Un buque de guerra alemán zarpó el lunes 2 de agosto rumbo al mar de la China Meridional por primera vez en casi dos décadas, informa Reuters. De esta forma, Alemania se une a otras naciones occidentales que fortalecen su presencia militar en la región en medio de crecientes tensiones con China.
Se trata de la fragata Bayern, que partió del puerto de la ciudad de Wilhelmshaven con más de 200 soldados a bordo para una misión de seis meses por la región del Indo-Pacífico. Durante ese tiempo, arribará a países como Singapur, Corea del Sur, Japón, Vietnam y Australia. Está previsto que la embarcación navegue por el mar de la China Meridional en diciembre, convirtiéndose así en el primer buque de guerra alemán que pasa por la región desde 2002.
Las autoridades alemanas aseguran que la misión se ajustará a las normas y rutas comerciales internacionales. Sin embargo, Berlín ha dejado claro que la iniciativa servirá para enfatizar el hecho de que no acepta los reclamos territoriales de China. El país europeo, un aliado clave de EE.UU., suele mostrarse reticente a asumir un papel militar en el escenario internacional, instando a menudo a establecer una relación menos conflictiva con Pekín.
«El mensaje es claro»
Sin embargo, esta misión podría afectar las sensibles relaciones entre Berlín y Pekín. El gigante asiático se ha convertido en el socio comercial más importante de Alemania, cuyas exportaciones hacia el gigante asiático han ayudado a mitigar el impacto de la pandemia de covid-19 en la mayor economía de Europa.
«El mensaje es claro: estamos defendiendo nuestros valores e intereses junto con nuestros socios y aliados», dijo la ministra de Defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer, en la ceremonia de despedida de la fragata Bayern. «Queremos que se respete la ley existente, que las rutas marítimas sean navegables libremente, que las sociedades abiertas estén protegidas y que el comercio siga reglas justas», apuntó.
El mar de la China Meridional ha sido una fuente constante de tensión durante años por ser objeto de reclamaciones territoriales y marítimas de varios actores: China, Vietnam, Filipinas, Taiwán, Malasia, Indonesia y Brunéi. La región, rica en recursos e importante vía internacional por la que pasan billones de dólares en tráfico marítimo cada año, también ha sido escenario de las llamadas misiones de «libertad de navegación» organizadas por EE.UU.