Asia Occidental

Un acuerdo con muchas contradicciones

PIA Global comparte el análisis realizado por United World International respecto a las diferencias entre Washington y Ankara en el Acuerdo para Gaza.

Tras el alto el fuego en Gaza, la atención se centra en el proceso político en la Franja. Uno de los actores clave es Turquía, uno de los cuatro países que firmaron una declaración en Sharm el-Sheij, en la que se comprometen a garantizar el acuerdo.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, firmó la llamada Declaración de Trump para la Paz y la Prosperidad Duradera. El miércoles, en declaraciones a la prensa, Erdoğan se comprometió a defender el acuerdo hasta el final.

Pero hay diferencias fundamentales entre el enfoque de Trump y el de Erdoğan, me dijo el profesor Muhammed Hüseyin Mercan, de la Fundación SETA, una influyente institución en Turquía fundada por Ibrahim Kalın, el actual jefe de la inteligencia nacional turca.

Ankara no comparte la perspectiva occidental de tratar Cisjordania y la Franja de Gaza por separado y aceptar Jerusalén como territorio soberano de la potencia ocupante. Turquía trata a Palestina como una entidad integral.

Mercan añade que el plan de 20 puntos de Trump comienza con la desradicalización y eliminación de los terroristas en Gaza, mientras que Ankara, en su discurso establecido, considera que el ejército de ocupación sionista en Palestina actúa como si estuviera cometiendo actos de terrorismo.  

Existe una diferencia de opinión muy importante entre el presidente Erdoğan y Trump sobre la definición de los actores en Gaza, así como en el uso de la terminología. Este ya es el tema más importante del conflicto.

Osman Atalay, un experto en solidaridad con Palestina, subraya el discurso del presidente estadounidense. Es experto en relaciones internacionales y miembro del Comité Ejecutivo de la Fundación de Ayuda Humanitaria (IHH). En declaraciones a la UWI, Atalay menciona los discursos de Trump.

“Ni en Tel Aviv ni en Egipto Trump mencionó el Estado palestino, y esto en un momento en que el mundo entero debate la solución de dos Estados y cuando el 90 por ciento de la ONU reconoció al Estado palestino”.

Mercan dice que esta es otra diferencia entre Ankara y Washington, donde Estados Unidos trata la Franja de Gaza por separado, mientras que el gobierno turco considera la cuestión palestina como “una cuestión integral, que consiste en Jordania Occidental, la cuestión de Jerusalén y la Franja de Gaza”.

Ambos expertos afirman que Hamás está en el punto de mira. Para Atalay, el plan de Trump aspira a una Gaza sin Hamás. El plan de Trump exige el desarme de Hamás y su exclusión de cualquier futuro gobierno en Gaza, con un gobierno de tecnócratas palestinos bajo la supervisión de un organismo internacional de transición.

Mercan enfatiza que Hamás ha acordado desde hace tiempo transferir la autoridad local en Gaza, siempre y cuando la futura administración sea palestina. Atalay señala que Hamás cuenta con un ala política y una armada, y que la primera también tiene representación en el parlamento palestino.

En cuanto al desarme, Mercan afirma que las Brigadas Qassam, su brazo armado, podrían deponer las armas o integrarse en una nueva lucha por la seguridad. «Pero no debemos ignorar que Hamás es una estructura y un movimiento que representa la identidad y la voluntad políticas de los palestinos, sus objetivos e ideologías», añade.

Ambos expertos sospechan que Israel no cumple con sus compromisos, en particular retirándose a las líneas acordadas y continuando sus ataques. Salvaguardar el cumplimiento del acuerdo y establecer la seguridad en Gaza es fundamental.

“Vemos que Ankara está haciendo actualmente un esfuerzo para mantener el orden en Gaza, al menos en términos de proteger a Gaza contra los ataques del ejército de ocupación, participando en la fuerza estratégica internacional que se pueda formar, participando en ese bloque internacional allí”, dice Mercan.

El plan de Trump establece una Fuerza de Estabilización internacional para ese asunto.

Las negociaciones sobre esta fuerza están en curso. Su función será garantizar la estabilidad y brindar seguridad a los gazatíes, previniendo y deteniendo ciertas acciones que Israel ha estado llevando a cabo durante los últimos dos días. Por lo tanto, inicialmente estará compuesta por fuerzas regionales, como las de Qatar, Egipto, Arabia Saudita y Turquía, afirma el Dr. Fahri Erenel, general retirado de las Fuerzas Armadas Turcas y profesor de la Universidad Istinye de Estambul.

Señala que las fuerzas armadas turcas tienen experiencia en estas misiones y ya están presentes en el sur del Líbano en el marco de una misión de la ONU.

Esta fuerza podría legitimarse mediante una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU, esta vez por unanimidad. Una fuerza de paz con aprobación internacional entraría entonces en la Franja. Que esto ocurra dependerá de la relación que Trump establezca con la ONU, añade.

Trump se ha mostrado cauteloso respecto al multilateralismo y recientemente aprobó recortes en el presupuesto estadounidense para las misiones de paz de la ONU. Además, añade Erenel, existen rumores de que la fuerza quedaría bajo el mando del CENTCOM estadounidense.

Todos los expertos coinciden en que la tregua ofrece un respiro a la población de la Franja de Gaza y advierte contra posibles sabotajes israelíes. Al mismo tiempo, coinciden en que el plan de Trump no ofrece una solución definitiva al conflicto.

Foto de portada: El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el presidente estadounidense, Donald Trump, durante la ceremonia de bienvenida de la Cumbre de Paz de Gaza en Sharm El Sheij. / Yoan Valat – EFE

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