México propuso a China una “mesa de trabajo” sobre su proyecto de aumentar aranceles, dijo el viernes la presidenta Claudia Sheinbaum después de que Pekín empezara una investigación sobre esa iniciativa.
El Gobierno de México impulsa el aumento de aranceles a productos importados desde países con los que no tiene un Tratado de Libre Comercio: las tasas actuales de alrededor de 10 a 20% pasarían a nuevos rangos de entre 35% y 50%.
La administración de Claudia Sheinbaum presentó ante la Cámara de Diputados la reforma de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación, contenida en el Paquete Económico 2025. La mayoría oficialista en el Congreso garantizaría su aprobación en torno a noviembre.
La política arancelaria alcanzaría a 1.463 categorías específicas de productos, un 8,6% de las importaciones totales de México. “Lo que vamos a hacer es incrementarlo hasta el tope que nos permita la Organización Mundial del Comercio (OMC) y hay variaciones para cada fracción arancelaria”, dijo el secretario de Economía Marcelo Ebrard Casaubon.
Un arancel del 50% sería para automóviles, autopartes, textil, confección, siderurgia, vidrio, jabones, perfumes y cosméticos; otro del 35% sería para plástico, electrodomésticos, muebles, motocicletas, calzado y marroquinería.
La medida no afectaría el intercambio comercial dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La política arancelaria impactaría en los productos importados desde China, India, Rusia, Corea del Sur, Tailandia y Turquía, entre otras naciones.
La iniciativa es parte de la estrategia del gobierno para impulsar el mercado interno y apuntalar los objetivos del Plan Nacional De Desarrollo y del Plan México 2030, indicó la presentación. “Hablamos de sustitución de importaciones y de fortalecimiento de la industria nacional en ciertos sectores donde se ha perdido muchísima capacidad de producción”, dijo la presidenta Claudia Sheinbaum.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, dijo que Pekín “se opone a las medidas tomadas bajo la coerción de otros para restringir a China o dañar sus derechos e intereses legítimos bajo cualquier pretexto”.
“No son medidas de coerción. Y no son contra China, eso es muy importante. Tenemos muy buena relación con China y queremos seguir teniendo muy buena relación con ellos”, respondió Sheinbaum.
El impulso de la política del Gobierno de México podría responder a una decisión de fortalecer su industria en un contexto de declive productivo, o podría formar parte de una estrategia en la que avala la guerra arancelaria iniciada por Donald Trump al mismo tiempo que busca establecer una posición favorable para negociar determinadas condiciones en la revisión del T-MEC de julio de 2026.
Las actividades secundarias —manufacturas, construcción, minería y energía— representaron el 33,7% del Producto Bruto Interno (PBI) de México y, dentro de ellas, la industria manufacturera consolidó el 21,4% del PBI en el tercer trimestre de 2025, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La fabricación de equipo de transporte y la industria alimentaria concentraron el 43.3% del valor manufacturero, mientras que la industria química participó con 9.4%, las industrias metálicas básicas con 6.4%, la industria de bebidas y tabaco con 5.2%, y tanto la fabricación de maquinaria y equipo como la de componentes electrónicos con 5.2% cada una.
Sin embargo, el empleo manufacturero cayó 1,4% en el primer semestre de 2025 y acumula una contracción desde marzo de 2023, en base a datos del INEGI. “Ustedes ven la experiencia de la industria textil y del calzado, en los últimos años perdimos 80 mil empleos, porque teníamos precios irrisorios”, dijo Marcelo Ebrard.
La industria automotriz y de autopartes, dos de las más importantes de México, recibieron el efecto de la importación de vehículos y componentes por debajo del precio de referencia, señaló el secretario de Economía.

La propuesta de elevar los aranceles del 20% hasta al 50% está destinada a contrarrestar el impacto de la importación de vehículos provenientes de China a precios irrisorios. El Gobierno de México estima que alrededor de 320 mil empleos están relacionados de forma directa con lo que suceda con estos productos.
