África Área Árabe Islámica Sahara Occidental

MARRUECOS AGRAVIA AL PUEBLO SAHARAUI

Por PIA Global. – A través de un comunicado oficial el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Árabe Saharaui Democrática salió al cruce de un nuevo ataque marroquí que a través de su Ministerio de Asuntos Exteriores hizo alusión y puso en duda la enfermedad del primer mandatario saharaui, además de cuestionar su lugar de internación.

El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali (73 años), está hospitalizado en España desde el pasado 18 de abril, hecho este que no debiera tener mayores connotaciones que solo las que puedan preocupar al pueblo saharaui por la salud de su líder. Pero a decir verdad esto no ha ocurrido. Una vez más el régimen de ocupación marroquí lleva adelante una actitud provocadora y de burla hacia el sufrido pueblo saharaui. En este caso en relación a la salud del presidente Ghali.

La ministra de Sanidad en el gobierno de Pedro Sánchez,  Carolina Darias, ha confirmado que el Secretario General del Frente Polisario, Brahim Ghali, se encuentra en España por «razones humanitarias y no otras» y esa fue la única respuesta que brindó la ministra ante la preguntada acerca de por qué se había elegido La Rioja y, su sistema sanitario para el ingreso del presidente saharaui y Secretario General del Frente Polisario.

La noticia saltó a raíz de una información del digital marroquí Le 360 asegurando de que el líder del Frente Polisario estaba siendo tratado en un hospital logroñés. Ya este viernes, el Frente Polisario admitió estas informaciones, afirmando que su presidente está siendo tratado en España «por cuestiones humanitarias», sin ofrecer datos sobre el origen de sus problemas de salud. «Le deseamos una pronta recuperación», dijo Abdulá Arabi, delegado saharaui en España, tras excusarse por no poder hablar de asuntos que son de «ámbito privado». La Presidencia de la RASD mantiene que su salud «no es motivo de preocupación» y circunscribe su enfermedad al coronavirus, del que admite que lleva varios días siendo tratado. «Sigue recuperándose de forma favorable», concluyó.

Este hecho, un acto más de agravio hacia el pueblo saharaui por parte del régimen de ocupación marroquí. No se trata de un hecho aislado, sobre todo si se tiene en cuenta la proximidad de la fecha establecida para que dé comienzo a la Marcha de la Libertad del Pueblo Saharaui, estipulada para el próximo 20 de mayo en Cádiz marcando así el inicio de otras, que también partirán en días posteriores desde Canarias, Baleares, Galicia, Cantabria, Navarra, La Rioja, Cataluña, Extremadura, Castilla y León, Castilla, la Mancha y Comunidad Valenciana. La movilización llegará a Madrid el 19 de junio, donde confluirán las columnas vedad desde los distintos puntos de partida antes mencionados.

Este acontecimiento sentará un precedente sin igual ante la indolencia y el silencio de la comunidad internacional por los constantes ataques, las  violaciones a los derechos humanos y la complicidad del Gobierno de España con el régimen usurpador marroquí desde hace 46 años, momento en que se produce la ocupación ilegal de la antigua colonia española del Sáhara Occidental y se priva al soberano pueblo saharaui de su independencia y su autodeterminación.

Contexto histórico del conflicto

En 1976 empezó la guerra entre el Frente Polisario y Marruecos, una vez que el 26 de febrero de aquel año los últimos soldados españoles abandonaron el territorio que ocupaban desde 1884, a pesar de las promesas del recién coronado rey Juan Carlos, quien había asegurado que España cumpliría sus compromisos internacionales respecto a este territorio.

El 27 de febrero de 1976, el Frente Polisario proclamó en Bir Lah-Lu la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que hoy es miembro de la Unión Africana y reconocida como Estado por más de 80 países. La brutal violencia desplegada por el régimen de Hassan II, con bombardeos de napalm sobre los civiles, desplazó a una gran parte de la población saharaui hacia los campos de refugiados en el desierto de Tinduf, en la Hamada argelina. El 6 de septiembre de 1991 se produjo el alto el fuego y ambas partes Marruecos y el Frente Polisario aceptaron la propuesta de Naciones Unidas de celebrar el referéndum de autodeterminación el 26 de enero de 1992. Aquel año se constituyó la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO), cuyo mandato se ha prorrogado anualmente desde entonces.

