La Comisión Electoral Superior Independiente de Iraq, por su parte, confirmó la victoria de la coalición gobernante, agregando que recibió 1,31 millones de votos en las elecciones del 11 de noviembre, según los resultados preliminares de la votación, que cifran en 56,11% la participación total en las urnas, esto representa un incremento significativo frente al mínimo histórico del 41% registrado en 2021.
Según la Comisión Electoral, el Partido del Progreso, liderado por el expresidente del Parlamento, Mohamad al-Halbousi se quedó en el segundo lugar, mientras que la Coalición Estado de Derecho, encabezada por el exprimer ministro Nuri al-Maliki, obtuvo el tercer lugar en los comicios.
Mohammad Shia Al-Sudani, actual primer ministro, celebró el éxito de su partido en sus redes sociales señalando que es un “triunfo para todos los iraquíes” y aseguró que su coalición considerará “los intereses de todos, incluso de quienes no participaron en las elecciones”.
De acuerdo con el comunicado oficial, más de 12 millones de ciudadanos acudieron a las urnas de un total de 21 millones de votantes inscritos, luego de contabilizados el 99,7% de los centros de votación.
Según la constitución iraquí, tras la elección del presidente de la república por el parlamento, este encarga la formación del gobierno al candidato del “bloque parlamentario más numeroso”. Dicho candidato se convierte en el representante efectivo del poder ejecutivo.
Pese a obtener 46 escaños en el Parlamento (la mayoría), el partido de Al Sudani no puede formar gobierno por sí solo en la legislatura iraquí de 329 miembros, por lo que debe formar alianzas con otros grupos para convertirse en administración, un proceso complicado que a menudo lleva muchos meses.
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