El presidente serbio, Aleksandar Vucic, dijo recientemente a los medios alemanes que su país está ansioso por cerrar acuerdos de munición a gran escala con la UE y que no le importa si luego pasan los productos de su país a Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, respondió a esto afirmando que Rusia «entiende la presión sin precedentes que se está ejerciendo sobre Serbia» y que el tema «no es en absoluto una historia sencilla», pero nadie debería engañarse pensando que está satisfecho con los últimos acontecimientos de esta saga.
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) acusó a Serbia de traicionarlo el pasado mes de mayo al armar indirectamente a Ucrania, tras lo cual Vucic recurrió a su habitual labia para prometer que no autorizaría más exportaciones de munición. Esto coincidió con la afirmación del SVR de que este comercio nunca se detuvo. A principios de agosto, Serbia envió señales contradictorias sobre la imposición de sanciones a Rusia, lo que se produjo aproximadamente dos meses antes de las primeras sanciones de Trump 2.0 contra Rusia. Estas impusieron restricciones estrictas a sus empresas energéticas.
Esto coincidió con las sanciones estadounidenses no relacionadas con la empresa energética nacional serbia NIS, impuestas a principios de este año, que entraron en vigor después de que no se le concediera otra prórroga. En consecuencia, el ministro de Energía advirtió a finales de octubre que su única refinería de petróleo se agotaría el 25 de noviembre sin nuevos suministros de crudo, que no ha podido recibir. Esto contextualiza el entusiasmo de Vucic por reanudar el armamento indirecto de Ucrania, ya que podría conceptualizarlo como parte de un compromiso para el alivio de las sanciones.
Por otro lado, Vucic no es tan cercano a Trump como lo es su aliado político Viktor Orbán en Hungría, quien acaba de obtener una exención. Esto sin duda ayudará a su partido durante las próximas elecciones parlamentarias de abril y probablemente le permita permanecer en el cargo durante otro mandato. Por el contrario, las próximas elecciones en Serbia se celebrarán a finales de 2027, pero Vucic ha dicho que adelantará la fecha. Cualquier crisis económica provocada por las sanciones para entonces podría perjudicar a su partido y posiblemente dar lugar a un cambio de gobierno.
Vucic se encuentra bajo lo que él y el SVR consideran una presión de la Revolución de Color, cuyo objetivo parece ser castigarlo por no arriesgarse a romper las relaciones con Rusia sancionándola y armando abiertamente a Ucrania. Ahora está desafiando explícitamente al socio tradicional de su país al expresar su deseo de cerrar acuerdos de munición a gran escala con la UE para armar a Ucrania como parte de la guerra proxy de la OTAN contra Rusia, pero aún no ha nacionalizado NIS, confiscado otros activos de Rusia ni la ha sancionado.
Sin embargo, eso podría estar a la vuelta de la esquina si, como es de esperar, Trump no concede a Vucic una exención después de que este último reanude las exportaciones indirectas de armas a Ucrania y luego cumpla con el resto de las exigencias implícitas antirrusas de Estados Unidos como último intento de conseguir un alivio de las sanciones y/o protestas. También es hipotéticamente posible que la secuencia antes mencionada se haya acordado de antemano y que cualquier drama público que pueda desarrollarse entonces sea una artimaña para facilitar una transición gradual del liderazgo.
Vucic ya declaró durante el verano que no cambiará la Constitución para presentarse a la reelección, por lo que, si mantiene su palabra, como es probable, se irá de todos modos, ya que, de lo contrario, correría el riesgo de provocar más disturbios. A cambio de evitar las acusaciones de corrupción por parte de cualquier figura aún más prooccidental que le suceda y/o las sanciones personales de Occidente con el mismo pretexto, podría haber aceptado poner en marcha la ruptura de las relaciones entre Serbia y Rusia, que podría decirse que se está produciendo y que, en última instancia, podría ser inevitable.
*Andrew Korybko, analista geopolítico internacional.
Artículo publicado originalmente en substack del autor.
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