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Apple lidera el giro estratégico de China a India en plena guerra comercial

Por PIA Global* La estrategia de Estados Unidos para reconfigurar su mapa industrial y reducir su dependencia de China ha entrado en una nueva fase decisiva.

El anuncio del ministro de Comunicaciones indio, Jyotiraditya Scindia, de que Apple trasladará completamente la producción de iPhone a India en los próximos años, confirma la aceleración de la transición de las cadenas de suministro estadounidenses hacia territorio indio, un movimiento que ha cobrado fuerza desde el inicio de la guerra de aranceles entre Washington y Pekín.

“Apple ha decidido adquirir y fabricar todos sus teléfonos móviles en India en los próximos años”, declaró Scindia en una conferencia en Nueva Delhi, destacando que India ofrece “asequibilidad, fiabilidad y originalidad” para los fabricantes.

A su lado, el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Chandra Sekhar Pemmasani, remarcó la espectacular transformación industrial india: en 2014, India producía solo 6 millones de teléfonos móviles e importaba 210 millones; hoy, produce 330 millones al año y exporta 50 millones.

Este reposicionamiento industrial forma parte de un plan más amplio de diversificación adoptado por muchas multinacionales estadounidenses ante la creciente rivalidad geopolítica con China.

La guerra arancelaria, lejos de doblegar a Pekín, impactó de manera significativa a las empresas estadounidenses, que enfrentaron costos elevados, interrupciones logísticas y una incertidumbre creciente.

La decisión de Apple de trasladar la mayoría de la producción de iPhone vendidos en EE.UU. a fábricas indias para finales de 2026, tras enviar en marzo un récord de 600 toneladas de iPhones por valor de 2.000 millones de dólares desde India a EE.UU., es un reflejo claro de esta dinámica.

La aceleración del giro hacia India

Aunque desde 2019 se hablaba de “friendshoring” —relocalización de la producción en países considerados aliados estratégicos—, la pandemia de COVID-19 y las tensiones crecientes sobre Taiwán aceleraron esta estrategia.

India, con su vasta población, bajos costos laborales, incentivos fiscales y un mercado interno en expansión, se ha posicionado como el principal receptor de esta reconfiguración. Apple, seguido de cerca por otras empresas del sector tecnológico y de telecomunicaciones, ha sido punta de lanza en este proceso.

El crecimiento de la capacidad productiva india es impresionante, pero aún no sustituye completamente el peso industrial de China. Actualmente, India representa el 18% de la producción mundial de iPhone, mientras que China sigue controlando más del 75%.

Esto subraya una realidad ineludible: ningún país puede reemplazar a China al 100% en el corto o mediano plazo, ni en escala ni en sofisticación logística.

El retroceso táctico de EE.UU. con China

Conscientes de esta limitación, los propios Estados Unidos han reculado en varias medidas de presión contra China. A pesar de mantener un tono confrontacional en aspectos tecnológicos (como las restricciones de exportación de chips avanzados), Washington ha suavizado otros aspectos comerciales, evitando cortar por completo las relaciones industriales.

Varias empresas estadounidenses continúan invirtiendo en China o manteniendo operaciones clave, conscientes de que la interdependencia es aún insalvable.

El caso de Apple ilustra bien esta ambigüedad. Aunque acelera su traslado a India, la compañía no abandonará del todo sus centros de producción en China, donde cuenta con una infraestructura madura, proveedores integrados y capacidades que India todavía está desarrollando.

El reposicionamiento industrial hacia India es real y se acelera, pero no representa una sustitución total de China, sino más bien una estrategia de diversificación que busca mitigar riesgos sin romper del todo con Pekín.

A medida que las tensiones geopolíticas persistan, las grandes empresas estadounidenses caminarán en un delicado equilibrio, dividiendo su producción entre India, China y otros países asiáticos.

La era de la dominancia manufacturera absoluta de China empieza a ser matizada, pero su papel sigue siendo insustituible en muchos sectores. El juego está lejos de terminar.

Foto de la portada: Ministerio de comunicaciones India

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