La teoría de Mackinder
Halford John Mackinder, británico de nacionalidad, fue el padre de la geopolítica (para el mundo occidental, seamos precisos), geopolítico, geógrafo y explorador. Desarrolla en su libro «The Geographic Pivot of History» (publicado en 1904) una teoría que será fuertemente dominante en los círculos geopolíticos e incluso determinará el destino y algunas decisiones políticas. Mackinder creía (según la configuración ideológica europea) que había una lucha eterna entre las civilizaciones del mar y la tierra (hablé de ello en un artículo en nuestro sitio Nofi Media titulado «Géopolitique: la théorie des grands espaces civilisationnels») e identificó un corazón de la Tierra que llamó Heartland, que era (según él) el Imperio Ruso (la actual Rusia y los antiguos territorios de la Unión Soviética). Para Mackinder, lo que él llamó Heartland (Eurasia), era una civilización terrestre, un corazón de la Tierra porque no tenía salida al mar, inexpugnable por cualquier potencia marítima (Europa Occidental y Estados Unidos) y rica en recursos. Su preocupación giraba en torno a la posibilidad de que el Imperio Ruso pudiera ser una potencia y reemplazar irrevocablemente a la potencia basada en el expansionismo marítimo (impuesto por el imperialismo británico en ese momento). En este sentido Mackinder definirá a Eurasia como el Heartland del mundo (en su visión) y llegará a afirmar “Quien controle Europa del Este comanda el Heartland y quien controle el Heartland comanda el mundo”. Una frase y una visión que será desafiada por otro de los padres de la geopolítica, el estadounidense profundamente occidentalista, atlantista y eurocéntrico de nombre Nicolas Spykman. Una frase y una visión a la que los africanos también debemos responder según una visión ancestral.
La teoría de Spykman
Nicolas Spykman, estadounidense y otro de los padres de la geopolítica, se basó en los estudios de Mackinder para proponer otro punto de vista. Spykman pensó que Mackinder puso demasiado énfasis en el concepto de Heartland. Así que propuso una interpretación geopolítica alternativa. Para el estadounidense Spykman, el verdadero centro de poder no estaba en Heartland, sino en lo que él llamó Rimland. Rimland se traduce como «región costera» y para Spykman incluía toda Europa occidental y el sur de Asia. Entonces Spykman dirá: «Quien controle Rimland gobierna Heartland, y quien controle Heartland gobierna el mundo». Esta afirmación puede parecer una oposición parcial a la de Mackinder, pero está claro que Spykman consideraba a Rimland superior a Heartland y que todo debería girar en torno a Europa. Pero si hay algo que compartieron Spykman y Mackinder, es que ambos creían que las áreas que rodean la Rusia actual deberían controlarse para evitar que emergiera Rusia. Mackinder y Spykman incluso abogaron por crear naciones artificiales, con historias y culturas artificiales, ajenas a Rusia, para que lo que se llamó Heartland nunca pudiera ser un verdadero centro de poder. Estratégicamente, esto beneficia a las civilizaciones marítimas (Estados Unidos y su satélite, Europa). Así, podemos entender que el conflicto interétnico ruso-ucraniano encuentra sus causas y razones en las teorías del siglo XX de figuras occidentales que intentaron designar al mundo en pleno conflicto durante lo que se denomina la primera y la segunda guerra mundial. Personas como Mackinder y Spykman presagiaron hasta cierto punto la organización geográfica posterior a la Segunda Guerra Mundial, instituciones como la OTAN y la ONU, la Guerra Fría y la necesidad de controlar Heartland teorizado por Mackinder.
Mi visión: África es el corazón del mundo
En el dualismo Mackinder/Spykman, ¿cuál fue el papel y la posición de África? Signo de interrogación importante. En la disciplina geopolítica actual, Heartland se considera Eurasia, Rimland como Europa occidental y el sur de Asia, mientras que el resto del mundo son las islas estratégicas y periféricas. Como africanos, debemos desafiar esta visión eurocéntrica.
Cada civilización tiene una visión particular de verse a sí misma geográficamente y también de ver a los demás. Todos hemos estado acostumbrados a ver África como el hemisferio sur. ¿Es realmente así?
1- Normalmente, al ser los países africanos más cálidos, es mucho más lógico que al estar cerca del sol, sean norteños;
2- Es interesante notar que el término «zulú» significa «cielo» en la lengua indígena y que los zulúes en realidad se consideran a sí mismos la gente del cielo, los nórdicos, que son los más cercanos al Creador Unkulunkulu. También es de interés la representación del Alto Egipto (ahora el Sur de Egipto) y el Bajo Egipto (ahora el Norte de Egipto) en el mapa del Antiguo Egipto. En general, muchos pueblos de África se consideran su norte y al mismo tiempo el corazón de la Tierra, por lo tanto su propio Heartland;
3- Hay 3 visiones cartográficas que chocan (por razones puramente políticas): el mapa de Mercator (el de uso común), creado por el geógrafo eurocéntrico Mercator, que sitúa a Europa en el centro para ayudar a los navegantes europeos a moverse por el territorio. Este mapa representa África y América del Sur en tamaño reducido. Luego está el mapa de Peters que muestra África y América del Sur en un tamaño más grande y Occidente en un tamaño más pequeño. Y finalmente está la visión afrocéntrica que invierte el Sur y el Norte y considera relativos el Norte y el Sur. Ha llegado el momento de que los africanos empiecen a verse de nuevo como su epicentro.
Mackinder, en 1919, había visto al África Negra como el «Southern Heartland» (corazón del sur de la Tierra) aunque nunca elaboró el concepto a nivel teórico (probablemente debido a los prejuicios de la época hacia el continente africano). Lo que no teorizado los Mackinder y los Spykman, entre otros, los Africanos tendrán que hacerlo según su paradigma. Según Mackinder, una de las características importantes de Heartland es el control de la tierra, mientras que según Spykman, la característica más importante de Rimland debe ser el control del mar. África controla todas estas características: tierra y agua. El Océano Atlántico fue una vez un punto de conexión con las Américas para el gran Imperio Manden, mientras que el Mediterráneo fue un punto de conexión para los egipcios con Europa y el mundo musulmán. En la visión africana, África ciertamente no es parte de una simple isla estratégica/periférica o un segundo Heartland después de Eurasia, pero es lo que yo llamo «Mowo ya dunia» (que significa en swahili, el idioma más hablado en África, «corazón del mundo»). El primer y verdadero corazón del mundo. África es la matriz de la humanidad y de todas las civilizaciones, el continente más rico del planeta (por el que hoy luchan todas las potencias por tener acceso a este corazón del mundo) y puede controlar estratégicamente tanto la tierra como las aguas. Si se libera de los poderes extranjeros, se emancipa de los males internos, obtiene su soberanía integral, se une y se consolida en un poderoso Imperio Negro, África liderará a la humanidad en su totalidad. Así que África tiene una misión y hay que entender que el epicentro del mundo no es ni Eurasia ni Occidente, sino África misma. El mundo entiende el potencial de África, que este mismo mundo necesita para existir. Partiendo de este análisis mío, por eso digo »El que controla África manda Mowo ya dunia, quien controla Mowo ya dunia guía el mundo y su destino». En el mundo multipolar emergente, África será el polo central.
*Farafin Sandouno es un panafricano, anticolonialista, activista social y orador nacido en Roma, originario de Guinea.
Artículo publicado originalmente en Nofi/Media
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