El resultado de la votación sobre Palestina y el veto estadounidense en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el 18 de abril era previsible. Aunque los países europeos son cada vez más partidarios de un Estado palestino, Estados Unidos aún no está preparado para este compromiso.
Estas son algunas de las razones por las que el enviado adjunto de Estados Unidos ante la ONU, Robert Wood, vetó la resolución.
En primer lugar, la política exterior estadounidense en Oriente Medio sigue estando regida por las prioridades israelíes. Y puesto que la mayoría de los israelíes rechazan la idea de un Estado palestino, o cualquier «concesión» o incluso los derechos más básicos para los palestinos, el débil presidente estadounidense no tiene ni el valor, ni el deseo de desafiar la posición israelí.
Dos, el hecho de que Israel, según las palabras de su embajador en la ONU, Gilad Erdan, considerara que un voto a favor de Palestina equivaldría a «recompensar el terror con un Estado palestino», creó el tipo de discurso político que habría hecho que un voto estadounidense positivo, o una abstención, equivaliera a apoyar este supuesto terrorismo.
Tres, Biden, en los cálculos de su propio Partido Demócrata, no puede permitirse políticamente apoyar una Palestina independiente sólo unos meses antes de una de las elecciones más disputadas y decisivas de la historia de Estados Unidos.
Su postura sigue siendo la de apoyar una Autoridad Palestina fuerte -que sólo existe para «asegurar» a Israel frente a la Resistencia palestina-, al tiempo que da la ilusión de que un Estado palestino está al caer.
«Tiene que haber una Autoridad Palestina. Tiene que haber un camino hacia un Estado palestino», dijo Biden en octubre de 2023.
La misma postura fue, a falta de una palabra mejor, articulada por el Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken en enero de 2024: Es necesario un «camino hacia un Estado palestino».
Pero, ¿qué significa esto en la práctica?
«El problema es llegar de aquí hasta allí y, por supuesto, requiere decisiones muy difíciles y desafiantes. Requiere una mentalidad abierta a esa perspectiva», según Blinken. En otras palabras, más ilusiones y neolengua.
Por otra parte, los dirigentes del Partido Republicano dejaron claro que su apoyo a Israel es ciego e incondicional. También están dispuestos a explotar cualquier comentario -y no digamos acción- de Biden y sus funcionarios que pueda parecer crítico con Israel en cualquier sentido. Todos estos factores combinados hicieron que el veto estadounidense fuera bastante previsible.
Lecciones importantes
Sin embargo, la votación seguía siendo importante, ya que, según los dirigentes políticos y funcionarios palestinos, demostraba que es Estados Unidos, y no los palestinos, quien está aislado en la comunidad internacional.
De hecho, la votación demostró que:
En primer lugar, que la comunidad internacional sigue en gran medida unida en su apoyo a los palestinos.
En segundo lugar, el voto positivo de Francia, un influyente país europeo, señala un cambio en la percepción del cuerpo político europeo hacia Palestina.
«Ha llegado el momento de una solución política global del conflicto palestino-israelí, basada en la solución de los dos Estados», tuiteó el 19 de abril la delegación francesa en la ONU.
Tres, las firmes declaraciones de Irlanda, Noruega, España y otros países en este sentido indican que la trayectoria de apoyo a Palestina en Europa continuará en los próximos meses y años.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Irlanda, Michael Martin, expresó su decepción «por el resultado de la votación del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el ingreso de Palestina en la ONU», tuiteó.
«Ya es hora de que Palestina ocupe el lugar que le corresponde entre las naciones del mundo. (Irlanda) apoya plenamente la adhesión a la ONU y votará a favor de cualquier resolución de la AGNU en ese sentido».
La misma postura adoptó Noruega.
«Noruega lamenta que el Consejo de Seguridad no haya llegado a un acuerdo para admitir a #Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU», tuiteó el ministro de Exteriores, Espen Barth Eide, y añadió: «Noruega es un firme defensor del derecho de Palestina a tener un Estado. La #SoluciónDosEstados es la única vía para una paz duradera».
Cuatro, el resultado de la votación aísla aún más a Estados Unidos precisamente en la misma medida en que el genocidio israelí en Gaza también ha expuesto y aislado a Washington.
A pesar del genocidio israelí en la Franja, Washington sigue siendo la principal línea de defensa de Tel Aviv, permitiéndole violar los derechos del pueblo palestino y negándole el horizonte político necesario para una paz justa.
Y, por último, el voto y el veto acentúan aún más la incapacidad de Biden para liberarse del bastión que le han impuesto a él y a su partido los partidarios de Israel: los partidarios de Israel dentro de la institución del Partido Demócrata y el lobby pro-Israel desde fuera.
Sin embargo, a pesar del resultado negativo de la votación, los palestinos tienen ahora una renovada determinación de que al final prevalecerán, a pesar de los numerosos obstáculos creados por Estados Unidos e Israel.
En realidad, este sentimiento colectivo de esperanza y empoderamiento no es el resultado del fuerte apoyo a Palestina en el CSNU y en la Asamblea General, sino de la creciente simpatía y apoyo a Palestina en todo el mundo y, lo que es aún más importante, de la continua resistencia de los palestinos en Gaza.
*Ramzy Baroud es periodista y editor de The Palestine Chronicle y autor de cinco libros, el último es «These Chains Will Be Broken: Palestinian Stories of Struggle and Defiance in Israeli Prisons» (Clarity Press, Atlanta). Baroud es investigador principal no residente en el Centro para el Islam y los Asuntos Mundiales (CIGA) de la Universidad Zaim de Estambul (IZU).
Este artículo fue publicado por Counter Punch. Traducido y editado por PIA Global.
FOTO DE PORTADA: Reproducción.