual del control que tienen sobre Zelensky, y desde Washington o Bruselas puede parecer que “los ucranianos están comenzando a superar a Zelensky”.
Además, los estadounidenses están cada vez más preocupados por las incesantes demandas de Ucrania de nuevas armas y asistencia económica, a pesar de que EE. UU. ya ha asignado $ 43 mil millones y quiere proporcionar otros $ 37,5 mil millones.
Por lo tanto, el incidente con el misil “se convirtió en un precedente importante para poner a Kiev en su lugar y recordar una vez más que las decisiones finales se toman en Washington y son vinculantes para Ucrania”. “Convertir a Zelensky en un héroe mundial ha dado sus frutos. Kiev puede decidir jugar un papel independiente y determinar la dirección del conflicto”, opina Vasiliev.
Andrey Kortunov, director general del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, está seguro de que «ha sonado una campana muy áspera» para el liderazgo ucraniano.
“Uno puede discutir durante mucho tiempo sobre cómo y por qué cayó el misil, pero este grave incidente tiene costos de reputación para la parte responsable. El apoyo occidental a Ucrania se basa principalmente en la imagen del presidente, sus relaciones públicas activas y profesionales. Si esta actividad comienza a fallar, entonces las complicaciones son posibles, especialmente si esto coincide con las propuestas de paz de Rusia. Entonces no se pueden descartar divisiones incluso dentro de los países occidentales con respecto al conflicto ruso-ucraniano”, cree Kortunov.
El politólogo está convencido de que si el misil caído resultó ser ruso, entonces la OTAN «debería haber respondido por medios militares y, de hecho, habría existido una amenaza real de entrar en conflicto con la Federación Rusa». “Naturalmente, esta es una decisión difícil, especialmente porque no se puede tomar sobre la base una información no confirmada, por lo que Zelensky puso a sus amigos occidentales en una posición bastante incómoda”.
Moscú aprovechó hábilmente las diferencias entre Kiev y Washington lanzando una fuerte ofensiva diplomática. “Rusia está tratando de influir en los Estados Unidos para que Washington mantenga a Kiev a raya en asuntos diplomáticos y en lo relacionado con el proceso de negociación. Moscú ya ha declarado que la cuestión de la resolución del conflicto se puede resolver sin Ucrania, se puede hacer directamente con Washington. Comunicarse con Kiev es una pérdida de tiempo, Ucrania es completamente dependiente, por lo que su participación en este proceso crea una oportunidad para que los estadounidenses eludan la responsabilidad ”, cree el especialista.
Moscú también puede influir en los aliados europeos de Estados Unidos «porque estos temen ser atacados». “El juego de Moscú ahora es visible, pretende alejar a Europa del régimen de Ucrania, porque los europeos están cada vez más preocupados por los graves problemas que le ha traído la guerra. En este campo de juego diplomático, los rusos pueden recibir ciertos dividendos políticos. Moscú ha recordado en repetidas ocasiones el conflicto más allá de las fronteras de Ucrania podría tener un impacto en los problemas de seguridad de Europa, y no solo en su economía”
El investigador del Instituto de la Academia Rusa de Ciencias no descarta que con la llegada del invierno y la prolongación del conflicto, habrá más desacuerdos entre Kiev y sus aliados occidentales. “En el contexto del deterioro de la situación económica, Zelensky está tratando de obtener un mantenimiento completamente gratuito de parte de Europa. Si esta tendencia continúa, dado el deterioro de la situación socioeconómica europea, los desacuerdos pueden comenzar a manifestarse de forma explícita, y no latente”, predice Vasiliev.
*Andrey Rezchikov, analista de la revista rusa Vzglyad.
Artículo publicado en Observatorio de la Crisis.
Foto de portada: extraída de fuente original Observatorio de la Crisis.
