Asia

Moscú y Pyongyang una alianza que se consolida en el 80.º aniversario del Partido del Trabajo de Corea

Por PIA Global*- La capital norcoreana, Pyongyang, se prepara para uno de los eventos políticos y simbólicos más importantes de su historia reciente

El 80.º aniversario de la fundación del Partido del Trabajo de Corea (PTC), fuerza que ha guiado los destinos del país desde 1945 bajo el liderazgo de Kim Il-sung, Kim Jong-il y, actualmente, Kim Jong-un.

En un contexto internacional marcado por las tensiones con Occidente y la consolidación de un bloque euroasiático cada vez más cohesionado, la celebración tendrá un invitado de peso: Dmitri Medvédev, presidente del partido Rusia Unida, vicepresidente del consejo de defensa nacional y expresidente de la Federación Rusa.

Medvédev en Pyongyang: símbolo de una relación estratégica

El viaje de Medvédev, confirmado por el propio partido Rusia Unida, constituye una visita histórica que subraya la profundización de los lazos entre Moscú y Pyongyang. “Por invitación del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, una delegación del partido político ruso Rusia Unida, encabezada por Dmitri Anatólievich Medvédev, visitará Corea del Norte y participará en las celebraciones con motivo del 80.º aniversario de la creación del Partido del Trabajo de Corea”, anunció el comunicado oficial.

La presencia de Medvédev no solo tiene un carácter conmemorativo, sino también geopolítico. En los últimos meses, Corea del Norte y Rusia han intensificado su cooperación en sectores clave como la energía, la tecnología militar y la asistencia humanitaria. Para Moscú, el fortalecimiento de sus vínculos con Pyongyang es una forma de consolidar un frente común frente a las sanciones occidentales y de contrarrestar la influencia de Washington en el noreste asiático.

Para Corea del Norte, la alianza con Rusia representa una garantía de respaldo diplomático en el Consejo de Seguridad de la ONU y una oportunidad para modernizar sus capacidades tecnológicas y de defensa en el marco de una cooperación mutuamente beneficiosa.

El desfile militar: demostración de poder y mensaje político

El acto central de las celebraciones será, sin duda, el desfile militar en Pyongyang, que los analistas anticipan como uno de los más imponentes de los últimos años. Según fuentes de inteligencia surcoreanas, Corea del Norte movilizó decenas de miles de soldados para un evento que combinará teatralidad política y exhibición militar.

Se espera que el desfile muestre por primera vez una nueva generación de misiles estratégicos y sistemas de armas avanzados, entre ellos un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM) de combustible sólido y prototipos de armas hipersónicas diseñadas para amenazar la presencia naval estadounidense en la región.

El líder Kim Jong-un ha afirmado que su país “ha asignado activos especiales a objetivos militares estadounidenses y surcoreanos”, acusando a ambos de “intensificar los preparativos para un ataque nuclear”. Con ello, el desfile adquiere un valor de disuasión frente a los ejercicios militares conjuntos de Washington y Seúl, que Pyongyang interpreta como provocaciones directas.

El investigador Lee Il-woo, del Korea Defence Network, señaló que podría aparecer en el desfile el misil Hwasong-20, que aunque aún no ha sido probado en vuelo, representa el paso final en el desarrollo de un sistema capaz de alcanzar el territorio continental estadounidense.

Tecnología estratégica y consolidación militar

El mes pasado, Kim Jong-un supervisó personalmente la prueba de un motor de ICBM de combustible sólido de alto empuje, calificándola como “un cambio significativo” en la modernización de las fuerzas nucleares estratégicas norcoreanas.

Este avance, según los medios estatales, constituye la culminación de una serie de pruebas exitosas que podrían situar a Corea del Norte en una nueva etapa de independencia tecnológica en materia de misiles.

Para los analistas, este tipo de ensayos y exhibiciones militares no son solo demostraciones internas de fuerza, sino también mensajes internacionales: Pyongyang busca ser reconocido como potencia nuclear de pleno derecho y mostrar que su programa de defensa no está sujeto a presiones o sanciones.

Rusia y Corea del Norte: un vínculo reforzado frente a Occidente

El viaje de Medvédev refuerza la narrativa de una alianza antihegemónica, basada en la defensa de la soberanía y la resistencia frente a la presión occidental. Desde el inicio del conflicto en Ucrania, Corea del Norte ha expresado su apoyo a la posición rusa, denunciando la política expansionista de la OTAN y condenando las sanciones impuestas a Moscú.

A su vez, Rusia ha defendido en foros internacionales el derecho de Corea del Norte a garantizar su seguridad, criticando el doble rasero de Occidente al permitir que Estados Unidos despliegue armas nucleares en la península coreana mientras condena las pruebas defensivas de Pyongyang.

La visita de Medvédev y la participación de Rusia en las celebraciones del PTC marcan un nuevo capítulo en la cooperación político-ideológica entre Moscú y Pyongyang, evocando los lazos históricos de solidaridad entre ambos países desde la posguerra.

El 80.º aniversario del Partido del Trabajo de Corea trasciende las fronteras de la península: se convierte en un acto de afirmación del bloque euroasiático frente a las potencias occidentales.

Con Moscú y Pyongyang más cerca que nunca, el evento simboliza la transición hacia un mundo multipolar donde las alianzas ya no se definen por la aprobación de Washington, sino por la defensa de intereses soberanos y estratégicos comunes.

Sin embargo, la tensión sigue en aumento en la región, y los movimientos militares de Corea del Norte continuarán siendo observados con lupa por sus adversarios. Entre el espectáculo y la advertencia, el desfile de Pyongyang y la visita de Medvédev dejan un mensaje claro: la era de la obediencia unipolar ha terminado.

*Foto de la portada: KCNA

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