La ultraderecha alemana escala posiciones en las elecciones de Baviera y Hesse. Los resultados castigan a los tres partidos de Gobierno federal: socialdemócratas, liberales y Los Verdes.
AfD quedó segundo en Hesse y Baviera, con un 18,5% y un 15,7%, respectivamente. Esto supuso una mejora de más de cinco puntos respecto a sus resultados en las últimas elecciones en ambos estados. El partido es conocido por defender restricciones más estrictas a la inmigración. También se ha mostrado crítico con los lazos de Alemania con la OTAN y con la decisión de Berlín de suministrar armas a Ucrania.
La ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) tuvo un claro repunte en las elecciones regionales de Baviera (sur) y Hesse (centro) este domingo. En Hesse se ha colocado como segunda fuerza y la ha rozado la misma posición en Baviera, aunque los resultado provisionales la sitúan en tercer lugar.
La nacionalista y antimigrante AfD está en segundo lugar en las encuestas a nivel nacional, frente al quinto puesto que ocupaba en las elecciones de 2021, en un cambio que podría dificultar la formación de mayorías estables en Alemania dado que otros partidos se niegan a colaborar con ella.
El repunte de AfD viene marcado por un voto de castigo a los partidos de la coalición de Gobierno federal –en especial al Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller, Olaf Scholz, y al Partido Liberal (FDP) del ministro de Finanzas Christian Lindner.
Los Verdes, el otro partido de la coalición de gobierno, salió algo mejor librado pese a que gran parte de los ataques a la coalición de Gobierno en los últimos meses estuvieron dirigidos a esa agrupación.
La Unión Socialcristiana (CSU) y la Unión Cristianodemócrata (CDU) resultaron ganadoras en Baviera y en Hesse respectivamente aunque los resultados tienen lectura diferente en cada uno de los dos casos. Los dos primeros ministros, Markus Söder y Boris Rhein, están en condiciones de continuar sus coaliciones con los Electores Libres (FW) y Los Verdes respectivamente.
La CSU, un partido que sólo se presenta en Baviera y que históricamente ha estado bastante habituado a las mayorías absolutas, tuvo -según los primeros sondeos- uno de los peores resultados de su historia, 36,7%, y quedo lejos del 40% que se había puesto como meta.
En Hesse, en cambio, la CDU, con un 34,7%, tuvo un aumento de más de siete puntos con respecto a las últimas regionales.
Los Verdes se vieron castigados en Hesse, donde forman parte del Gobierno regional y donde perdieron en torno a cuatro puntos porcentuales para quedar, según los sondeos, alrededor del 15%, lo mismo que el SPD que perdió también cerca de cuatro puntos.
En Baviera, en cambio, donde Los Verdes estaban en la oposición y habían recibido duros ataques de la CSU, la pérdida fue sólo de dos puntos para quedar en torno al 15%, con todavía posibilidades de arrebatarle el segundo puesto a la AfD.
De los tres partidos de la coalición de Gobierno federal el más golpeado es el FDP que se quedará con casi absoluta seguridad por fuera del parlamento bávaro y está en peligro de quedarse por fuera también en Hesse.
Dos lecturas sobre AfD
Con respecto al éxito de AfD hay dos lecturas contrarias. La primera es la de la CDU y la CSU, que atribuyen el repunte al descontento con el actual Gobierno.
Sin embargo, también hay otra lectura que apunta a que, sobre todo en Baviera, la AfD se vio fortalecida por los conservadores que intentaron asumir los mismos temas como la migración o el rechazo a algunas medidas contra la crisis climática del Gobierno federal.
En Baviera además se dio una circunstancia especial que fue un debate en torno a un presunto pasado antisemita del líder del FW, Hubert Aiwanger, que a la postre tuvo la solidaridad de la CSU y de Söder que insistió durante la campaña que no quería una coalición con Los Verdes.
Con ello, ante la imposibilidad numérica de pactar con el SPD, que sólo alcanza el 9,5%, y la inviabilidad política de un pacto con la AfD, a Söder sólo le queda seguir aliado con los FW que también han salido fortalecidos.
Una de las grandes derrotadas de la jornada es la ministra federal de Interior, Nancy Faeser, líder del SPD en Hesse.
Por otra parte el buen resultado de la CDU en Hesse, tras diez años de coalición con los Verdes, dejan abierta la pregunta si esa alianza no puede tener perspectivas a nivel federal, pese al rechazo de la CSU y del actual presidente de la CDU Friedrich Merz.
Mientras tanto el alto vuelo de la AfD preocupa de cara al año próximo cuando habrá tres elecciones regionales en el este y en las tres la agrupación ultraderechista puede ser el partido más votado.
La copresidenta de la agrupación Alice Weidel vaticinó hoy que aunque tras esas elecciones los partidos la CDU/CSU tendrá que aceptar que tendrá que contar con la AfD para hacer una política conservadora.
El partido socialdemócrata en el poder (SPD) perdió el domingo las elecciones en los estados federados alemanes de Hesse y Baviera, mientras el canciller Olaf Scholz sigue acosado por sus bajos índices de aprobación.
El colíder del SPD, Lars Klingbeil, reconoció que los resultados eran «dos derrotas» para su partido. «Hubo muchas crisis en los últimos años que han contribuido a que la situación sea la que es», añadió.
El gabinete de Scholz ha estado sometido a presiones por la elevada inflación y las subidas de los precios de la energía, así como por las políticas encaminadas a la transición hacia una economía verde. El canciller fue abucheado en varios actos de campaña, y en uno de ellos fue calificado de «belicista» por asistentes airados.
El índice de aprobación del Gobierno está en su nivel más bajo desde que Scholz asumió el cargo en diciembre de 2021, según la encuesta ARD DeutschlandTrend, que mostró que cuatro de cada cinco alemanes estaban descontentos con su actuación.
Desde que asumió el cargo a finales de 2021, la coalición se ha visto asolada por luchas internas y acusaciones de liderazgo débil por parte de Scholz, en medio de las numerosas crisis a las que se enfrenta la mayor economía de Europa, desde la guerra de Ucrania hasta la transición ecológica.
“Estamos justo a mitad de la legislatura federal, donde no es inusual que el gobierno tenga bajos índices de aprobación y pierda las elecciones estatales”, dijo Philipp Koeker, politólogo de la Universidad de Hannover, citado por Reuters.
En su opinión, es probable que los partidos de la coalición sigan caminos cada vez más separados para centrarse en cuestiones relevantes para su electorado de base, al tiempo que todos adoptan una postura más dura frente a la inmigración.
Con información de EFE, Público.es, RT y The Guardian.
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Foto de portada: Markus Söder, el principal candidato de la CSU y primer ministro bávaro, vota en la escuela Theodor Billroth a 8/10/2023. —Daniel Karmann / DPA / dpa Picture-Alliance / AFP.