Los principales bienes de China importados por México en 2024 fueron Teléfonos con el 8,2% del total, Partes y Accesorios de Máquinas con 4,6%, Automóviles y Otros Vehículos con 4,6%, Autopartes con 4,1% y Máquinas y Unidades de Procesamiento de Datos con 3,4%, indicó la Secretaría de Economía.
Un porcentaje importante de las importaciones corresponden a insumos integrados a la cadena de valor transnacional, en especial destinados a la producción de vehículos por parte de México.
La cadena de valor no termina allí, sino que incluye la distribución: la principal exportación de México a Estados Unidos en 2024 fueron Automóviles y otros Vehículos con el 8,9% del total.
En este punto, las cuestiones de la industria y el T-MEC entran en contacto. La Regla de Origen Automotriz establece que al menos un 75% del valor del vehículo debe provenir de México, Estados Unidos o Canadá para ser parte del Tratado de Libre Comercio entre los tres países y no recibir aranceles.
Si bien el Gobierno de México podría fortalecer su industria y proteger el empleo en tanto integra la cadena de valor a través de la política arancelaria, también podría atravesar un período de adaptación en su aparato productivo simultáneo a un aumento leve de la inflación.
De todas formas, el efecto más grave de la política arancelaria sería alejar a China, su segundo socio comercial más importante, al mismo tiempo que agudiza su dependencia de Estados Unidos en el marco de una relación de sometimiento.
Un arancel adicional del 30% contra los productos mexicanos importados por Estados Unidos está en pausa hasta el 29 de octubre. Donald Trump usó el problema del narcotráfico como una excusa para someter a países como México.
Incluso con la pausa de 90 días, México todavía enfrenta un arancel del 25% —llamado “arancel al fentanilo” por Donald Trump— sobre los productos comerciados por fuera del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá.
El T-MEC, establecido en 2020, interrumpió la posibilidad de México de afianzar un desarrollo integral a través del mercado interno. En lugar de ello, quedó subordinado a un modelo tendiente a garantizar las ganancias de las empresas globales y depender todavía más de Estados Unidos y sus instituciones del orden mundial.
Ante la revisión del acuerdo en julio de 2026, Donald Trump lleva adelante una estrategia ofensiva con el objetivo de imponer condiciones que afiancen la dominación de Estados Unidos por encima de México.
La estrategia imperialista en México no sólo queda allí, sino que es un ejemplo de la disciplina bajo la Doctrina Monroe para los países de América Latina, en especial para los que son percibidos por Estados Unidos como una amenaza.
Estados Unidos atravesó cada vez más dificultades para reproducir su hegemonía a escala global, en especial en algunos países de Latinoamérica como México. Otra de las caras del proceso es la intensificación de la militarización como parte de la estrategia de redespliegue imperialista.
México representa una ubicación estratégica y comparte una frontera de 3.000 kilómetros con Estados Unidos. Tiene la economía más grande de América Latina, con un PBI de 1,79 billones de dólares. Su economía está vinculada de forma estrecha con Estados Unidos, mientras China se volvió su segundo socio comercial más importante con un volumen de 100.000 millones de dólares.
La inversión extranjera directa de China en México pasó de 13,6 millones de dólares en 2008 a 477 millones en 2024. El secretario de Relaciones Exteriores mexicano Juan Ramón de la Fuente participó como observador en la cumbre XVII de los BRICS en julio después de recibir la invitación del anfitrión Luiz Inácio Lula da Silva.
El Tren Maya, la infraestructura ferroviaria más importante de México impulsada por Manuel López Obrador, resulta clave para convertir al Istmo de Tehuantepec en un nuevo paso bioceánico entre el Atlántico y el Pacífico. China está interesada en el proyecto. El Canal de Panamá, bajo la amenaza de una intervención de Estados Unidos, podría ser relegado.
México debe aprovechar las posibilidades del escenario internacional a partir de la emergencia del Sur Global. Aunque existen limitaciones por su cercanía con Estados Unidos, debería evitar el distanciamiento de un socio como China. En última instancia, el debate gira en torno a cómo desarrollar su economía con una justa distribución de la riqueza y un enfoque soberano.
Tomas Merani* Miembro del grupo editorial de PIA Global
Foto de portada: PIA Global