Contexto histórico del conflicto

En 1976 empezó la guerra entre el Frente Polisario y Marruecos, una vez que el 26 de febrero de aquel año los últimos soldados españoles abandonaron el territorio que ocupaban desde 1884, a pesar de las promesas del recién coronado rey Juan Carlos, quien había asegurado que España cumpliría sus compromisos internacionales respecto a este territorio.

El 27 de febrero de 1976, el Frente Polisario proclamó en Bir Lah-Lu la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que hoy es miembro de la Unión Africana y reconocida como Estado por más de 80 países. La brutal violencia desplegada por el régimen de Hassan II, con bombardeos de napalm sobre los civiles, desplazó a una gran parte de la población saharaui hacia los campos de refugiados en el desierto de Tinduf, en la Hamada argelina. El 6 de septiembre de 1991 se produjo el alto el fuego y ambas partes Marruecos y el Frente Polisario aceptaron la propuesta de Naciones Unidas de celebrar el referéndum de autodeterminación el 26 de enero de 1992. Aquel año se constituyó la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO), cuyo mandato se ha prorrogado anualmente desde entonces.

Pero durante años Rabat, la capital marroquí y sede de gobierno ha maniobrado con éxito para posponer una y otra vez esta consulta a través de una extensa y tediosa discusión sobre la composición del censo y en la última década ha planteado opciones alternativas que se apartan de la legalidad internacional y han sido rechazadas por Naciones Unidas.

Mientras tanto, Marruecos y varias empresas extranjeras, entre ellas algunas españolas, expolian los valiosos recursos naturales de este territorio, como el fosfato, el petróleo, el gas natural, el hierro, el uranio o la pesca que ofrece sus 1.600 kilómetros de litoral marino.

En todo este tiempo la política de los sucesivos gobiernos de la España democrática se asemeja demasiado a la traición de la dictadura franquista. Ninguno de ellos ha asumido el papel de “potencia descolonizadora” que otorga la legalidad internacional sobre la antigua provincia, al contrario, han privilegiado las relaciones con Marruecos: inicialmente, por los acuerdos de pesca y hoy por el papel de gendarme de Rabat en la contención de las migraciones y por la protección de las importantes inversiones de las empresas españolas.

Desde 1992, hasta hoy en día, Marruecos ha ignorado las distintas resoluciones e informes de la ONU sobre el Sáhara. Según datos de la ONU el territorio ha pasado de los 80.000 mil habitantes en 1975, a 227.000 mil en 1992, y 632.000 mil en 2020. En los campos de refugiados saharauis de Tinduf, en Argelia, permanecen cerca de 200.000 personas, según ACNUR el 75% de ellas en un  grave estado de vulnerabilidad en sus condiciones de vida en pleno desierto. Al mismo tiempo, Marruecos explota los recursos naturales del Sahara para su beneficio, especialmente los bancos de pesca y las minas de fosfatos.

Silencio cómplice

Los distintos Gobiernos españoles han seguido ignorando los derechos del pueblo saharaui y las resoluciones vinculantes de la ONU, huyendo de sus responsabilidades históricas. Felipe González prometió, en una histórica visita a los campamentos de refugiados en noviembre de 1976, “acompañaros en vuestra lucha hasta el final” en un reconocimiento implícito de la RASD. Posteriormente, tanto Gobiernos del PSOE como del PP, han actuado de cómplices de la ocupación intentando blanquear la propuesta de Marruecos de conceder al Sahara Occidental una “autonomía”, pero nunca la autodeterminación.

Ignorar la historia, incluso si está sepultada de las “razones de Estado” que le confieren Leyes de Secretos Oficiales, es pernicioso para que se imponga la verdad y la necesaria justicia que reclama el heroico pueblo saharaui.

Es en este contexto que se produce el comunicado a través del cual el gobierno de la RASD se pronuncia y denuncia una vez más un atropello de Marruecos hacia el pueblo saharaui. A continuación reproduciremos el mencionado comunicado elaborado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Árabe Saharaui Democrática.

Notas:

Fuentes consultadas:

https://www.lahaine.org/

http://larealidadsaharaui.blogspot.com/

https://www.cuartopoder.es/